Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

La Real continúa en su particular atasco y no pasa del empate en casa ante el Cádiz

Tercer partido consecutivo en el que los donostiarras no consiguen sumar tres puntos ante su público. La ventaja sobre el Atlético se queda en dos puntos, y cuatro sobre el Betis, ambos con un partido menos (0-0).

Carlos Fernández ha tenido una de las ocasiones más claras en la primera parte.
Carlos Fernández ha tenido una de las ocasiones más claras en la primera parte. (Gorka RUBIO | FOKU)

Ni ante el Valladolid (0-1), ni ante el Celta (1-1), ni ante el Cádiz (0-0). Dos puntos de nueve posibles en casa ante tres rivales a priori asequibles es un pobre bagaje para una Real a la que le ha abandonado la chispa con la que retornó del Mundial y se encuentra metida en un atasco de juego y resultados. Tarea para Imanol y su equipo buscar la salida, que el jueves hay otra cita de alto voltaje en Roma.

De inicio el de Orio ha dado por finiquitada, de momento, la probatura de colocar a Barrenetxea como lateral derecho, y ha dado la titularidad a Gorosabel, aunque la sorpresa ha llegado en la punta de ataque, con la entrada de Carlos Fernández por Sorloth.

En los prolegómenos del encuentro, ambos porteros han posado con su indumentaria negra en homenaje a Iribar, atendiendo la petición del Athletic en el 80 cumpleaños del guardameta zarauztarra.

La Real ha monopolizado el balón desde el saque inicial, con un Cádiz que esperaba sin complejos en su campo y que se esmeraba en cerrar los pasillos interiores. Una oferta para entrar por las bandas que los donostiarras no han sabido explotar con Rico y Gorosabel, ni tampoco más adelante con un cambio de dibujo para situar a Take y Oyarzabal más abiertos.

Gran maniobra

Carlos Fernández ha tenido la más clara de la primera parte cuando se cumplía el 45, con una gran maniobra en el área que no ha podido culminar por centímetros. Hasta ese momento, sólo un inocente testarazo de Merino y alguna frivolidad de Ledesma, el meta gaditano.

En el otro área, lo único reseñable ha sido un fallido remate de Bongonda en un balón caído del cielo.

La segunda mitad ha despegado con una marcha más, y Mateu ha elevado la gélida temperatura al no pitar una mano en el área de los andaluces, de esas que aún nadie sabe cuándo son penalti y cuándo no.

El marcador no se movía e Imanol ha recurrido a la artillería pesada, con Silva y Sorloth saltando al verde en el 60 por Brais y Carlos Fernández.

Remate al palo

Pero el que casi marca ha sido Roger Martí. El delantero gaditano ha controlado un saque largo de su portero que la zaga blanquiazul no ha sabido despejar y tras recortar a Remiro ha disparado al palo. El fantasma del día del Valladolid rondaba Anoeta (m.67).

La Real lo intentaba por tierra, mar y aire, pero seguía sin hallar la tecla y comenzaba a dar signos de desesperación. A diez minutos del final, Fali ha salido el peor parado de un choque a tres bandas junto a Le Normand y Ledesma, en el que el portero se ha llevado por delante a su compañero y al jugador realista tras rematar este el balón. El partido ha estado varios minutos parado por el golpe en la cabeza del defensa anarillo, que ha tenido que ser retirado en la camilla de la Cruz Roja.

Los once minutos de alargue tampoco han dado fruto alguno, con los jugadores blanquiazules acuciados por las prisas y haciendo la guerra cada uno por su cuenta. La última la ha tenido el retornado Silva, pero ni por esas. Toca hacer las maletas y viajar a la Ciudad Eterna.