Era de noche y han pasado 39 años, por lo que reconocer hoy a los policías que dispararon contra los integrantes de los Comandos Autónomos Anticapitalistas en marzo de 1984, acabando con las vidas de cuatro de ellos, era, sin duda, tarea difícil para Joseba Merino, superviviente de la masacre. Y, en efecto, la segunda rueda de reconocimiento de los policías ha terminado este jueves sin resultado.

Al igual que el pasado 28 de marzo, cuando tuvo lugar la primera rueda de identificación, dos concentraciones, una a convocatoria de Pasaia Argitu y otra de Sare Antifaxista, han reclamado frente al Palacio de Justicia en Donostia que se investigue la masacre de Pasaia. Porque «esto aún no ha acabado», ha resaltado Merino al salir del juzgado.

A la rueda de reconocimiento de este jueves solamente se ha personado un policía, cuando debían haberse presentado tres. Lo que ha pasado con las citaciones es «raro», ha señalado el abogado de los familiares, Santi González, porque ahora les han comunicado que dos de los policías llamados a la rueda están muertos, aunque la defensa no ha presentado ningún certificado de defunción.

Por lo tanto, los familiares y el abogado se centran ahora en los siguientes pasos a dar y González ha adelantado que han pedido a la jueza que la próxima rueda de reconocimiento se realice con las fotografías de carnet oficiales de la época.

Entonces sí y ahora no

Entre los ciudadanos y ciudadanas que han acudido a la concentración convocada por Pasaia Argitu estaban también los familiares de los fallecidos en la emboscada –Dionisio Aizpuru ‘Kurro’, José Mari Izura ‘Pelu’, Pedro Mari Isart ‘Pelitxo’ y Rafael Delas ‘Txapas’– y, entre ellos, Pello Aizpuru, hermano de ‘Kurro’. Ante los medios, ha mostrado en papel el fallo rubricado por el juez Eduardo Calvo Rojas en 1984, quien decidió archivar el caso «al no haber sido justificada la existencia de hechos constitutivos de delito».

«Desde ese día, los aparatos del Estado se pusieron en marcha para que las muertes de nuestros familiares quedaran impunes», ha señalado.

Aizpuru ha recordado que las instituciones vascas, en aquel momento, respondieron con firmeza y convencimiento: los ayuntamientos de Azpeitia y Pasaia denunciaron lo sucedido y pidieron la dimisión de José Barrionuevo, entonces ministro español de Interior. El primer diputado general de Gipuzkoa, Xabier Aizarna, envió un telegrama a los familiares afirmando: «Los han matado».

«Entonces no tuvieron pudor en decir las cosas como las pensaban», ha rememorado el hermano de ‘Kurro’. Sin embargo, ahora, cuando un informe encargado por Lakua reconoce que las cuatro muertes en la bahía de Pasaia fueron producto de una «ejecución extrajudicial» de la Policía española, «las instituciones no dicen nada», ha criticado.

«Nos escondieron el informe. Y ahora estamos esperando al reconocimiento oficial de las instituciones», ha insistido.