Maitane Aldanondo

Un intermediario digital para agilizar la compraventa de piezas de desguace

a empresa bilbotarra Desguacer conecta talleres y desguaces de forma sencilla, lo que facilita a los profesionales encontrar los componentes que necesitan. La implantación del servicio está superando las expectativas iniciales que sus responsables se habían fijado.

David García, Jon Magro e Ignacio Santos son los creadores de Desguacer. Los tres tienen otros negocios previos y aportan sus conocimientos en distintos campos a esta  iniciativa.
David García, Jon Magro e Ignacio Santos son los creadores de Desguacer. Los tres tienen otros negocios previos y aportan sus conocimientos en distintos campos a esta iniciativa. (DESGUACER)

Reparar un vehículo con una pieza de desguace es una solución más económica, pero dar con la necesaria a menudo supone  a los profesionales invertir tiempo y realizar varias llamadas. Para «optimizar y agilizar» la gestión de compraventa de piezas entre profesionales, tres emprendedores vizcainos han creado Desguacer, una herramienta digital que une talleres y desguaces.

«Ignacio me preguntó si teníamos este tipo de problema. Nunca me había fijado, pero cuando en el taller pedíamos una pieza de desguace teníamos que estar llamando a uno y a otro para conseguirla», recuerda Jon Magro al preguntarle sobre el origen de la idea. Conoce el sector de la automoción, ya que es propietario de un par de concesionarios de vehículos de ocasión, mientras que sus socios aportan experiencia en otros ámbitos relacionados con el proyecto: David García es experto en marketing digital e Ignacio Santos, especialista en emprendimiento e innovación. Es un sector «con mucho potencial», en el que ya había un par de empresas «potentes» centradas en particulares. Con el objetivo de diferenciarse y ser únicos en el Estado se decantaron por una plataforma exclusivamente para profesional donde estuviesen talleres, carrocerías, concesionarios y desguaces.

Los tres tienen negocios, pero ninguno en el ámbito tecnológico. «Son proyectos muy largos y hay que tener mucha fortaleza para aguantarlos; mucha gente desiste antes incluso de salir al mercado porque los desarrollos tecnológicos son muy lentos», advierte Magro. A pesar de las dificultades que entraña, anima a cualquiera con una idea a seguir adelante: «Que persiga sus sueños, porque es lo más bonito que hay. Poder trabajar para uno mismo y poder desarrollar una idea y que esa idea se haga realidad». Además de con fondos propios, han financiado el proyecto con una ayuda del programa de apoyo a la Creación de Empresas Innovadoras de la Diputación Foral de Bizkaia.

Canal de comunicación
Marca, modelo y pieza. El taller introduce esas características en la plataforma –tanto desde el móvil como desde el ordenador– y la solicitud llega a todos los desguaces asociados. Quienes dispongan de esa pieza, le ponen un precio e incorporan una breve descripción sobre su estado. Las ofertas llegan directamente al profesional que la requiere y escogerá la oferta que más le interese. Desguacer sólo es el intermediario que pone en contacto a ambas partes, un canal de comunicación, pero la compraventa queda fuera de la herramienta. Magro destaca que actualmente el 90% de las piezas solicitadas se consigue.

Monetizan su servicio con cuotas mensuales, «algo muy mínimo» a cambio de estar dentro de una plataforma que «agiliza y estructura más sus negocios». Tienen una cuota básica, limitada a cinco piezas por mes, y otra ilimitada. El precio para los talleres es de 19,95€ y 29,95€, respectivamente; mientras que para los desguaces es de 49,95€ y 99,95€.

Lanzaron la plataforma en marzo de 2020, una semana antes de la pandemia. Han abordado el mercado de modo personalizado, han ido «uno por uno» a sus clientes, algo que Magro cree que no se había hecho anteriormente y «es muy importante en este mundo». De hecho, considera que la labor comercial que han llevado a cabo es una de las razones que explican sus buenos resultados. En menos de dos años de actividad han superado los 200 desguaces y los 2.000 talleres registrados, un objetivo que esperaban alcanzar a finales de 2022. «Hemos recortado bastante los plazos, no pensábamos que la aceptación iba a ser tan buena».

Aspiran a que Desguacer sea «un referente en la venta de piezas recicladas». De cara al futuro, buscan alianzas tanto tecnológicas como comerciales para poder crecer «exponencialmente». Es un momento de cambio en el que el mercado se está profesionalizando y la digitalización está creciendo entre sus clientes. No tienen claro en qué sentido, pero quieren dar un salto «con calma y con las cosas claras», para crecer mucho más rápido. No descartan la internacionalización si surge la oportunidad, pero de momento quieren «hacer las cosas bien aquí».