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La Real anuncia que Natalia Arroyo no continuará en el banquillo txuri urdin la próxima campaña

La Real ha comunicado que Natalia Arroyo no continuará dirigiendo al equipo txuri urdin la próxima temporada, una decisión que, al parecer, se ha producido «de mutuo acuerdo» entre ambas partes.

Natalia Arroyo, sentada en el banquillo de Zubieta durante un partido liguero frente al Levante.
Natalia Arroyo, sentada en el banquillo de Zubieta durante un partido liguero frente al Levante. (Jon URBE | FOKU)

Después de cuatro temporadas al frente de la Real, Natalia Arroyo no continuará en el banquillo txuri urdin, tal y como ha confirmado el club guipuzcoano a través de un comunicado.

Así, la entidad realista ha explicado en dicho escrito hecho público que la decisión se ha tomado «de mutuo acuerdo» y en el sentido de «no continuar juntos una vez que finalice el contrato que une a ambas partes el próximo 30 de junio».

Este es el cuarto ejercicio en el que la entrenadora catalana está dirigiendo a la Real y su etapa ha contribuido a la consecución de «varios de los hitos más relevantes de nuestra historia».

Entre ellos, hay que destacar una segunda posición –la mejore en la historia del equipo guipuzcoano–, la participación en la Champions League y una final de la Supercopa, se señala en el comunicado.

«Son pasos brillantes que han consolidado el crecimiento progresivo del fútbol femenino realista», se resalta por parte de la Real, confirmando el buen trabajo realizado por Arroyo durante este tiempo.

Antes de terminar su vinculación, dirigirá el equipo en la final de la Copa que se disputará en Zaragoza ante el Barcelona, «un rival casi inexpugnable, aunque nadie le quitará al equipo la ilusión por lograr la hazaña», apunta el club txuri urdin.

«Resta un mes y medio de temporada para seguir el camino marcado. Un último esfuerzo de cuerpo técnico y plantilla para terminar con orgullo y buen sabor de boca una etapa clave en el progreso de nuestro fútbol», concluye el comunicado.

Arroyo: «Eskerrik asko»

Una emocionada Arroyo ha admitido en la web del club que «nos ha costado decir hasta aquí», después de una trayectoria de cuatro ejercicios en los que «han tenido mucha paciencia conmigo porque sabían que me iba a equivocar, pues era una apuesta un poco loca por una entrenadora sin experiencia».

«No se me ocurre decir otra cosa que eskerrik asko por esa paciencia y por la sonrisa que me ha llegado desde la afición y las jugadoras. No sé cómo serán el resto de clubes, pero la Real deja el listón muy alto», ha apuntado.

La entrenadora catalana ha confesado que, a medida que avanzaba la presente campaña, «en los últimos meses nos hemos acercado a un diagnóstico de que había demasiadas cosas que, después de cuatro años, nos iban restando».

«El equipo necesita que venga otra persona porque ese cruce de energías entre el club y yo ya no nos estaba sumando tanto como antes y creo que es una manera de terminar bonito y no hacernos daño. Teníamos que tomar esta decisión y terminar en junio», ha ampliado.

Pese a sentirse un «poco fastidiada» por la última mala racha de resultados, ha mostrado su satisfacción por los logros conseguidos en su etapa al frente del banquillo txuri urdin. Así, ha recordado el «añazo» de la segunda temporada, la eliminatoria europea frente al Bayern o la inminente final copera a disputar.

«Me llevo el cariño de la gente, pero también la sensación de un fútbol muy de su tierra y de su esencia, del trabajo con las jugadoras desde la raíz y los equipos convenidos. Ha sido fácil trabajar en la Real, siempre me he sentido escuchada», ha valorado.

Y no se ha cerrado la puerta a una posible regreso. «Veré qué pasos doy y si luego estoy a la altura de volver en algún otro momento, de si hay alguna otra llamada loca que nos haga retomar los caminos», ha concluido.