El número oficial de víctimas mortales causadas por los incendios que arrasan en Grecia desde el sábado pasado ha ascendido a 21, tras hallar los bomberos el cuerpo sin vida de una persona en el parque nacional del bosque de Dadia, en la región de Evros, cerca de la frontera con Turquía.

El Cuerpo de Bomberos informa de que el cadáver fue encontrado el jueves en estado de descomposición y será sometido a un análisis forense.

Las autoridades estiman probable que se trate de otro inmigrante que entró de manera irregular, atravesando el río Evros, fronterizo con Turquía, y luego no logró escapar a las llamas que lo atraparon en el bosque donde se habría refugiado.

Su trágico destino se sumaría al de otros 18 supuestos refugiados -16 adultos y 2 menores-, cuyos cuerpos calcinados fueron hallados en el mismo bosque el pasado martes, en las inmediaciones de una cabaña en una zona cercana a la ciudad portuaria de Alejandrópolis.

Un día antes se había encontrado el cuerpo quemado de un hombre en otro bosque cercano, mientras que en la región de Beocia, en Grecia central, un ganadero murió por el denso humo de otro incendio cuando intentaba salvar a sus animales.

El trágico hecho ha destapado la tristísima realidad de un número desconocido de personas migrantes que se ocultan en los bosques de la zona para intentar seguir su camino sorteando los controles policiales.

¿Nueve más?

Hasta ahora no ha habido confirmación oficial de la muerte de otros nueve supuestos inmigrantes sobre la que informaron varios medios griegos el pasado martes.

Un total de 79 personas han sido detenidas bajo la sospecha de estar implicadas en la provocación de incendios, declaró este viernes a ERT el portavoz gubernamental Pavlos Marinakis.

Fuertes ráfagas de viento, una gran sequía y una prolongada ola de calor con temperaturas en torno a los 40 grados han propiciado centenares de frentes de fuego en todo el territorio helénico.