NAIZ
París

El Parlamento francés aprueba la ley que protege a las librerías ante los gigantes digitales

El proyecto de ley que persigue contrarrestar la posición dominante que gigantes como Amazon tienen frente a las pequeñas librerías ha superado este jueves su tramitación en el Senado francés, que lo ha aprobado por unanimidad. Entre otros puntos, fija un precio mínimo al reparto de libros.

Estanterías repletas de libros en la Librairie des Abbesses, en el distrito parisino de Montmartre. (Stephane DE SAKUTIN/AFP)
Estanterías repletas de libros en la Librairie des Abbesses, en el distrito parisino de Montmartre. (Stephane DE SAKUTIN/AFP)

El texto aprobado este jueves en la Cámara Alta del Parlamento francés, con 242 votos a favor y ninguno en contra, estipula que los vendedores de libros no podrán ofrecer gratuitamente el servicio de entrega a domicilio, sino que tendrá que ser facturado con una tarifa mínima fijada por decreto.

Serán los ministerios de Economía y de Cultura, junto con la Autoridad de Regulación de las Comunicaciones Electrónicas, de Correos y de Distribución de Prensa (ARCEP), los que establecerán ese mínimo.

La FNAC, como otros grandes distribuidores del sector, se había pronunciado en favor de una horquilla de entre 2 y 3 euros, mientras que la patronal de los libreros SLF plantea un precio superior, de 3 a 5 euros.

En el punto de mira de esta norma –que también fue aprobada por unanimidad en la Asamblea en octubre– están las entregas con descuento practicadas por los gigantes del comercio electrónico, principalmente Amazon, que fija sistemáticamente los gastos de envío en el umbral legal de 0,01 euros. De esa forma, ponen precios que las editoriales tradicionales y los libreros con márgenes ya reducidos no pueden igualar.

En el Estado francés el precio de los libros nuevos es fijo y la nueva ley pretende también evitar rebajas en sus ventas haciéndolos pasar por libros de ocasión (usados).

Además, crea un dispositivo fiscal que permitirá a las administraciones municipales subvencionar a las librerías independientes por un importe de hasta el 30% de su facturación. En el Hexágono hay cerca de 3.300 establecimientos de este tipo.

Desde su origen, esta proposición legislativa impulsada por la senadora conservadora Laure Darcos (Los Republicanos) tiene como principal objetivo afrontar el desafío que plantea el modelo de las grandes plataformas digitales. Este mismo jueves, Darcos ha criticado concretamente la «política comercial depredadora» de Amazon.

Por su parte, la ponente de la Comisión de Cultura del Senado, Céline Boulay-Espéronnier (también de LR), ha subrayado «el entusiasmo del mundo editorial» por una ley que constituye «una auténtica revolución».

Impacto sobre el poder adquisitivo

Amazon, en cambio, ha hecho hincapié en que esta nueva regulación encarecerá el precio del libro, lo cual será una barrera de acceso a este bien cultural. «El coste de esta medida sobre el poder adquisitivo ascenderá a más de 250 millones de euros al año», ha afirmado.

«A día de hoy, el 90% de los municipios franceses no tiene una librería en su territorio y más del 40% de los envíos de libros de Amazon están destinados a códigos postales sin librería», ha señalado un portavoz de la plataforma.

«Mientras que el comercio electrónico ha permitido fortalecer la igualdad en el acceso de los consumidores a los libros, independientemente de su lugar de residencia, la introducción de gastos de envío mínimos para los envíos tendrá un impacto sobre el poder adquisitivo de millones de lectores con bajos ingresos» que viven «en pueblos pequeños y no tienen fácil acceso a una librería», ha lamentado el representante de Amazon.

Este argumento ha sido rebatido por el senador Pierre Ouzoulias (Partido Comunista), quien ha comentado que «la compra de libros en Amazon está relacionada sobre todo con las clases acomodadas y urbanas».