
El realizador barcelonés Marcel Barrena se ha especializado en el llamado cine de valores humanos, desde que se diera a conocer con ‘Món Petit’ (2012), que ganó el premio Gaudí al Mejor Documental, para pasarse acto seguido a la ficción con ‘100 metros’ (2016), donde recreaba la figura real de Ramón Arroyo, un paciente de esclerosis multiple que se negó a que la medicina le desahuciara y, no solo se empeñó en hacer deporte, sino que llegó a competir en la prueba extrema Iron Man.
Ese tipo de héroes que desafían las barreras físicas y se entregan a causas casi sobrehumanas sigue presente en ‘Mediterráneo’ (2021), una de las tres películas preseleccionadas para el Óscar Internacional en pugna con las de Almodóvar y Fernando León de Aranoa, lo cual de entrada ya es todo un honor.
‘Mediterráneo’ (2021) se aleja de los documentales y reportajes de urgencia sobre la crisis humanitaria de Lesbos, porque se trata de una producción importante presentada en Donostia con el apoyo de RTVE, rodada en Barcelona y en los escenarios reales de Grecia, que ha costado alrededor de cinco millones de euros. En las escenas del campamento de refugiados participaron un millar de extras que interpretaban verdaderos representantes del mencionado colectivo de supervivientes en la aventura de cruzar el mar que da título a la película en balsas y embarcaciones precarias, e incluso haciendo tramos a nado en el intento de alcanzar la costa.
En definitiva, ‘Mediterráneo’ (2021) cuenta la experiencia del primer grupo de voluntarios que acudió al rescate de aquellas gentes que necesitaban auxilio en su huida de Siria y otros conflictos bélicos. Fueron pioneros y fundadores de la futura ONG Open Arms, aunque inicialmente únicamente intentaban cumplir las leyes marítimas de la ayuda en naufragios. En laficción Eduard Fernández encarna al verdadero Óscar Camps.

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