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La derecha portuguesa da un voto de confianza a su discutido candidato en las elecciones

Las primarias del derechista PSD luso dieron ayer la victoria, por un estrecho margen, al actual presidente, Rui Rio, que enfrenta ahora un doble desafío: cerrar las heridas internas y unificar el partido, y derrotar al primer ministro, el socialdemócrata António Costa, en las generales de enero.

Paulo Rangel  ha reconocidop la victoria de su rival, Rui Rio.(Carlos COSTA-AFP)
Paulo Rangel ha reconocidop la victoria de su rival, Rui Rio.(Carlos COSTA-AFP)

El presidente del conservador PSD, Rui Rio, venció en las primarias al eurodiputado Paulo Rangel, que se presentó como el candidato de la renovación y que contaba con el beneplácito del aparato del partido.

Más de 46.000 militantes estaban convocados a estas primarias para elegir al líder del principal grupo de la oposición en Portugal.

Cuando faltaban 2.000 votos por escrutar, Rio se imponía por solo 4 puntos. Una muestra más de la profunda división interna del partido.
Rui Rio, que asumió el liderazgo del PSD hace cuatro años y ha superado ya dos primarias, ha sido reelegido por dos años y tiene que pisar el acelerador para preparar el congreso extraordinario previsto para mediados de diciembre y cerrar las listas para las legislativas del 30 de enero.

Experiencia

Rio no partía como candidato favorito para estas primarias. El apoyo que obtuvo de la militancia en Oporto –la segunda ciudad del país y de la que fue alcalde durante más de una década– fue decisivo.

Las bases conservadoras votaron por la experiencia en medio de la crisis política que vive el país, agravada además por la pandemia. Y votó también con la mirada puesta en Lisboa, la gran sorpresa de las municipales de septiembre, cuando el aspirante del PSD, contra todo pronóstico, se impuso a los socialistas.

Lisboa fue un balón de oxígeno para Rio, que en 2019 fracasó frente al PS, aunque conoce bien la política lusa y también a su principal adversario en las generales, el actual primer ministro socialista, António Costa.

Además, tiene una larga experiencia en el PSD. Fue secretario general entre 1996 y 1997, bajo el liderazgo del actual presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, y vicepresidente entre 2002 y 2010.

Crisis interna

Los cuatro años de Rio al frente del PSD no han dado tregua a la crisis interna que atraviesa el partido desde que perdió el Gobierno, hace seis años.

Rio se impuso el año pasado a Luís Montenegro en otro proceso de primarias, aunque, lejos de ganar peso, siempre estuvo cuestionado.
Ahora debe salir fortalecido, apuntaba su adversario, Paulo Rangel, entrada la noche tras reconocer su derrotaEl eurodiputado apeló «a la unidad» para afrontar la «batalla» de las legislativas.

«Estoy disponible para hacer unidad, pero solo se puede hacer con quien quiere. Yo ya aprendí que muchos dicen que hay que ir a la unidad y después no quieren unidad», respondió Rio.

Ganar al PS

Para mantener su liderazgo en el PSD, Rio debe ganar a los socialdemócratas en enero –una posibilidad que no contemplan las encuestas– o cosechar unos resultados aceptables en la derrota.

En las generales de 2019 se quedó apenas con el 27,7 % de votos y perdió más de 10 diputados.

En las municipales levantó cabeza con el inesperado triunfo en Lisboa, que sacudió la política portuguesa.

Rui Rio tiene apenas unas semanas para unir a su partido y preparar su programa electoral.