La nueva película de Benito Zambrano se presentó en la Seminci de Valladolid, donde quedó claro que el cineasta andaluz ha hecho este encargo de Filmax por haber sido el que se dio a conocer con ‘Solas’ (1999), magistral ópera prima que le ha valido la etiqueta de director de actrices con una sensibilidad especial para los personajes femeninos.

Pero, renunciando a su vena más autoral y sabiéndose mero adaptador de la novela homónima de Cristina Campos, su único objetivo ha sido en esta ocasión el de conseguir emocionar a la audiencia.

A tal fin construye un melodrama clásico dirigido a un sector del público muy concreto y que va a ver justo lo que espera después de haber leído el libro. No hay que olvidar que la novelista, que debutó con esta publicación, procede de la profesión cinematográfica, al trabajar como directora de casting, así que sus intenciones acaban por converger.

El mayor activo de ‘Pan de limón con semillas de amapola’ (2021) está en las interpretaciones de Elia Galera y Eva Martín, totalmente creíbles como las hermanas del libro. La primera en el papel de Marina, la hermana menor, es la que lleva la voz cantante.

Marina ha viajado más por su dedicación dentro de la organización Médicos Sin Fronteras, y es la más resolutiva a la hora de tomar decisiones. Anna, por el contrario, no ha salido de su pueblo de Valledemossa, en Mallorca, y ejerce de isleña en todos los sentidos. Está atada a un hombre al que no ama, pero encuentra su fuerza en el desempeño materno.

Dentro del relato es vital la conexión entre mujeres de distintas generaciones, ya sea a través de la relación maternofilial o, más importante aún, en el recuerdo de la abuela que les devuelve a sus raíces. La misteriosa herencia de la panadería y sus viejas recetas supone el punto de partida para indagar en ese pasado y afrontar el futuro con renovada ilusión.