Obra: ‘Erresuma/Kingdom/Reino’
Dramaturgia, espacio escénico y dirección: Calixto Bieito.
Intérpretes: Eneko Sagardoy, José María Pou, Joseba Apaolaza, Miren Gastañaga, Lander Otaola, Lucía Astigarraga… entre otros.
Producción: Teatro Arriaga
Lugar y fecha: Naves del Matadero, Madrid . 11/03/22

Una selección de fragmentos de obras de Shakespeare a base de extractos de los momentos más significativos de los monólogos de los reyes, reinas, edecanes o personajes ficcionales que alcanzan una gran significación es el tejido con el que Calixto Bieito urde un espectáculo que destaca por su ensamblaje dramatúrgico, una sucesión de escenas que se encadenan a base de una liturgia en la puesta en escena que ayuda a la complejidad de una casi imposible unidad, pero que logra una unificación estética, un asunto primordial para poder asimilar esta propuesta tan exagerada en ciertos pasajes, tan contradictoria, con un trasfondo inquietante, una final de un campeonato de fútbol de 1966 que ganó Inglaterra tras un gol más que dudoso.

Once son los intérpretes que dan vida a los personajes y, como en tantas ocasiones, la diglosia interpretativa tiene un efecto detectable a simple vista. Nos quedamos con Falstaff, un personaje casi secundario en todo lo propuesto, porque está interpretado por José María Pou, que sabe darle todos los matices, jugar con todas las posibilidades que le ofrece los textos shakespearianos, así como introducir un instante de realidad, hablando en primera persona. El resto cumple, con sus esfuerzo notables, su facilidades y excelencias. Hacia el final se nos da un nueva vuelta a la tuerca licenciosa, Miren Gastañaga interpreta a Ricardo III, el que era capaz de dejar su reino por un caballo, y nos convence por su calidad interpretativa.

Un escenario blanco inmaculado, donde la sangre sobresale, con una iluminación que sugiere, un vestuario que aporta más distancia que ilustración, conforman en conjunto una obra que propone lecturas abiertas sobre el poder, el odio y la violencia política. A veces la palabra se esconde entre un exceso de ruido físico. Lo innegable es que se trata de un teatro muy elaborado, cercano a lo exquisito, para públicos adultos.