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El Festival de Cine y DDHH de Donostia premia a la escuela saharahui Abidin Kaid Saleh

La escuela saharaui de cine Abidin Kaid Saleh, que cumple diez años de existencia, ha sido premiada por el Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia. Su director ha reivindicado una labor que sirve para contar con sus ojos el conflicto político y da a conocer su cultura.

La comparecencia ha tenido lugar en el teatro Victoria Eugenia de Donostia.
La comparecencia ha tenido lugar en el teatro Victoria Eugenia de Donostia. (@GizaZinemaldia)

La Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, del Sahara Occidental, ha recibido este jueves el Premio del 19º Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia por sus diez años de trayectoria formando a cineastas que llevan a las pantallas historias del pueblo saharaui, su cultura y el conflicto que les llevó al exilio desde 1975.

El director de la citada escuela, Brahim Chagaf, ha recogido el galardón de manos del alcalde donostiarra, Eneko Goia, en un acto en el teatro Victoria Eugenia en el que también han tomado parte el director del Festival de Cine y Derechos Humanos, Josemi Beltrán; los cineastas saharauis Ahmed Moh Lamin, autor del cortometraje ‘El precio de la belleza’; y Lafdal Mohamed Salem, autor del corto ‘En busca de Tirfas’; así como la directora del Festival de Cine del Sahara FiSahara, María Carrión.

Goia ha puesto en valor el «especial vínculo que San Sebastián ha mantenido siempre con el pueblo saharaui» y ha denunciado la «injusta realidad» que vive y la «especial deuda» que se tiene con él. Además, se ha mostrado crítico con el cambio de postura del Gobierno español y ha acusado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de «muy poca transparencia» y de «actuar de forma interesada, en cierto modo, traicionando al pueblo saharaui».

Por su parte, Brahim Chagaf ha mostrado su «profundo agradecimiento» por este reconocimiento a una escuela que cuando se creó fue «vista como una auténtica locura», ya que en un campo de refugiados donde faltaban hasta medicamentos algunos pretendían dedicarse al cine y el audiovisual.

Más que dunas y atardeceres

El director de la Escuela Abidin Kaid Saleh, que toma su nombre de un reportero gráfico que documentó la primera guerra en el Sahara y que ya ha formado a cinco generaciones de cineastas, surgió, entre otros motivos, por el «enfado» que les causaba que lo que se mostraba en películas y documentales sobre el Sahara era «dunas, atardeceres, imágenes bonitas para algunos», pero «no se profundizaba» en la cultura del pueblo saharaui.

Por ello decidieron «contar con nuestros ojos el problema político» del Sahara, que requiere de «una solución política».

Sobre cómo es posible desarrollar la actividad de una escuela de formación audiovisual con las limitaciones de un campo de refugiados, ha subrayado que «la necesidad genera más soluciones e ideas» y lo importante es «dar con las personas y momentos adecuados», aludiendo a las redes creadas entre con el FiSahara y otros festivales que les prestan apoyo. «Desarrollamos un modelo de cine pobre, en el que una persona sirve para todos los departamentos de un rodaje», ha explicado.

«No solo formamos cineastas, sino que adquirimos un lenguaje, porque es fácil hacer cine pero muy difícil hacer tuyo algo que la gente lleva haciendo muchos años», ha señalado. La entrega oficial del galardón  tendrá lugar este viernes a las 20.00 en la gala de clausura.