Los integrantes del comité de empresa de UTE Espacios Verdes Bilbao (formada por las empresas Urbaser y Cycasa) han pedido mediante un escrito al Ayuntamiento de la capital vizcaina que no divida la contrata de mantenimiento de parques y jardines en dos lotes diferentes.

Según explican, el Ayuntamiento ha decidido dividir este servicio municipal en dos contratas diferentes, una destinada al arbolado y jardineras y otra al mantenimiento de jardines y zonas verdes. El Consistorio argumenta que con esta separación habrá un mejor seguimiento municipal y se favorecerá la concurrencia y la diversidad empresarial.

Sin embargo, el comité de empresa (formado por cinco miembros de ELA, tres de LAB, uno de USO y una independiente) no ve «conveniente ni necesaria» la división por lotes.

En cuanto al seguimiento municipal, el comité señala que una división en dos lotes lo «puede hacer aún más complejo y dificultoso, al tener que acudir a fuentes empresariales distintas que con anterioridad eran únicas». Añade que hasta ahora la información «ha fluido» y el seguimiento de los técnicos municipales se ha producido sin problemas.

En lo que a favorecer la concurrencia de pequeñas y medianas empresas se refiere, el comité afirma que «cualquier persona ha podido ver cómo no ha existido oferta ninguna de pequeñas ni medianas empresas en ninguno de ambos lotes.

Asimismo, los sindicalistas critican la imposibilidad de que una misma empresa pueda obtener ambos lotes. «Si se trata de conseguir siempre la mejor opción para este servicio municipal que se presta a todos los vecinos y vecinas, ¿Por qué negar de partida esa posibilidad?», se preguntan.

Dudas en cuanto a la optimización económica

Además de ello, el comité afirma que esta división de lotes inicia su andadura con «un incremento nada desdeñable para las arcas públicas» y que, como consecuencia de la división, «la estructura de cada lote puede tener que ser reforzada por necesidades objetivas que al de poco irán apareciendo».

«La configuración de los técnicos en cada lote, apunta a necesidades que surgirán con la puesta en marcha de cada empresa adjudicataria y que hará incrementar los costes no tanto por el apartado salarial, sino por necesidades que han quedado “repartidas” en dos lotes y que se encontraban “compartidas”. Además, todo apunta a que será necesario reforzar la estructura de gestión y quizá la propia plantilla», explica el comité.

Asimismo, señala que con el cambio «aumenta notablemente» la rigidez de los recursos técnicos y humanos: «Al repartir estos trabajos en dos empresas y en dos plantillas diferentes, los recursos no pueden ser compartidos ni destinados en momentos puntuales al reforzamiento de labores discontinuas y temporales».

Dudas sociales

El comité asegura también que con la división de la plantilla «se produce una dispersión del colectivo y se abre un futuro imprevisible de cara al mantenimiento de los derechos laborales y sociales lo cual, objetivamente, nos lleva a hablar de un empeoramiento».

EH Bildu ya denunció en mayo de este año que el nuevo contrato municipal de jardinería es «menos eficiente, más caro y no mejorará el control sobre el servicio».