Más de 30 grandes empresas alemanas (entre ellas Volkswagen, BMW, Siemens, Mercedes, Bayer, Allianz, Deustche Bank..) han unido fuerzas en una campaña en la que piden a sus trabajadores que el 9 de junio no voten a partidos de ultraderecha. Su temor evidente es el auge de AfD, fuerza que tiene una posición muy contraria a la inmigración.
Nunca había ocurrido algo similar en Alemania. Bajo el titular ‘Defendemos los valores’, estas multinacionales abogan por el voto a las formaciones europeístas. Roland Busch, jefe de Siemens, la ha resumido así: «Los extremistas y racistas están dividiendo nuestra sociedad, dividiendo nuestro país, poniendo en peligro nuestra prosperidad».
Las empresas asociadas en esta iniciativa agrupan a casi dos millones de trabajadores. La declaración tiene impulso único de los consorcios pero ha recibido posteriormente el respaldo de la Confederación de Sindicatos.
El mensaje conjunto incide en que hacen falta «más diversidad, más apertura y más tolerancia» porque «esta es la base de la fuerza innovadora y la competitividad».
«Están poniendo en peligro lo que hemos construido», añade Roland Busch, CEO de Siemens AG. El jefe del Deutsche Bank, Christian Sewing, apostilla que «las ideas de los populistas son puro veneno para la economía».
El auge de la ultraderecha en estas vísperas de elecciones europeas está creando intensa tensión en Alemania, y más aún después del ataque al cabeza de lista del SPD, Matthias Ecke, producido a principios de mayo.