Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

«The Special One», más de dos décadas de éxitos desde el Benfica hasta la Roma

La Real visita esta noche la capital de Italia para disputar la ida de los octavos de final de la Europa League. En el banquillo rival se sentará el portugués José Mourinho, un viejo conocido que lleva más de veinte años y cerca de 1.100 partidos en la primera línea continental.

Mourinho es expulsado en un partido de la Serie A ante el Torino, el pasado noviembre.
Mourinho es expulsado en un partido de la Serie A ante el Torino, el pasado noviembre. (Federico PROIETTI | EUROPA PRESS)

«Para ser un campeón es necesario tener un talento especial. Uno no es especial si no se gana, pero yo gano». Con esa carta de presentación se plantó el portugués José Mourinho en Londres en 2004. Nadie podrá acusarle de falsa modestia. La prensa inglesa no desaprovechó el caramelo y le bautizó como ‘The Special One’.

A sus 60 años recién cumplidos, José Mário dos Santos Mourinho Félix (Setúbal, 1963), lleva más de dos décadas en primera línea y su camino vuelve a cruzarse con el de una Real Sociedad que no pudo con él durante las tres campañas que estuvo al frente del Real Madrid.

Los donostiarras solo rascaron un punto en la penúltima jornada de la temporada 2012-13 gracias a un espectacular empate a tres en el adiós de Philippe Montanier ante la afición blanquiazul.

Higuaín adelantó a los blancos muy pronto y ya en la segunda mitad Callejón doblaba la ventaja. La Real se había topado hasta ese momento con un Diego López infranqueable, pero Xabi Prieto recortó distancias desde el punto de penalti y Griezmann empató a pase de Carlos Martínez en el 77. Dos minutos después Kedhira volvía a poner por delante a los merengues, pero en el descuento Prieto igualaba de cabeza. Un punto de oro en el camino hacia la que hasta ahora ha sido última participación de la Real en Champions.  

Mourinho, como entrenador del Real Madrid, en el banquillo de Anoeta en 2010. A su lado, Aitor Karanka. (Juan Carlos RUIZ / FOKU)

En casa de los Mourinho el fútbol era un ingrediente básico. Su abuelo fue presidente del Vitoria de Setúbal y su padre portero y entrenador. Lo de escribir informes y dirigir equipos ya se le daba bien desde joven, y cuando se dio cuenta de que dándole patadas al balón no iba a triunfar, se graduó en Educación Física y completó un curso de la UEFA para director técnico en Escocia.

Tras pasar por las categorías inferiores de diferentes clubes portugueses, su luz comenzó a brillar cuando fue fichado como ayudante y traductor de Bobby Robson, primero en el Sporting de Lisboa y luego en el Oporto. En 1996 el técnico inglés recibió la llamada del Barcelona, y allí se llevó a Mourinho, quien siguió en la estructura del club azulgrana también con el sucesor de Robson, el neerlandés Louis Van Gaal.

En 2000, con 37 años, el portugués ya estaba listo para volar solo y rechazó la oferta de Robson para acompañarle en Newcastle. Mourinho se hizo cargo del Benfica en sustitución de un viejo conocido de la afición vasca, el alemán Jupp Heynckes, que al año siguiente regresaría a Bilbo para vivir su segunda etapa en el Athletic. Duró sólo nueve partidos con ‘Las Águilas’ de Lisboa, ya que hubo elecciones y el presidente que le había fichado perdió en las urnas.

Primera Champions con Jankauskas

Comenzó la siguiente temporada en el modesto Leiria, pero se marchó a mitad de campaña al recibir la llamada de uno de los grandes, el Oporto. Ahí comenzó su leyenda, y en las dos siguientes temporadas cosechó dos Ligas, una Copa, una Supercopa, una Liga Europa y una Champions. En la plantilla de ‘Os Dragoes’ había un delantero que unos años antes había pasado por la Real, el lituano Edgaras Jankauskas, que jugó 56 partidos oficiales y anotó 19 goles con la zamarra blanquiazul.

Mou ya lo había ganado todo con el Oporto, y los grandes del continente llamaban a su puerta. De ese modo, ‘The Special One’ aterrizó en Londres. Abramóvich no escatimó en fichajes y con el Chelsea fueron tres temporadas a golpe de récords y títulos, hasta seis, entre ellos dos Premier League y una FA Cup. Sin embargo, al poco de comenzar la cuarta campaña el luso se marchó, sin que hasta hoy se hayan explicado los motivos.

De ahí a uno de los clásicos del Calcio, el Inter de Milán, con otras dos Ligas, una Copa y la hasta ahora tercera y última Copa de Europa de los ‘nerazzurri’ (2009-2010), después de las dos logradas en la década de los sesenta con el argentino Helenio Herrera en el banquillo, aquel que decía que se juega mejor con diez que con once y al que se atribuye la partenidad de la mítica expresión «Ganaremos sin bajar del autocar».

Mourinho se saluda con Guardiola en uno de sus numerosos cara a cara. (Tim KEETON / EUROPA PRESS)

Le quedaba otro año de contrato en Italia, pero cuando el Real Madrid marca tu teléfono es difícil decir que no. Con el gasteiztarra Aitor Karanka como segundo de a bordo, fueron tres campañas con una Liga, una Copa y una Supercopa como cosecha, sin títulos internacionales y llevando al extremo la polarización Madrid-Barça, los dos primeros como némesis del azulgrana Pep Guardiola, dos formas de entender el fútbol y el papel del entrenador ante los micrófonos. Un filón para la prensa.

«The Happy One»

En 2013 retornó al Chelsea. Feliz por volver a Stamford Bridge, ‘The Special One’ se presentó esta vez como ‘The Happy One’. En su segundo año ganó Liga y Copa, pero el fútbol tiene la memoria corta y un mal arranque en la 2015-16 dio con sus huesos en la calle en diciembre, con el equipo en 16ª posición. En esta etapa tuvo a sus órdenes a una leyenda como el navarro César Azpilicueta.

Las cinco siguientes campañas las vivió también en la Premier, tres en el Manchester United –con una Liga Europa en la 2016-2017 como mayor hito– y dos en el Tottenham Hotspur.

Mourinho abronca a Herrera en un partido del United. (Ben STANSALL / AFP)

Su última estación hasta la fecha es la Ciudad Eterna, donde en diciembre de 2021 alcanzó los 1.000 partidos como entrenador profesional. Con los ‘giallorrossi’ se apuntó el año pasado la Conference League, al derrotar en la final al Feyenoord de Rotterdam. Esta temporada marcha cuarto y pelea por ser segundo frente a Inter, Lazio y Milan, ya que el líder Nápoles parece inalcanzable.

Expulsado

La Roma viene de dar la de cal y la de arena en las dos últimas jornadas, con derrota ante un Cremonese que no había ganado ningún partido en toda la liga y una victoria ante la Juventus el pasado fin de semana. Mourinho, genio y figura, fue expulsado con roja directa en el choque en Cremona tras mantener sus más y sus menos con el cuarto árbitro. En noviembre también fue expulsado ante el Torino.

Al margen de filias y fobias, cerca de 1.100 partidos dirigidos con un porcentaje de victorias que roza el 70% le avalan, y 26 títulos –entre ellos dos Champions, dos Europa League, ocho Ligas y cuatro Copas–, amén de numerosas distinciones individuales, le encumbran como uno de los mejores entrenadores de la historia.