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Washington

Ashli Babbitt: ¿fanática ultraconservadora o mártir del asalto al Capitolio?

Extremista y conspiracionista para unos, mártir y patriota para otros: Ashli Babbitt, muerta a tiros por un policía durante el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, simboliza la división política de Estados Unidos.

Una manifestante de derechas sostiene un cartel sobre Ashli Babbitt mientras participa en un mitin político en Nueva York el 25 de julio de 2021.
Una manifestante de derechas sostiene un cartel sobre Ashli Babbitt mientras participa en un mitin político en Nueva York el 25 de julio de 2021. (Stephanie KEITH | GETTY IMAGES NA-AFP)

Para algunos expertos, la trayectoria de esta veterana de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, que murió llevando una bandera con la imagen de Donald Trump y que antes había votado por Barack Obama, ilustra la radicalización de muchos seguidores del expresidente conservador registrada en los últimos años.

El 6 de enero de 2021, miles de seguidores de Trump, que todavía era el presidente de Estados Unidos, se reunieron alrededor de la Casa Blanca para escuchar a su ídolo.

Muchos de ellos gritaban, al igual que el propio Trump, que las elecciones presidenciales de noviembre habían sido fraudulentas, y a continuación invadieron el Capitolio, donde los parlamentarios certificaban la victoria en las urnas del candidato del Partido Demócrata, Joe Biden.

Ashli Babbitt estaba en la primera fila de aquella multitud enfurecida que se agolpó en las puertas del edificio, en el que algunos parlamentarios se atrincheraron protegidos por unos pocos policías.

En las imágenes grabadas en un teléfono móvil por uno de los asaltantes se ve a la mujer de 35 años intentando pasar, junto a otras personas, a través de una puerta de vidrio. «¡Vamos! ¡Vamos!», se escucha mientras golpean el resistente vidrio y ella intenta entrar por uno de los huecos. Es en ese momento cuando un policía abre fuego y le produce una herida fatal en el hombro.

Desde entonces, los medios de comunicación estadounidenses analizan cómo Ashli Babbitt, quien se alistó a los 17 años en las Fuerzas Aéreas, pudo participar en el asalto a este recinto que representa la democracia de EEUU.

De Obama a QAnon

Babbitt nació en 1985 en el seno de una familia modesta en un suburbio de San Diego, en el sur de California, donde la política no era especialmente importante, según relata Roger Witthoeft, uno de sus cuatros hermanos.

Ella se mudó cerca de su ciudad natal, no muy lejos de la frontera con México, tras dejar las Fuerzas Aéreas en 2016. Junto con su esposo, se hizo cargo de una pequeña compañía especializada en el mantenimiento de piscinas que pasaba por problemas financieros.

En el pasado votó por Barack Obama, que fue el candidato del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012, pero sus opiniones políticas fueron tomando otro rumbo. Un cambio que se hizo visible en la pancarta que colgó en la puerta de su negocio a raíz de la pandemia de covid-19: «Zona libre de mascarillas, más conocida como Estados Unidos».

Las medidas contra la propagación del virus ejemplificaron la división de la sociedad estadounidense, con los seguidores de Trump oponiéndose al uso de las mascarillas y a otras normas que consideran como una injerencia de las autoridades en la vida privada.

En 2018, en uno de los videos que difundía en sus redes sociales, Babbitt atacaba a los sin techo y a los inmigrantes sin papeles, y también la tomaba con los cargos políticos del Partido Demócrata: «Se niegan a admitir que necesitamos un muro [en la frontera con México]».

Para su hermano Roger, Ashli era «una californiana normal». «Los asuntos que le preocupaban eran los mismos que nos preocupaban a todos», señaló a los medios.

Fanática de Trump, la exmilitar no se contentaba con seguir sus mítines y llevar la distintiva gorra roja con el eslogan ‘Make America Great Again’ (MAGA). En Twitter, se definía como «libertaria» y difundía de forma frenética las teorías conspiracionistas del movimiento extremista QAnon, que, entre otras cosas, definía a los miembros del Partido Demócrata como pedófilos y satanistas.

«Nada nos detendrá... Ellos pueden intentarlo, intentarlo e intentarlo pero la tormenta está aquí y estará abriéndose paso en Washington en menos de 24 horas... ¡De la oscuridad a la luz!», escribió Babbitt en la víspera del asalto al Capitolio.

Esa imagen es utilizada con frecuencia por los seguidores de QAnon para simbolizar la supuesta lucha del bien contra el mal.

Para algunos, ultraconservadores, Babbitt era una ‘luchadora por la libertad’ caída en combate. Pero para otros la imagen de ’patriota americana’ no era más que un cuento.

Su madre, Micki Witthoeft, ha resumido así la división de Estados Unidos que su hija encarna: «La mitad del país la ama y la mitad del país la odia».