Maddi Txintxurreta
Aktualitateko erredaktorea / redactora de actualidad

La política en Hego Euskal Herria se juega sobre tableros distintos

Quedan dos meses para las elecciones forales y municipales del 28M en Hego Euskal Herria y los grupos políticos han activado la campaña de manera extraoficial. En un intento de desgranar algunas claves de este momento político, NAIZ ha consultado a tres personas expertas en la materia.

María Chivite, lehendakari navarra, con los consejeros del Gobierno durante un acto en Iruñea.
María Chivite, lehendakari navarra, con los consejeros del Gobierno durante un acto en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Dentro de dos meses, las elecciones forales y municipales en Hego Euskal Herria caerán sobre una población descolocada anímica y económicamente por un contexto global difícil que tendrá que ordenar sus ideas para ponerlas en una urna. Cabe prever un desánimo electoral y, por lo tanto, una elevada abstención. Y cabe pensar todo lo contrario y que la gente acuda a los colegios electorales a por soluciones próximas y factibles.

De una u otra manera, «el contexto siempre afecta a las elecciones», determina la periodista Estitxu Garai, quien cree que pueden pasar las dos cosas. «Cuando la gente tiene tantas preocupaciones la prioridad pasa a ser la supervivencia y no la participación política. Pero también puede pasar que una propuesta política, que probablemente venga de la izquierda, consiga conectar con las preocupaciones de la ciudadanía y esto provoque una participación mayor», explica.

Sea como sea, el 28M está al caer, pero ¿hay ambiente preelectoral? «El 45% de la ciudadanía vasca no tiene pensado ir a votar, es un porcentaje diez puntos más alto que el de las últimas municipales», ha determinado el doctor en Ciencias Políticas y Sociología Braulio Gómez, tras comparar datos de encuestas electorales de este y otros años. Y remata, refiriéndose a la CAV: «No hay ambiente electoral porque no existe un clima de cambio».

Gómez: «La ciudadanía está enfocada en disfrutar de un nuevo periodo de paz política y social y pide a la política que no cree líos»

Los partidos políticos, sin embargo, tienen su maquinaria en marcha y fraguan la dialéctica electoral de autocomplacencia y fuego enemigo. Aunque «les ha costado empezar más que nunca», la mayoría de los partidos, «ahora sí, están no en precampaña, sino en campaña», ha apuntado Aner Ansorena, consultor de comunicación política y liderazgo en la empresa Hauda: «Porque, aunque ahora no pueden decir ‘vótame’, están intentando transmitir ‘confía en nosotros’, que es lo mismo con otras palabras».

La agenda política

Las fichas están dispuestas, pero no todas juegan en el mismo tablero. Cabe recordar que las anteriores elecciones forales y municipales en Hego Euskal Herria (2019) se celebraron un mes después de las estatales, que viciaron notablemente la agenda política de la campaña vasca. En esta ocasión el escenario cambia, pero algunas formaciones estarán ojo avizor a las próximas estatales. «Vamos a unas generales en diciembre y estas elecciones de mayo van a cumplir la función de primera vuelta. Tanto el PP como el PSOE lo van a ver de esta manera. Esto afectará a las campañas locales y autonómicas, porque vamos a ver al PP y al PSOE más fuertes que nunca en recursos económicos», señala Ansorena.

Para Garai, la campaña en Hego Euskal Herria abre una oportunidad para volver la vista que algunos grupos políticos y medios de comunicación tienen clavada en Madrid e imponer una agenda propia, y la llave para promoverla, en su opinión, la tienen los grupos vascos que no tienen sede en la capital española. En este sentido, y a pesar de que una de las mejores bazas del PNV es vender la marca del buen gestor, la periodista advierte de que en los últimos años ha habido casos que podrían llevar a electorado a dudar de esa imagen: «Empezando por Zaldibar, que no tuvimos oportunidad de ver qué impacto tuvo en las elecciones porque estábamos en plena pandemia. Está la propia gestión de la pandemia, el caso De Miguel y todos los demás casos de corrupción y amiguismo, o lo que hicieron con Euskaltel». Por ello cree que «si realmente prevalece la agenda vasca y los partidos tienen la capacidad de desplazar el marco a estas cuestiones para que vayamos a las elecciones habiendo realizado una fiscalización real de la gestión política, estos temas influirán en los resultados». «Y estas elecciones –agrega– serán las primeras algo alejadas de los efectos de la pandemia para ver si ese desgaste tiene su impacto en las urnas».

Braulio Gómez, por su parte, no cree que estos temas sean centrales en estas elecciones. Dice que, en todo caso, «el único riesgo que puede tener el PNV es que sus votantes menos satisfechos consideren estas elecciones como elecciones de segundo orden y opten por la abstención como una aviso a su partido pensando que con ello no están poniendo el peligro su victoria».

Ansorena: «En Nafarroa, los números van a ser más importantes que nunca y la clave estará en los pactos de los bloques de izquierda y derecha»

Un repaso a la CAV

Según la encuesta de Aztiker publicada hace una semana, la victoria del PNV en Bizkaia parece indiscutible. También ganaría en Araba, aunque los escaños estarían más repartidos. Esta hegemonía jeltzale y el apoyo a su coalición con el PSE tiene su razón de ser, según Gómez. «Han sintonizado con el estado de la ciudadanía de la última década, que está enfocado más a disfrutar de un nuevo periodo de paz política y social, en el que se pide a la política que no cree líos, que busque acuerdos y que no confronte para llegar más lejos», ha explicado.

En estos dos territorios y también en Gipuzkoa, a excepción de Vox, solamente EH Bildu crecería en porcentaje de votos según esta encuesta; a pesar de ello, el doctor en Ciencias Políticas y Sociología no cree que la coalición vaya a disputar gobiernos el 28M. Y no por desdén, sino por estrategia, aclara, porque «mientras siga manteniéndose el estado de la ciudadanía actual, el PNV puede crecer». «Creo que EH Bildu tiene una estrategia a fuego lento. Su planificación está orientada al siguiente ciclo electoral, porque sabe que el estado de ánimo de la ciudadanía va a cambiar en algún momento. Con esto, creo que ha renunciado a ser la primera fuerza en el ciclo 2023-2024».

Estitxu Garai, no obstante, cree que EH Bildu tiene posibilidades de ganar en Gipuzkoa, aunque habría que ver qué resultados obtendrán y qué posiciones marcarán los eventuales socios, como el PSE y Elkarrekin Podemos, para ver si sería posible formar Gobierno.

«Siempre he pensado que el espacio que ocupa Elkarrekin Podemos podría tener su función, pero en estos momentos parece que sus espectativas son muy negativas y que sus resultados dependen más del momento político que viven en el Estado que del trabajo que hacen aquí», señala.

Gómez hace una ronda rápida sobre los demás partidos: dice que el PSE puede ser premiado por la aceptación de las políticas de Pedro Sánchez y que Elkarrekin Podemos espera al proyecto Sumar.

Garai: «Si una propuesta política consigue conectar con las preocupaciones de la gente esto puede provocar una participación mayor»

Respecto al PP, opina que en Bizkaia y Gipuzkoa le costará remontar, «porque la batalla estatal del PP de Madrid es la que siguen sus posibles votantes aquí, porque un partido tan antinacionalista no encaja con otros espacios que estaba creando el PP vasco». Cree no obstante que en Araba podría tener más posibilidades si en los próximos dos meses coincidiera una ola que perjudique a Sánchez y que Alberto Núñez Feijóo aparezca de forma más moderada.

¿Qué hará el PSN?

En Nafarroa, donde las elecciones son para el Parlamento, el panorama cambia, las posibilidades son más y no están tan claras. La mayor duda es, según Aner Ansorena, qué va a hacer el PSN, un partido «imprevisible». «¿Se va a unir con UPN, que ya no va con el PP? ¿Se va a unir con Geroa Bai si es que EH Bildu no lo sorpassa? Los números van a ser más importantes que nunca y la clave estará en los pactos de los bloques: si el bloque de izquierdas tiene el poder suficiente o si el bloque de derechas va a hacer Gobierno junto al PSN, como ya hemos visto en otras ocasiones», expone.

Hay otra posibilidad: si se repitiera el esquema de 2019 con victoria del PSN en el Parlamento y de EH Bildu en Iruñea, el partido de la lehendakari María Chivite podría apoyar a Joseba Asiron en el Ayuntamiento a cambio del apoyo de la coalición abertzale en el hemiciclo. «Podría pasar», dice Ansorena, incidiendo en la imprevisibilidad de la formación socialista. «Veo a un Joseba Asiron al alza, pero creo también que el PSN, con Emma Saiz, va a sacar un buen resultado. Son los que más campaña están realizando en Pamplona y habrá que ver qué hacen. Pero eso de ‘yo te doy esto y tú me das lo otro’, lo veo cien por cien viable, hay que ver a qué precio», determina.