
El glaciar Perito Moreno, en Argentina, se está retirando más rápido de lo que se creía, de hecho, en algunas zonas se ha retraído hasta 800 metros en los últimos años, y las nuevas evidencias muestran que un retroceso catastrófico está cada vez más cerca. Un estudio de investigadores argentinos y alemanes que publica Communications Earth & Enviroment analiza la situación del glaciar y advierte sobre ella.
Con sus 30 kilómetros de longitud y situado en la Patagonia Argentina, el Perito Moreno, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1981 por la Unesco, se alimenta del Campo de hielo patagónico sur y desemboca en el lago Argentino. Se trata de uno de los glaciares más estables de la Patagonia y, a diferencia de la mayoría de los alimentados por los mismos campos de hielo, en el periodo de 2000 a 2019 retrocedió solo unos cien metros.
Sin embargo, el nuevo estudio muestra que desde entonces se ha producido un aumento sustancial en la velocidad de retroceso del glaciar.
«Aunque todavía no perdió su apoyo y está relativamente estable, sabemos, por ejemplos de otros glaciares con dinámicas similares, que cuando estos procesos comienzan son irreversibles», dijo a EFE Lucas Ruiz, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), uno de los firmantes del estudio.
Una «pronunciada recesión» desde 2020
Desde 2020 se observó una pronunciada recesión en la orilla noroeste del lago del Canal de los Témpanos, donde el glaciar retrocedió 800 metros en un período de solo cuatro años, indica la investigación.
Ruiz afirmó que «actualmente, la información o las nuevas evidencias muestran que el colapso o retroceso catastrófico está cada vez más cerca».
El investigador precisó que, cuando se habla de colapso referido a un glaciar, hace referencia a un retroceso muy rápido del frente, con una velocidad de kilómetros o de más de un kilómetro por año.
El retroceso se está acelerando y ya sucedió algo similar en el Upsala y en el Viedma -dos glaciares cercanos-, pero «lo que esperamos es que el frente retroceda varios kilómetros en pocos años hasta una nueva posición de estabilidad», según Ruiz.
El equipo, encabezado por Moritz Koch de la Universidad Fiedrich Alexander de Alemania, usó datos de radar para medir el espesor del hielo del glaciar durante dos vuelos en helicóptero en marzo de 2022.
Además, cartografiaron el lecho del lago más allá del extremo del glaciar y combinaron estos estudios con datos satelitales para investigar los cambios en la altura y velocidad de la superficie entre 2000 y 2024.
En cuanto al rápido retroceso detectado desde 2019, el estudio señala que el “disparador” fue el cambio climático, la pérdida de masa debido a menores acumulaciones de nieve y el mayor derretimiento por el aumento de la temperatura.

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