El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, las organizaciones que conforman la Carta de Derecho Sociales y otros sindicatos se han movilziado a lo largo de la jornada de hoy en las capitales de Hego Euskal Herria.

Haciendo frente a la lluvia, miles de ciudadanos han salido en Gasteiz, a la mañana, y en Bilbo, Donostia e Iruñea a la tarde. En total, según los organizadores, más de 15.000 personas han participado en las cuatro movilizaciones de este sábado.

La manifestación más multitudinaria se ha vivido en Bilbo, donde miles de personas han acudido a la marcha que ha partido desde la plaza del Sagrado Corazón. Tras una pancarta que rezaba «Soldata, pentsio eta zerbitzu publiko duinak! Ante el empobrecimiento, ¡reparto de la riqueza!», los manifestantes han gritado proclamas en defensa de la sanidad y el derecho a la vivienda, y contra la pobreza.

Antes de comenzar la marcha, la coordinadora general del sindicato LAB, Garbiñe Aranburu, ha denunciado que «en Euskal Herria, más de la mitad de los trabajadores vive en una situación precaria, sin empleo digno y con ingresos inferiores a 1.400 euros, precisamente por debajo del 60% del salario medio que recomienda la Carta Social Europea», y ha apuntado que entre los pensionistas «la situación no es mejor, ya que los ingresos del 34% no llegan a los 1.000 euros».

Además, Aranburu cree que «las reformas que han legalizado la precariedad han multiplicado a las patronales la posibilidad de explotar a los trabajadores, y la última reforma laboral no ha recuperado derechos».

Por su parte, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha subrayado que la instituciones de Euskal Herria «se niegan a afrontar la actual crisis energética», y ha reivindicado la necesidad de «poner límites al oligopolio de la energía y establecer un control público de los precios».

«Pedimos a los gobiernos de Urkullu y Chivite que se alejen de los poderes económicos y que se pongan del lado de la gente», ha explicado el secretario general de ELA, incidiendo en que ambos gobiernos son «de los pocos que no hablan de fiscalidad en Europa», calificando de «insuficientes e indefendibles» los presupuestos que han presentado en Gasteiz y en Iruñea.

Apoyo de los pensionistas

A la altura de la plaza Moyua, cientos de pensionistas aguardaban para unirse a la manifestación principal. El portavoz del Movimiento de Pensionistas, Jon Fano, ha destacado la importancia de esta convocatoria, organizada de manera conjunta entre los diferentes colectivos que conforman la Carta de los Derechos Sociales. Sobre las principales demandas de los pensionistas, Fano ha señalado que exigen actualizar los salarios de acuerdo a las subidas del IPC, al igual que las pensiones, sobre las que ha dicho que deberían ser de al menos 1.080 euros.

Además de en las cuatro capitales, los pensionistas también se han movilizado este sábado en Eibar y Altsasu, dentro de una dinámica conjunta con pensionistas de otros pueblos y naciones del Estado español.

«Momento de cambio de Rumbo»

«Mostramos nuestro rechazo más rotundo a que la alternativa de los poderes públicos a la alctual crisis sistémica sea promover que unas pocas personas acumulen cada vez más riqueza a costa de empobrecer a la clase trabajadora», han señalado al final de la movilización en la capital alavesa. Bajo el lema ‘Soldata, pentsio eta zerbitzu publiko duinak! Ante el empobrecimiento, ¡reparto de la riqueza!’ una multitud ha hecho frente a las adversas condiciones meteorológicas.

La reducción de los servicios públicos, el trabajo «invisible y no reconocido» de los cuidados y la «destrucción de ecosistemas y biodiversidad» también han ocupado su lugar en las protestas.

Han definido como «un ataque frontal a nuestros derechos», los «desorbitados» precios de vivienda y alquiler, así como el «deterioro de los servicios públicos» y una crisis climática que «exige decisiones prácticas».

«Es inaceptable que mientras vemos que se nos recortan derechos y se atacan salarios, pensiones y servicios, las empresas del Ibex 25 obtengan récords de beneficios», han denunciado. En ese sentido, han recordado que entre 2021 y 2019 estas empresas han aumentado sus ganancias un 83%.

Por ello, han reclamado un «reparto equitativo de la riqueza, la recuperación del poder adquisitivo en función, como mínimo, del IPC real, acabar con la brecha de género, garantzar y mejorar servicios públicos universales, garantizar la vivienda, la energía, la alimentación y apostar por la paza ante una escalada bélica de terribles consecuencias». En cifras, un salario mínimo de 1.400 euros en Hego Euskal Herria y unas pensiones mínimas de 1.080 euros.

El mensaje a los gobiernos de Lakua e Iruñea ha sido directo. «Que dejen de mirar a otro lado». «Es un momento de cambio de rumbo radical el sistema y, por ende, de las políticas públicas que se aplican en estos momentos», han insistido.