En una plaza del Ayuntamiento llena a la que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha llegado tarde y ha tenido problemas para situarse en el centro de la foto –entre los expresidentes Miguel Sanz y Yolanda Barcina–. UPN ha tomado la voz cantante de la derecha para decirle al PSN, principal receptor de sus mensajes: «Vamos a ser vuestra peor pesadilla».

Las banderas españolas se han impuesto en la plaza sobre unas pocas enseñas navarras, al tiempo que se le observaban pequeños carteles distribuidos por UPN en los que se podían leer lemas contra Santos Cerdán o en los que se equiparaba a PSN y EH Bildu.

En cuanto a los lemas coreados, han destacado «Asiron, kanpora» o «escoria, escoria», en referencia a las palabras utilizadas por el líder de UPN, Javier Esparza, para referirse al PSN que utilizó en el Parlamento navarro.

La Plaza del Ayuntamiento se les ha quedado pequeña, como se esperaba. Pero los concentrados tampoco han dado para mucho más. Han ocupado también la calle San Saturnino, buena parte de la Calle Nueva y un tramo de Zapatería, pero son calles de poca entidad. En la Plaza del Castillo se quedaron unas decenas de rezagados de Vox. Es difícil estimarlo, pero no ha sido una movilización remarcable. 

La introductora del acto, ha asegurado que se trata de una movilización «histórica», pero eso resulta discutible. UPN ha llevado a cabo manifestaciones mucho más grandes. El lema de la protesta, 'Pamplona no se vende', emulaba la manifestación de 2007, que bajo el eslogan 'Navarra no se vende' reunió a entre 50.000 y 60.000 personas. 

Según la organización, han reunido 15.000 personas. La Delegación del Gobierno rebaja la cifra a 10.000. Ambas estimaciones son absurdas, duplicando cualquier estimación razonable.

El 6 de julio, con la plaza apretada de muy distinta manera (y sin la cuarta parte de la misma ocupada para plataformas para la prensa y los discursos) el aforo máximo de policía municipal está en 3.675 personas.

Otro hecho llamativo es que en toda la plaza no había ningún balcón que respaldara la iniciativa colgando una bandera navarra o española. La única bandera que se veía en los edificios de la plaza era una de Palestina. Solo un balcón se abrió para aplaudir el discurso, los demás estaban cerrados. A mitad de la protesta, se abrió un segundo donde unos jóvenes comían pipas con más ánimo de curiosear que de respaldar el acto.

La todavía alcaldesa de Iruñea, Cristina Ibarrola, ha intervenido durante 26 minutos tras subirse a la plataforma ente ovaciones.  Ha cargado contra Pedro Sánchez, María Chivite y el PSN. Ibarrola ha asegurado que la ciudadanía de Iruñea «ya había echado» a Joseba Asiron en 2019 y que «la calle» estaba «cada día más contenta» con su trabajo.

La larga intervención, en la que Ibarrola entró a proyectos concretos de gestión municipal, ha chocado con el ánimo de algunos manifestantes, que venían con ganas de desahogarse más. La mención al nombre de Pedro Sánchez ha sido la que más les ha enardecido. 

Ibarrola ha asegurado que el PSN miente. «Afirman que recurrimos al insulto y eso es mentira, como casi todo lo que dicen». Acto seguido, la plaza ha arrancado otra vez con gritos de: «Escoria, escoria».

Se ha mostrado segura de «volver» a tomar la vara de mando, a pesar de su breve paso por el cargo. Asimismo, se le ha visto emocionada al despedirse de la Alcaldía y ha querido agradecer a sus compañeros y a su equipo el trabajo realizado.

A Pedro Sánchez le ha dicho que es «lo peor que le ha pasado a este país, lo peor». ADemás le ha acusado de «desvirtuar y manipular las herramientas de la democracia». «No vamos a perdonar que hayáis vendido Pamplona, no lo vamos a olvidar».

«No vamos a perdonar que hayáis vendido Pamplona, no lo vamos a olvidar», ha prometido Ibarrola.

Javier Esparza ha sido el segundo y último orador. Lo ha tenido difícil, porque tras más de 40 minutos de acto y con la plaza en sombra, el frío se había metido bien adentro de los asistentes. El líder de UPN ha insistido en lo mismo, en que «no perdonarán jamás» esto. 

Esparza se ha referido a Ramón Alzórriz, secretario de Organización del PSN, por haber advertido a UPN que se equivocaba en el camino elegido con su decisión de romper todo diálogo con ellos. «Dice que nos arrepentiermos, pero son ellos los que tienen que arrepentirse». Con eso sí que ha arrancado algún aplauso. 

Por parte del PP, además del Núñez Feijóo ha acudido a la cita Cuca Gamarra. Los enviados de  Vox han estado encabezados por Juan García Gallardo. Esparza ha agradecido la presencia de Feijóo, pero ha omitido este agradecimiento a los ultraderechistas. Y también ha ignorado a Ciudadanos, compañeros hasta mayo en la plataforma Navarra Suma. 

Vox tenía una convocatoria propia a las 13.00 horas, con la que ha tratado de arrastrar a parte de los concentrados hasta la cercana sede del PSN. Ha sido un desastre total. Apenas se han sumado unas decenas, que han pronunciado eslóganes maleducados comparando la sede del PSN con un prostíbulo y con proclamas en favor de la unidad de España. Solo cuando ha llegado el propio García-Gallardo han superado las 40 personas.