Iñaki  Soto
GARAko Zuzendaria / Director de GARA

Preguntas y respuestas incómodas sobre la violencia

Denis Itxaso junto a uniformados en el cuartel de Sansomendi.
Denis Itxaso junto a uniformados en el cuartel de Sansomendi. (@DenisItxaso)

Por poner un único ejemplo, Pello Otxandiano tiene respecto a ETA la misma responsabilidad que Denis Itxaso respecto a los GAL. Este domingo la gente podrá elegir entre papeletas en las que ambos son candidatos. 

No tengo duda de que si Aimar Bretos le preguntase a Itxaso si cree que los GAL fueron «terrorismo», este le diría que sí. Lo sé porque nos lo dijo la semana pasada, en NAIZ Irratia. Pero mi pregunta entonces fue otra. Le pregunté si era consciente del dolor que suponía para miles de guipuzcoanos verles todos los años celebrar el 12 de Octubre y gritar «¡Viva la Guardia Civil!» en el cuartel de Intxaurrondo, nuestra ESMA foral. Itxaso prefirió centrarse en que ser delegado del Gobierno, su cargo hasta estos comicios, no es lo mismo que ser gobernador civil. Y, por supuesto, que él siempre ha estado contra todas las violencias. 

En mi opinión, la gran diferencia en este país en relación a la violencia no es la condena ética, sino la condena que rige en los Estados de Derecho, la de la justicia y las instituciones. El problema al que hay que enfrentarse si queremos hablar de violencia en Euskal Herria es la impunidad de una de las partes.

Los militantes de ETA –y otro montón de militantes vascos– han sido perseguidos, detenidos, incomunicados, torturados, encarcelados y castigados porque eran «terroristas». Los dirigentes y perpetradores de la violencia estatal han sido defendidos y premiados porque eran «héroes».
Siendo ese el punto de partida, perdonen si no les gustan las respuestas, pero a muchas de nosotras tampoco nos parecen correctas sus preguntas. Para empezar, porque esas preguntas siempre se las hacen a quienes consideran sus adversarios, nunca a quienes son sus amigos.

El objetivo del periodismo no es que alguien diga lo que no piensa, sino que diga lo que piensa. Y ahí está otra de las diferencias: que aquí, con más de 6.000 personas torturadas según recogen informes forenses oficiales, no hay empacho en gritar «¡Viva la Guardia Civil!», pero no se puede decir que para una gran parte de la ciudadanía vasca, incluida esa parte mayoritaria que dejó de apoyarla, ETA no ha sido una «organización terrorista».

No sé si a estas alturas alguien dejará de votar a EH Bildu porque Otxandiano no dijo que ETA era «terrorista» ni a Itxaso por la hipocresía del PSOE respecto a la violencia política. Creo que la mayoría de la gente está harta de ese marco de debate y quiere avanzar.