Tubacex prevé cerrar el año 2023 con unos resultados superiores a los 20,2 millones de euros de 2022, lo que supondría el mejor dato de los últimos 15 años.

Así lo ha indicado el consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, en una rueda de prensa previa a la Junta General de Accionistas, celebrada en Bilbo, donde se ha aprobado el reparto de un dividendo bruto de 8,1 millones de euros. Se trata del 40% del beneficio neto y se hará efectivo el próximo 6 de junio.

Esmorís, que ha comparecido junto al presidente de Tubacex, Francisco Javier García, ha indicado que no van a decir cifras pero ha dado a entender que podrían estar en unos 40 millones porque, según ha dicho, los resultados del primer trimestre pueden ser una referencia.

«Si veis el resultado del primer trimestre (10 millones), que puede ser un trimestre tipo. ¿Cuántos trimestres tiene un año? Pues, yo creo que por ahí andaremos. Eso es lo que sería lo normal», ha manifestado antes destacar la evolución en la facturación.

Según han dicho, el Plan Estratégico prevé alcanzar los 1.000-1.200 millones en 2025. El pasado año se lograron unas ventas de 714,7 millones de euros y en el primer trimestre se llegó a los 232,2 millones. «Estamos ya en cifras importantes y es lo que nos llevará a revisar el objetivo para 2025», ha afirmado.

«Un tiro en el pie»

La compañía prevé lograr dichas cifras pese al impacto del coste de la energía. A este respecto, Esmorís ha indicado que Tubacex firmó un contrato de compraventa de energía a largo plazo (PPA) que les permite mantener fijo el precio de la electricidad para los próximos tres años, algo que no ocurre con el gas, cuyo coste se multiplicó por diez el pasado año.

Ha remarcado que el incremento del precio de la energía es un problema que sufren sus plantas en Europa, que no se da ni en Asia ni en EEUU; y, preguntados por si eso puede inclinar las inversiones hacia esas zonas, ha opinado que Europa se está «pegando un tiro en el pie».

«Es evidente que se están derivando inversiones y crecimientos a otras áreas geográficas», ha detallado, explicando que, en los últimos años, se está invirtiendo mucho más fuera, especialmente en EEUU, que en Europa. Ha asegurado eso no se debe a la falta de demanda en este continente, sino a que se está perdiendo competitividad.

«Si nuestro cliente no invierte en Europa y lo hace en EEUU, tendremos que ir con él a EEUU. Es un tema macro que Europa se lo tiene que plantear», ha resumido García, quien ha insistido en que abren nuevas plantas donde quieren sus clientes.

Diversificación del negocio

Además, el consejero delegado de Tubacex ha explicado que el nuevo Plan Estratégico establece el objetivo de convertir la compañía en un proveedor de soluciones para el sector de la multienergía.

«Está claro que hay una transición energética y que Tubacex va a formar parte de forma muy activa en esa transición energética, con lo cual la diversificación del sector oil-gas es primordial», ha explicado.

Y ha incidido en que el reto es que Tubacex sea en 2030 proveedor de soluciones de alto valor añadido para la energía y movilidad, con especial atención al hidrógeno y la aeronáutica, pero sin dejar de lado el petróleo y el gas.

«El objetivo en 2025 es estar por debajo de un 30% de dependencia del sector oil-gas», ha manifestado  antes de anunciar que la compañía ha logrado dos aleaciones específicas para producir tubos destinados al mercado del hidrógeno que aguantan temperaturas muy bajas y muy altas.