
En el Mundial de Baloncesto de 2014, una de las sedes de la primera fase fue el Bizkaia Arena de Barakaldo –Barakaldo, que no Bilbo, o al señor Tontxu Rodríguez, a la sazón alcalde de la localidad fabril, le da un mal–. Tremendos dispendios se hicieron para que los Philadelphia 76ers jugaran un amistoso ante Bilbao Basket y para que en las giras europeas de la NBA los logotipos del ayuntamiento de Bilbo y la Diputación de Bizkaia se vieran en los parqués de las pistas. Y, por supuesto, el gran reclamo de aquella primera fase en Bil... ¡Barakaldo! fue la presencia de la selección de los Estados Unidos, con unos jóvenes hoy más que contrastados como James Harden, Stephen Curry, Kyrie Irving –MVP de la final ante Serbia–, Klay Thompson, DeMarcus Cousins, Derrick Rose, Demare DeRozan o Andre Iguodala, entre otros. Tras la eliminación de la selección española en cuartos de final, los estadounidenses arrasaron con todo y se llevaron el oro con total merecimiento.
Pero en el Bizkaia Arena hubo otros protagonistas que dejaron una huella mucho más honda. Por un lado, los «Tall Blacks» de Nueva Zelanda y su «insolencia» de bailar el «Haka» antes de los partidos, incluso ante los Estados Unidos –«El Haka no es un baile. Es un ritual que nos exige estar a la altura, ganemos o perdamos», diría el pívot neozelandés Casey Frank–; ante todo, la inacabable hinchada de fineses que tomaron al asalto el Bizkaia Arena y toda la costa vasca aparte de Bilbo o Barakaldo. El aullido de «los lobos», los «Susijengi», llegó al éxtasis tras su única victoria, ante Ucrania, con un fiestón en las carpas montadas ex profeso alrededor del Bizkaia Arena.
Y además, junto con las selecciones de Ucrania y Turquía, destacó el combinado de la República Dominicana. pese a la ausencia de su jugador referencia, el pívot Al Horford, el cuadro caribeño alcanzó los octavos de final y tanto los periodistas dominicanos como la «fanaticada» que se arrimó al Bizkaia Arena hicieron buenas migas con los muchos aficionados de Euskal Herria que se arrimaron a las gradas. Los dominicanos alcanzaron los octavos de final por los pelos y ya en los cruces, cayeron frente a Eslovenia, pero dejaron en el camino un compendio de vítores que, entre los presentes aquellos días, no se pueden olvidar.
El más famoso fue, sin duda, el «¡Abusador!» cantado a coro y con palmas, lo que suponía un grito de protesta absolutamente insólito. Tanto es así que hasta los árbitros de habla hispana trastabillaron en alguna ocasión, inmunizados ante insultos de trazo más grueso, aquel «¡Abusador!» fue todo un hit. «¡Ahora es!», cantado cuando el duelo comenzaba o reaccionaba el cuadro caribeño, o el alegre «¡No pueden!» cuando «La Dominicana» firmaba la victoria, fueron los otros dos cánticos más sonados.
Huyendo del descenso
De aquel conjunto que anduvo en Barakaldo a las órdenes de Orlando Antigua sobrevive Eulis Báez, un veterano curtido en trillones de batallas a sus 41 años y que apura sus últimos días en el Betis, un equipo que intenta salvarse en la loca carrera de las cuatro últimas jornadas de la Fase Regular de la Liga ACB por evitar ser el otro equipo que acompañe a Fuenlabrada camino a la LEB Oro.

Esa «conexión dominicana» está siendo, de hecho, lo que está salvando al Betis, en vísperas de que se enfrente a Bilbao Basket en San Pablo a las 18.00. Ahora mismo, con un balance de 8-22, los entrenados por Luis Casimiro libran la penúltima plaza, ya que tienen un average mejor que el Granada, con quien se enfrentan en la penúltima jornada, aunque están empatados a triunfos. Asimismo, Manresa, con 9 victorias y Girona, con 10, aún no pueden cantar victoria. Zaragoza, con 11, lo tiene en su mano.
Los mejores días de Eulis Báez quedaron en el recuerdo, sobre todo sus días en Gran Canaria, pero ejerce de cicerone para otros dos compatriotas que están destacando en la posible salvación del cuadro hispalense: el nacionalizado español «Tyson» Pérez y el recientemente elegido Mejor Jugador Joven de la Liga ACB, el base Jean Montero.
Hay otro Tyson en la ciudad
«Tyson» Pérez es un jugador que ha crecido en el mundo del baloncesto a la sombra de Pepe Laso. El exentrenador del Baskonia gusta de ejercer de formador de jóvenes talentos y el hispano-dominicano ha sido una de sus mejores creaciones. Hasta la fecha, sus mejores minutos habían llegado en Andorra, con Ibon Navarro en el banquillo, lo que le había abierto las puertas de la selección española para las «Ventanas FIBA», amén de que algunos equipos de Euroliga lo tienen anotado en sus agendas, entre otras cosas porque ocupa plaza de cupo formativo y esa intensidad no se halla todos los días.
Su gran cruz han sido las lesiones. Esas lesiones frenaron su progresión en Andorra y en su año en Manresa a las órdenes de Pedro Martínez, todavía lejos de su mejor forma física, tampoco dio su nivel. En enero de este año Pérez dejaba el Bages para ir a Sevilla, a formar parte de las filas de un Betis que, un año más, buscaba salvarse a última hora merced a acertar con sus fichajes.
«En ese momento tenía muchas dudas con todo. Era una situación muy jodida, en la que no sabía qué hacer ni estaba bien psicológicamente. Estaba en un bache gordo y sabía que tenía que hacer algo. En Manresa no iban las cosas y desde luego las dos partes tuvimos claro que teníamos que hacer un cambio. El Betis fue una de las opciones que había y creo que era un sitio donde podía jugar, como está siendo, y en el que iba a estar en un ambiente más tranquilo y con gente que conozco. Creo que eso me ha ayudado mucho», declaraba «Tyson» Pérez a la revista «Gigantes» en una entrevista reciente.
Y desde luego con el ala-pívot la han clavado: 16 puntos y 8 rebotes de media, con más energía que nunca a sus 27 años recién cumplidos, Pérez es una de las referencias del cuadro sevillano, y que buscará ponérselo bien crudo a un Bilbao Basket que, salvo el poder meterse en la FIBA BCL de la próxima campaña, ya no tiene mayor aliciente en estas cuatro jornadas que restan para acabar la Fase Regular de la ACB 2022/23.
Una nueva esperanza
Pero si alguien ha revolucionado el conjunto hispalense, no es otro que Jean Montero. Todavía no ha cumplido 20 años –los cumple en julio– y recién acaba de conseguir el galardón al Mejor Joven de la Liga ACB.
Hay que decir que Montero está en Sevilla cedido por el Gran Canaria, club en el que entró de la mano de Eulis Báez en la temporada 2019/2020, aunque jugó con el filial del flamante campeón de la Eurocup.

El gran salto de Jean Montero fue cuando ingresó en la campaña 2020/21 en el «Overtime Elite» estatounidense, un programa erigido por varios exjugadores de la NBA, una alternativa a jugadores que no acuden a la NCAA, sino que se forman, en el ámbito educativo y baloncestístico con la idea de llegar a medio plazo a la mejor liga del mundo. El estilo de juego que propugnan en «Overtime Elite» está bien lejos de las estructuras cerradas de los programas de la NCAA y quisiera asemejarse más al espectáculo de la NBA en Fase Regular, aunque también cuando han jugado partidos eliminatorios entre sus distintos equipos, la seriedad en el juego ha sido también infinitamente mayor.
Montero no es el único jugador no estadounidense que anda o ha jugado en «Overtime Elite». Los exjugadores del Real Madrid como son el francés Alexandre Sarr y el español Izan Almansa sean tal vez los jugadores no estadounidenses más conocidos.
Lo cierto es que, pese a tener varios aspectos discutibles en este programa, los jugadores reclutados por Overtime demuestran un desarrollo innegable en su juego, como es el caso de Jean Montero, como bien claro está quedando tras su irrupción en el Betis en los últimos días de enero.
«Hablamos el mismo idioma y eso lo hace todo mucho más fácil. Congeniamos bien en la pista, de forma bastante natural. No sé si es exactamente por proceder del mismo sitio, pero desde luego lo hay. Y ya le digo, eso facilita mucho las cosas a la hora de jugar y ejecutar todo. Tenemos cierta conexión, está claro», admitía «Tyson» Pérez sobre el base dominicano.
Y es que sus 16,8 puntos, 4,2 asistencias y 3,1 rebotes lo han catapultado en esta Liga ACB, amén de haber sido también uno de los verdugos de Argentina en la última de las «Ventanas FIBA». Sus 22 puntos en Mar del Plata supusieron la derrota de la albiceleste, con lo que los entrenados por Pablo Prigioni se quedaban sin acceso al Mundial que se celebrará este verano.
En un ya lejanísimo 2 de octubre, Bilbao Basket derrotaba a un Betis en el que Eulis Báez era el único dominicano presente. Los de Jaume Ponsarnau ganaban por un cómodo 85-70, luego de lograr grandes parciales en el primer y el último cuarto. Adam Smith, con 23 puntos y Ludde Hakanson, con 16, fueron los principales responsables de aquel triunfo. Pero aquello es historia porque Hakanson no estará, Jeff Withey llegará con lo puesto y el Betis en poco se parece a aquel que tanto languidecía en el amanecer de la Liga ACB 2022/23.
«El Betis está jugando mucho mejor que en la primera vuelta. Han cambiado el roster, están luchando por salvarse y eso les da un extra de motivación y concentración que tendremos que igualar» ha recalcado a este respecto el capitán Xavi Rabaseda, recalcando que deben «aprender del error» que cometieron hace tres semanas en Fuenlabrada.
«Todos los equipos quieren ganar y cuando no estás al cien por cien en esta liga no compites. Si no damos ese cien por cien somos un equipo mediocre. Todo el mundo se queda con el sabor de boca del último mes y tenemos que tener la ambición de terminar lo mejor posible», ha subrayado el alero de Ripoll.

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