Como Alicia en el país de las maravillas de Aste Nagusia
Como la Alicia de Lewis Carroll, puede ser que caigas por un agujero y te encuentres en otro mundo tan divertido, estrambótico y festivo como el real. Aste Nagusia tiene otra cara y otros protagonistas, más pequeños en altura pero igual de activos que los mayores. Y estos también lo dan todo.
Lleva puesto un bañador y una camiseta, le calculamos unos 7-8 años y es la primera en la cola del tobogán de agua. Ni abre la boca, no tiene tiempo para tonterías. Tampoco es que todavía haya mucho agobio de gente, pese a que este parque se convertirá en uno de los puntos con mayor afluencia de público durante Aste Nagusia.
Pero media hora antes de la apertura del Txikigune que, por segundo año convierte el parque de doña Casilda en ‘la ciudad de la infancia’, allí está nuestra bañista: la primera. La txupinera y la pregonera han inaugurado este domingo el Txikigune pasadas las 11 de la mañana; y nuestra bañista se ha deslizado entonces, por fin, feliz, por su tobogán. Da envidia esa capacidad de la infancia para la felicidad más absoluta.
El día y la noche
Se dice que hay diferentes formas de disfrutar de la Aste Nagusia. Depende del fragmento de edad en el que te encuentres: el día es el reino de los extremos, el de los más mayores y los más pequeños. La noche, para los jóvenes. En la Pérgola, los mayores lo dan todo en los conciertos de bilbainadas del mediodía. Por cierto, el grupo que ha tocado este domingo, los portugalujos de Gau Pasa, han ganado numerosos premios por sus composiciones de bilbainadas en euskara. Unos metros más allá, insertos en este pulmón verde y fresco del parque de doña Casilda, los más pequeños se montan su parranda en el Txikigune.
En el programa de las comparsas los más pequeños tienen su propio apartado, no en vano, nos recuerdan, los niños y niñas «son el futuro de la Aste Nagusia que amamos y conocemos. Por eso es muy importante que desde pequeños participen activamente en las fiestas, que las disfruten y las hagan suyas».
Y tanto que lo hacen; eso sí, es agotador. Un ejemplo: domingo, 10.00 horas, cita en la calle Zabalbide con el Open de goitiberas. 11.00, salida de los gigantes y cabezudos por las Siete Calles y luego, depende de los gustos, a las 11.00 se puede una ir al Txikigune o quedarse en las numerosas actividades organizadas por las comparsas desde primera hora, aunque las principales se agrupan a las 12.00: que si la piscina de Kaskagorri, que si talleres de txalaparta, que si hinchables... También, si no te da un perrenque, hay teatro en la plaza del Gas.
Un par de precisiones: el horario del Txikigune es de 11.00 -14.30 y 16.30-20.00 horas y el tren Txu Txu gratuito que sirve de lanzadera sale desde el lateral del edificio municipal de San Agustín, detrás del Ayuntamiento. Txikigune tiene más de treinta actividades diseñadas en función de la edad, de forma lúdico-pedagógica. Hinchables, ludoteca, pesca, piscina de bolas, rocódromo, magia, talleres de maquillaje, reciclaje y radio... y un juego de la búsqueda del tesoro, y agua, mucha agua, y sombra.
El desfile marino más esperado
Por la tarde, más actividades: este domingo la cita a no perderse era el Desfile de la Ballena. El espectacular festejo se convierte, cada año, en una multitudinaria kalejira que recorre la Gran Vía, en forma de gran desfile con cinco hinchables gigantes de temática marina, capitaneados por la Ballena Baly, acompañada del Pulpo, el Txangurro, el Besugo y la Txirla, junto a otros elementos del fondo marino...
Y cómo no, las Lobas de Mar, una comparsa formada por mujeres que representan los oficios de rederas, neskatillas y empacadoras, y que recrea los oficios femeninos más antiguos de nuestros puertos... y esta Alicia se va a casa agotada.

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