
El Athletic no pudo subirse el sábado al tren de la Champions y cosechó una derrota que supone un paso atrás en sus aspiraciones de pelear por la cuarta plaza a final de temporada. El Atlético se ha escapado a seis puntos, una distancia que se antoja complicada de remontar a falta de cinco jornadas. Viendo los resultados cosechados antes y después de la final de Copa, el equipo bilbaino tendrá trabajo en defender la quinta plaza. Lleva cuatro partidos sin ganar y dispone de siete puntos de ventaja con respecto a la Real.
El partido del Metropolitano quedará en el recuerdo por los insultos racistas que recibió y denunció Nico Williams. Según se recoge en el acta, era el minuto 36 del encuentro cuando el pequeño de los hermanos se disponía a sacar un córner y desde el fondo sur se escuchó «un sonido imitando a un mono». El linier también se dio cuenta y se lo trasladó de inmediato al árbitro que puso en marcha el protocolo para estas situaciones.
Jugadores del Atlético como el uruguayo Giménez y Koke se percataron pronto de lo que ocurría y se dirigieron a la grada pidiendo que cesaran los insultos racistas. Desde la megafonía también se trasladó la misma solicitud.

Nico Williams lamentaba al finalizar el encuentro que «gente tonta hay en todas partes», aunque subrayaba que «no es normal que todavía te insulten por tu color de piel» y que «esperamos que esto vaya cambiando poco a poco». El número once del Athletic pudo resarcirse marcando el empate justo ante del descanso y admitía que celebró el gol con «un poco de rabia». Nico dirigió su mirada hacia la grada que le había insultado, mientras se señalaba el brazo con orgullo.
Al igual que su hermano pequeño, Iñaki fue contundente al censurar lo ocurrido y recalcaba que «no se pueden tolerar este tipo de acciones». «Esta lacra tiene que acabar», afirmaba. El nueve rojiblanco criticó los pitos que tuvo que escuchar Nico, a pesar de ser la «víctima», y reprochó al público que no mostrara su reprobación a los que realizaron los insultos. Posteriormente, los Williams subieron a las redes sociales una imagen de ambos con un claro mensaje: «¡No al racismo!».
@Williaaams45, sobre los insultos racistas recibidos por @willliamsssnico
— Athletic Club (@AthleticClub) April 27, 2024
"Son acciones son intolerables. Esta lacra debe acabar"#AtletiAthletic #AthleticClub 女 pic.twitter.com/bSZNzxCcFj
Ernesto Valverde, técnico del Athletic, también se pronunció sobre lo sucedido y destacó que «es algo que lamentamos todos» porque «no nos gusta verlo en ningún sitio ni que le ocurra a ningún jugador». «Hay que dar un paso en el tema de educación», argumentaba.
Por su parte, Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético, señalaba que «es un problema social», no del estadio y para que «mejore», «depende de todos». Koke, capitán de los colchoneros, se solidarizó con el jugador y aseguró que «en nuestra sociedad y en el fútbol gente así no tiene cabida».
Denuncia e identificación
El Atlético de Madrid también difundió un mensaje en sus redes sociales en el que se posicionaba en contra «de cualquier acto de racismo o de odio». La Liga anunció que presentará una denuncia en los juzgados y la policía habría identificado ya a una persona.
A su vez, se ha conocido que están analizando los cánticos y que se escuchan insultos contra Aitor Zabaleta, seguidor de la Real que fue acuchillado en 1998 por ultras del Frente Atlético. En 2014 también mataron a otro aficionado del Deportivo en una pelea multitudinaria. Vinculados a grupos de extrema derecha llevan años protagonizando algaradas.
Por ejemplo, hace un año cuatro seguidores colchoneros fueron imputados por colgar un muñeco de Vinicius de un puente. El brasileño ha sufrido insultos racistas en numerosas ocasiones y no tardó en mostrar su apoyo a Nico Williams tras lo ocurrido en el Metropolitano.
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Asimismo, no es la primera vez que un jugador del Athletic es objeto de insultos racistas. Iñaki Williams pasó por una situación similar en enero de 2020 en el campo del Espanyol, otra afición que también cuenta con hinchas de ideología fascista. El caso llegó a juicio y la Fiscalía solicitó una pena de dos años para las dos personas que fueron juzgadas. El delantero rojiblanco tuvo que comparecer ante el tribunal y declaró que se sintió «humillado» por los gritos racistas que tuvo que escuchar cuando se marchaba sustituido.

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