La coordinadora Mayores frente a la Crisis ha pedido ayuda al Parlamento navarro para encauzar y superar los problemas que la digitalización ha provocado en el acceso a los servicios públicos y en el sistema financiero, unas demandas que los grupos han dicho compartir.

Por un lado, Jesús Suescun ha denunciado que, con las tecnologías, las grandes empresas y la banca, pero también la Administración, «no nos dejan ir» de forma presencial, cuando, por ejemplo, en Sanidad es para los mayores muy importante el contacto personal y en especial cuando son personas que viven solas, por lo que ha instado a recuperar esta atención.

Guadalupe Yoldi ha reivindicado un mejor trato por parte de las entidades financieras y para ello, ha pedido al Parlamento que haga un seguimiento de horarios, cierre de sucursales y de las consecuencias de la digitalización, porque los mayores necesitan gestores, efectivo en cajeros pero también en ventanilla sin comisiones, tarjetas y cuentas gratuitas para sus pensiones.

Ha reclamado además formación, módulos de digitalización desde la base. Para ello, ha indicado que se pueden aprovechar fondos europeos y locales de los clubes de jubilados para superar el obstáculo que hoy les puede suponer a muchos mayores la declaración de la renta o la venta de billetes y las compras on line. La digitalización, ha añadido, «puede suponer un empoderamiento», pero hay que «proteger los derechos, establecer un periodo de transición entre la atención personal y los servicios telemáticos».

Manuel Burguete ha añadido que las administraciones están haciendo esfuerzos para mejorar las habilidades digitales de las personas mayores en clubes de jubilados de toda la geografía navarra y que se ha conseguido reducir en varios puntos la brecha, «pero sigue existiendo un amplio colectivo al que hay que atender» y el Observatorio Social podría «seguir de cerca» este problema, igual que las Oficinas de Información «pueden servir de apoyo».

Fernando Viedma ha explicado que representan a una generación que trabajó y luchó por el bienestar y porque las personas tuvieran una vida digna, y por eso, cuando hablan de exclusión financiera, brecha digital o «maldad» de algunos bancos, hablan de mayores, pero estos problemas también afectan a personas con discapacidad o en la pobreza.

Son, ha precisado, colectivos que se encuentran «desarmados» ante una digitalización a la que «no nos podemos oponer, pero sí pedir que no deje a nadie en la cuneta y se está quedando muchísima gente», al tiempo que ha recordado los miles de millones de dinero publico prestados a la banca, que ahora tiene que «prestar atención a la ciudadanía».

Respuesta de los grupos

Ante la propuesta en el Parlamento, Patricia Perales, de EH Bildu, ha considerado «totalmente sensatas» las demandas de la Coordinadora, criticado que el plan de envejecimiento activo haya quedado «totalmente olvidado» y que se aumente la cuantía de las pensiones.

Por Geroa Bai, Isabel Aramburu ha calificado de «grave» la «exclusión» al acceso a los servicios. En el ámbito financiero, con más de 40.000 personas que en Nafarroa viven en localidades que no tienen atención bancaria, ha apostado por el cumplimiento de la ley de accesibilidad y sus planes, y sostenido que el uso de medios telemáticos es voluntario, pero una «obligación» que las instituciones estén del lado de los ciudadanos.

Carlos Mena, del PSN, ha lamentado la «indefensión» provocada en mayores y colectivos más vulnerables, brecha que aún es más acusada en el medio rural. Por Navarra Suma, Marta Álvarez ha indicado que no puede desaparecer la atención presencial, porque da «calidez y calidad», algo que «se ha perdido».

Por su parte, Mikel Buil, de Podemos, ha afirmado que «la digitalización financiera no es sino una reconversión bancaria para maximizar el beneficio», por lo que una banca pública «garantizaría mejor los derechos». Y en materia de pensiones, ha señalado que habrá que «darlo todo» para mejorar las mínimas.