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Pimientos de Gernika, jamón, chistorra y chuletón, el menú de Rahm en Augusta

Con tono de broma, el de Barrika, que defiende el título, ha avisado a los invitados de que el chuletón se debe comer «poco hecho» y que quienes lo pidan más cocinado recibirán «unas miradas raras».

Jon Rahm, durante un partido de la Liga LIV.
Jon Rahm, durante un partido de la Liga LIV. (Peter PARKS | AFP)

Pimientos verdes de Gernika, jamón, chistorra, pinchos con trufa, ensalada de txangurro y chuletón son algunas de las especialidades de la gastronomía vasca que incluye el menú preparado por Jon Rahm junto al chef José Andrés para la cena que ofrecerá antes de la defensa de su corona en el Masters de Augusta, que se disputa del 8 al 14 de abril.

El golfista de Barrika, que hizo historia en 2023 al hacerse con la icónica chaqueta verde del Masters –el segundo vasco, tras el hondarribiarra Txema Olazabal, que lo logró dos veces–, ha repasado en una rueda de prensa virtual el menú que ha preparado para la cena previa a la competición en el Augusta National Golf Course, con algunos de los platos que comería si estuviera «en casa».

La carta incluye anchoas, pimientos verdes de Gernika, lentejas, pinchos con trufa, huevos revueltos, ensalada de txangurro, aceitunas, jamón, chorizo, lomo, chistorra, croquetas, chuletón, pescado blanco, así como milhojas de postre, todo acompañado por una selección especial de vino blanco y tinto de su zona.

«Llamé a José Andrés y en diez segundos me hizo el menú. Yo le dije ‘mete esto’, fue una llamada muy rápida y me dio el mejor consejo, ‘haz el menú, haz la cena que tú quieras para ti mismo como si estuvieras en casa’», ha relatado Rahm.

«Y es lo que hice. Son cosas tradicionales. Son cosas que a mí me gustan. José tomó las riendas, no le voy a limitar en nada, pero sí que me dio ese consejo. Que no pensase en lo que va a gustar más, sino en lo que me gustaría a mí», ha añadido.

Con tono de broma, Rahm ha avisado a los invitados de que el chuletón se debe comer «poco hecho» y que quienes lo pidan más cocinado recibirán «unas miradas raras».

«Normalmente no tengo problemas hablando en público, pero la idea de levantarme y tener a todos mirándome y hablar a estos campeones, es un poco preocupante. No voy a preparar una charla, voy a ir con lo que me salga. Hablaré desde el corazón, y normalmente es lo que hace los mejores discursos. Un par de vasos de vino me ayudarán con esa charla», ha señalado al enfocarse en el discurso que dará en la cena