El ministro belga de Exteriores, Maxime Prévot, aseguró que su país no podrá cumplir con un gasto militar puro del 3,5 % del PIB «ni a corto ni a medio plazo», como urgirá la declaración que prevé aprobar por presiones de EEUU la cumbre de la OTAN que comienza hoy en La Haya,

Prévot afirmó que Bélgica acudirá a esta cumbre «con peticiones de máxima flexibilidad» en relación con el nuevo objetivo general de inversión en defensa, que se espera quede fijado en el 5 % del PIB desglosado de la siguiente manera: un 3,5 % para gasto militar puro y un 1,5 % para gastos relacionados (como ciberseguridad o infraestructuras de uso civil y militar).

El ministro adujo para ello la «situación presupuestaria» del país, uno de los más endeudados del mundo y con una presión fiscal muy elevada. «Está fuera de nuestro alcance, o necesitaremos un choque sistémico en nuestros ingresos, nuestros gastos y nuestra deuda, que ya están al máximo», apuntó, para recordar que «ya hemos tenido que hacer recortes del gasto, y hasta ahí podemos llegar». Prévot anunció el sábado una subida de impuestos para financiar el gasto militar.

Bélgica se suma a la «excepcionalidad» del Estado español, cuyo presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el domingo un acuerdo con la OTAN que le eximiría de llegar al 5% que considera «desproporcionado, innecesario» e incompatible con el estado de bienestar.

Sánchez, acosado por los presuntos escándalos de corrupción de los dos últimos secretarios de organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, anunció en una declaración institucional en Moncloa garantías de que el Ejecutivo español gastará el 2,1% de su PIB en defensa, «ni más ni menos».

Para avalar su anuncio, el presidente del Gobierno español publicó ayer en X una carta firmada por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, fechada el domingo, en la que este certifica que «España confía en poder alcanzar los nuevos objetivos de capacidad acordados con una trayectoria de gasto inferior al 5% (...) El acuerdo en la próxima cumbre de la OTAN otorgará a España la flexibilidad para determinar su propia vía soberana para alcanzar este objetivo de capacidad», añade Rutte en la carta.

El secretario general de la OTAN matizó ayer que el aliado español deberá invertir «en conjunto» el 3,5% del PIB en capacidades militares puras.

«España cree que puede alcanzar esos objetivos (de capacidades) con un porcentaje del 2,1%. La OTAN está absolutamente convencida de que España tendrá que gastar el 3,5% en conjunto, así que ahora cada país informará periódicamente sobre lo que está haciendo en términos de gasto y de alcanzar los objetivos. Y de todas formas, habrá una revisión en 2029», advirtió.

Más allá del críptico lenguaje diplomático de esta carta, el problema para Sánchez no es Rutte, sino Trump, quien llega hoy a La Haya. Problema u oportunidad, porque un choque frontal con el magnate, como el que este tuvo con los presidentes ucraniano y sudafricano, puede permitirle coger vuelo ante los votantes que rechazan el incremento en el gasto militar a costa del social y el belicismo del inquilino de la Casa Blanca.

Plante de Japón

El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, anunció ayer que cancela su asistencia prevista a la cumbre de la OTAN,

El Ministerio de Exteriores no precisó ninguna explicación al respecto y se limitó a justificarlo por «diversas circunstancias». Previamente, fuentes gubernamentales habían adelantado que el primer ministro estaba «considerando» cancelar su viaje debido a la escalada bélica en Oriente Medio, así como por la ausencia anunciada de otros líderes, como el nuevo presidente surcoreano, Lee Jae-myung.

Informaciones revelan un desencuentro entre Tokio y Washington por las nuevas exigencias estadounidenses de incremento de su gasto militar. Trump habría exigido a Tokio que lo eleve al 3,5% de su PIB, por encima del 3% reclamado anteriormente.

Esto habría llevado a Japón a cancelar una reunión de sus titulares de Exteriores y de Defensa, el llamado formato 2+2, en Washington el 1 de julio, en la que iban a participar respectivamente Marco Rubio y Pete Hegseth, del lado estadounidense, y Takeshi Iwaya y Gen Nakatani, del nipón. Japón estará representado en la cumbre por el ministro nipón de Exteriores, Takeshi Iwaya.

Tampoco asistirá a la cumbre el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, quien será representado por su ministro de Defensa, Richard Marles.

Albanese tampoco acudió a la cumbre de la OTAN de 2024 en Washington.

Rusia sigue castigando diariamente a Ucrania

Nueve personas murieron en el ataque a un edificio de cinco plantas en el distrito Shevchenkivski, en Kiev. Dos viviendas en el distrito de Borispil, a las afueras de la capital ucraniana, ardieron en otro ataque y otros cuatro edificios y tres coches sufrieron daños en Bucha, al noroeste de Kiev.

Dos personas murieron y otras diez, entre ellas tres menores, sufrieron heridas en un ataque en la localidad de Snovska, en la provincia de Chernígov (norte). Otras dos personas murieron y doce resultaron heridas en otro ataque ruso a una escuela en Belgorod del Dniéster, en la provincia de Odesa.

Ucrania busca soluciones urgentes para contrarrestar la amenaza de los drones kamikaze rusos, tanto Shahed, de diseño iraní, como réplicas empleadas para abrumar a las defensas antiaéreas, y cuyos ataques contra ciudades como Jarkov, en el noreste del país, se han intensificado y se han vuelto más destructivos por unas tácticas que están volviendo menos efectivas las defensas antiaéreas.

El servicio secreto ucraniano (SBU) anunció la detención de un joven ingeniero ucraniano acusado de intentar eliminar al hermano del jefe de Gabinete del presidente, Volodímir Zelenski, por orden de los servicios secretos rusos. Andri Yermak es miembro de la delegación negociadora ucrania.