A cuenta de la covid-19, no hay manera de que la campaña 2021/22 tire adelante como es debido. Pero a trancas y barrancas los partidos se están disputando. Y si no es el coronavirus, es la nieve y si no, alguna otra contingencia. En fin, a pesar de todo, Saski Baskonia jugará este viernes a las 20.00 en Euskal Herria su partido en el OAKA de Atenas, a pesar de que el temporal de nieve ha puesto este duelo en solfa casi hasta última hora, por no hablar del brote de covid-19 que deja a los de Neven Spahija compuestos y en cuadro.

Porque a Alec Peters y Arturs Kurucs, conocidas ausencias desde la semana pasada, se le ha sumado Tadas Sedekerskis, anuncio realizado por el club gasteiztarra a primera hora del jueves, por lo que el ala-pívot lituano se encuentra ya aislado.

«Tenemos que vivir esta situación y esperar a que termine. Los jugadores son positivos y lo entienden», ha declarado Neven Spahija a este respecto, que ha subrayado que se siente mal hablando de las bajas y las lesiones porque pueden sonar a excusa y él no es así. «Otros equipos también tienen problemas», ha subrayado.

Pero que suene o no a excusa no invalida que existan los problemas. En el reciente partido de los gasteiztarras ante San Pablo Burgos, los de Spahija solo pudieran echar mano de ocho miembros, debiendo dar de alta a Lamar Peters y con un Vanja Marinkovic que, pese a vestirse de corto, no pudo saltar a la cancha al no estar reestablecido en plenitud.

Algo deberá inventar el preparador de Sibenik este viernes en la cancha de Panathinaikos, porque además el esfuerzo merece la pena. Los gasteiztarras ocupan la decimoquinta plaza de la Euroliga, con un balance de 7-13 que alimenta el desaliento entre los gasteiztarras, pero que de ninguna manera debe hacer presa, y menos ante el Panathinaikos más débil y accesible de la historia moderna de la Euroliga.

Porque el PAO, histórico ganador de la Euroliga en los años 2007, 2009 y 2011, vive años de bajón presupuestario y de juego y en esta campaña 2021/22, ocupa la penúltima plaza con un balance de 4-15. Es decir, que su motivación para hacer algo productivo en esta Euroliga brilla por su ausencia, o se limita casi exclusivamente a poder darle alguna alegría a su afición.

Los gasteiztarras tienen el Top 8 a tres victorias, pero aún le restan 14 jornadas para poder remontar y optar a, por lo menos pelear hasta el final. Para ello, permanecer unido es lo esencial, en opinión de Neven Spahija.

«Cuando un equipo está unido y pierde, aprende de lo que hace mal y sale», ha explicado el preparador croata, sabedor que además el propio Panathinaikos tienen bajas como Kendrick Perry, desvinculado del cuadro ateniense y la llegada apresurada del base serbio Stefan Jovic.

Con todo, Spahija ha valorado al PAO diciendo que, aunque no sea el de sus mejores días, «cualquiera que juegue ahí lo hará duro», añadiendo que «no es fácil jugar allí porque tienen una afición impresionante».

Preguntado por el mercado, el preparador baskonista ha incidido en que fichar por fichar no le vale de nada y se ha mostrado más partidario de sacar un jugador de la cantera que de incorporar a otro que no sirva.

«El mercado esta muy complicado porque la NBA no para por la covid y está haciendo contratos de 10 días», ha explicado el técnico baskonista.

Retraso en el Lenovo Tenerife-San Pablo Burgos

Este jueves tenía un foco de atención de cara a la clasificación, o no, de Bitci Baskonia en la próxima edición de la Copa, ya que Lenovo Tenerife debía jugar en la cancha de San Pablo Burgos uno de sus dos partidos aplazados de la primera vuelta de la Liga Regular de la Liga ACB.

No obstante, un caso positivo por covid-19 en el bando castellano ha vuelto a retrasar esta cita, en principio al viernes a las 18.00, y a la espera de los resultados de las pruebas PCR en el conjunto que entrena Paco Olmos.

A falta de lo que estas pruebas complementarias revelen, los de Txus Vidorreta parten con ocho victorias, uno menos que Saski Baskonia, y con un average general de +14, igualado con el cuadro gasteiztarra.

En el seno baskonista han de esperar a que los tinerfeños caigan en sus dos partidos –el del viernes en Burgos y el domingo en su cancha frente a Valencia Basket– o que, en caso de que ganen uno de los dos duelos, terminen con el average general en menos de ese +14. De otro modo, serán los aurinegros quienes disputen la Copa en detrimento del cuadro gasteiztarra.