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Actividades humanas, rayos y el tren provocaron los incendios en Nafarroa

El Gobierno navarro ha hecho balance de daños de la ola de incendios en el Parlamento, en una sesión en que ha destacado el compromiso de asumir la recuperación de propiedades públicas y privadas afectadas.

Los incendios afectaron a un total de 12.000 forestales y 2.257 de cultivo en Nafarroa.
Los incendios afectaron a un total de 12.000 forestales y 2.257 de cultivo en Nafarroa. (Idoia ZABALETA | FOKU)

El Gobierno de Nafarroa se hará cargo de los trabajos de recuperación de toda la superficie forestal afectada por los últimos incendios, tanto de las propiedades privadas como de las entidades locales y propiedades del Ejecutivo, ha afirmado este jueves la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez.

La consejera, quien ha comparecido en comisión parlamentaria para hacer un balance de los incendios, ha señalado que la superficie de cultivos afectados asciende a 2.257 hectáreas, de las que más de 2.000 corresponden a cultivos de cereal. Además, 86 son de frutos secos, 36 de viñedo y 33 de olivar.

Prácticamente el 100 % de la superficie de cereal está asegurada: un 73 % en el caso del viñedo y un 22 % en olivar.

Confianza en recuperación natural

Respecto al terreno forestal, se sigue trabajando para cuantificar la superficie afectada, aunque se calculan en torno a 7.600 hectáreas de monte mediterráneo y pastos arbustivos y 4.500 de masa arbolada (principalmente coníferas). El personal técnico del Departamento considera que, por las características del fuego, de muy rápida propagación, y de los sistemas forestales afectados, el porcentaje de recuperación natural será elevado.

Respecto a la superficie afectada, la consejera ha apuntado que hay que diferenciar entre la superficie incluida dentro del perímetro del incendio y la realmente afectada dentro de ese perímetro.

La primera, ha dicho, está en torno a las 15.000 hectáreas. El incendio con una superficie perimetrada mayor fue el que afectó a la zona conformada, entre otros municipios, por Uterga, Legarda, Obanos, Muruzabal, Gares, Girguillano, Zabaltza y Belaskoain con un total aproximado de 6.200 hectáreas.

La mayoría de los montes afectados corresponden a sistemas mediterráneos, adaptados al fuego. Las superficies conformadas por matorrales, pastizales, coscojares, quejigares y masas mixtas tendrán previsiblemente una rápida recuperación.

Por otro lado, las masas de coníferas afectadas, principalmente de pino laricio, serán evaluadas en los próximos días a fin de conocer su grado de afectación.

La superficie potencialmente afectada por los incendios en la zona de San Martín, Eslaba, Lerga, Uxue y Galipentzu incluye también masas de pino alepo. Esta especie de pino, ha asegurado la consejera, tiene una alta capacidad de regeneración natural tras el paso del fuego por lo que se prevé una pronta recuperación de la zona.

Fauna afectada

En cuanto a la fauna, se han visto afectadas en mayor o menor medida aves rapaces como alimoche, halcón peregrino, buitre leonado, águila de Bonelli, quebrantahuesos y águila real. También otras aves como cernícalo primilla, azores, gavilanes, pícidos o milanos reales y negros, águila culebrera y águila calzada.

Los incendios han afectado asimismo a carnívoros medianos como el gato montés y murciélagos forestales (como el murciélago pequeño de herradura catalogado como vulnerable en el Catálogo de Especies Amenazadas de Nafarroa), ungulados y algunos anfibios y reptiles de interés.

La recuperación de la fauna, ha informado la consejera, vendrá de la mano de la restauración de la vegetación.

Gómez ha avanzado en su comparecencia que el Gobierno de Nafarroa se está planteado trasladar a las entidades locales el próximo día 4 la posible cesión de la gestión de los montes de aquellas que no tengan capacidad de mantenerlos o por otras razones al Ejecutivo del herrialde, a sus actuales estructuras reforzadas o a un ente similar al existente en el Estado francés.

Las causas, variadas

En cuanto a las causas, diferentes factores, como rayos, la actividad agrícola o las chispas del tren, desataron entre el 15 y el 22 de junio la que ha sido la mayor ola de incendios de la historia de Nafarroa. Así lo ha señalado el consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez, en esa sesión especial.

En concreto, ha dicho, las investigaciones apuntan a un rayo en los incendios de Leire, Olleta y Arronitz; la actividad de máquinas agrícolas en los de Uterga-Legarda, Bardenas, Eunate y Berriozar; las chispas de la vía férrea en los de Iza y Ribaforada; la actividad humana en los de Lerate y Uxue, en este caso probablemente intencionada; y por causas aún en investigación en el de Tafalla.

Debate político

El parlamentario de Na+ Miguel Bujanda, tras señalar que «cuando se queman 15.000 hectáreas en un fin de semana en Navarra significa que la gestión política del Departamento es un fracaso sin paliativos», ha apuntado que bomberos y voluntarios han tenido problemas para acceder a muchas zonas «por falta de mantenimiento» de los montes.

Por el PSN, Javier Lecumberri ha afirmado que ésta ha sido «una emergencia brutal», pero en la que no ha habido que lamentar «desgracias personales ni núcleos urbanos gravemente afectados» gracias a todos los efectivos desplegados para la extinción de los incendios. Ha instado a «sacar el ruido estéril» de este debate.

Pablo Azcona, de Geroa Bai, quien ha recordado que ésta ha sido «una situación de excepción», se ha congratulado de que el porcentaje de recuperación de estas masas arboladas vaya a ser elevado y ha subrayado que en Nafarroa «somos ejemplo de gestión forestal avanzada y sostenible».

Por su parte, el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, quien se ha preguntado si es oportuno «transmitir en este momento un mensaje tan positivo» por parte del Gobierno, ha asegurado que en este tema «es difícil tomar medidas restrictivas» para evitar nuevos incendios, porque debe garantizarse el «equilibrio y proporcionalidad» de las mismas.

La parlamentaria de Podemos Ainhoa Aznárez, tras calificar los datos de los incendios de «espeluznantes», ha incidido en la necesidad de la formación ambiental de los escolares para «actuar desde edades tempranas» en este tema.

Marisa de Simón, de I-E, ha considerado que «la pregunta que nos hacemos todos es si se podía haber actuado mejor» ante los incendios forestales y ha resaltado que «de momento, certezas tenemos pocas».