Periodista, especializado en información cultural / Kazetaria, kulturan espezializatua
Interview
Constance Tsang
Cineasta

«Las mujeres migrantes son mucho más vulnerables frente a la autoridad patriarcal»

Nacida en Nueva York, en 1991, forma parte de esa amplia comunidad descendiente de emigrantes que, a través de sus obras, buscan dar voz al legado de quienes les precedieron cuestionando las raíces de su propia identidad. Su debut en el cine ‘Blue Sun Palace’ acaba de llegar a los cines.

Constance Tsang presenta su filme ‘Blue Sun Palace’.
Constance Tsang presenta su filme ‘Blue Sun Palace’. (J.DANAE | FOKU)

En su ópera prima como directora, Constance Tsang acomete un seguimiento cuasi documental sobre el día a día de un grupo de trabajadoras de origen chino en un Nueva York hostil donde cada una de ellas lucha por encontrar su lugar en el mundo mientras combaten el profundo sentimiento de soledad y desarraigo que amenaza la posibilidad de definir el proyecto de vida que desean.

No sé hasta qué punto diría que el desarraigo es el gran tema de esta película.

Cuando escribo un guion intento no pensar acerca de cuáles son las principales líneas temáticas que quiero abordar, prefiero dejarme llevar y que la cosa fluya. Dicho lo cual, mientras escribía el guion de “Blue Sun Palace” es verdad que tenía muy presente la experiencia de mis propios padres en su condición de migrantes y todo lo que eso significó para ellos.

¿Y qué significó? Porque no sé hasta qué punto ese desarraigo es algo ligado a la experiencia del migrante o también define a quienes, como usted, nacieron ya en EEUU. ¿En algún momento le ha ocurrido, como a la protagonista de su película, de llegar a sentirse extranjera en su propio país?

Sí, sí que me ha ocurrido, sobre todo durante mi primera juventud ya que, aunque soy bilingüe, mi lengua madre es el cantonés y, de hecho, el inglés no llegué a hablarlo con fluidez hasta mi adolescencia, con lo cual esa sensación de desarraigo y de sentirte como extraviada siempre estuvo ahí. Actualmente, a mis 30 años, ya he abandonado ese sentimiento, en parte porque he conseguido encontrar mi lugar. Hoy, pienso que esa sensación de no tener una identidad definida es de por sí una identidad.

Hoy, pienso que esa sensación de no tener una identidad definida es de por sí una identidad

 En un momento dado, Amy, la protagonista, le plantea al personaje de Cheung si estando en EE. UU sabe quién es y cuál es su lugar en el mundo ¿es una pregunta que usted se ha hecho a sí misma?

Sí, sobre todo en las conversaciones que tuve a lo largo de mi adolescencia con mi madre. Ella, en varias ocasiones, me confesó que estaba sopesando la idea de volver a China porque en EEUU se sentía igual de perdida que en su propio país. Resulta muy doloroso tener que empezar de cero cuando uno ya es adulto, es un proceso muy fatigoso que no siempre resulta fácil, pues al final la sensación es la de no saber dónde están tus raíces.

Quizá ese sentimiento de desarraigo sea el que provoca que todas estas personas reproduzcan en el seno de su país de adopción pequeños territorios que son una réplica de sus países de origen. De hecho, usted misma capta la esencia de ese barrio y hasta los 10 minutos de película el espectador no es consciente de que ésta transcurre en Nueva York. ¿Fue algo premeditado por su parte?

Sí, de hecho, si te fijas, no hay tantos exteriores en la película. Se trata de un filme rodado mayoritariamente en interiores porque me interesaba reforzar esa búsqueda de un hogar que define a los distintos personajes y no tanto localizar sus experiencias como migrantes porque estas acontecen en Nueva York del mismo modo que podían haber acontecido en París o en Londres. Fue un trabajo exhaustivo que hice codo con codo con mi director de fotografía.

Me interesaba reforzar esa búsqueda de un hogar que define a los distintos personajes



¿Hasta qué punto los ambientes y los escenarios naturales en los que transcurre la acción definen los personajes? ¿Diría que acentúan su soledad?

No fue algo premeditado, pero ahora que lo dices, asumo que los escenarios por los que transitan los personajes puede que refuercen esa sensación en el espectador. Desde luego la soledad es algo consustancial a los protagonistas de mi película y yo creo que está en el centro de todo lo que hacen ya que se trata de personas que han llegado solos a EEUU y que están condenados a encontrar su camino solos. Eso no quiere decir que haya una tendencia al aislamiento por su parte, yo creo que se trata de personajes que gustan de socializar y, de hecho, en la película hay varias escenas en las que coinciden comiendo juntos, algo que para ellos resulta todo un acontecimiento ya que en esos momentos salen de su monotonía y abandonan su soledad.

Dentro de esos escenarios destaca el salón de masajes, que le permite poner el foco sobre la cosificación de la mujer migrante como objeto sexual.

La violencia contra la mujer siempre está ahí latente y la violencia contra los migrantes también. Como tal, las mujeres migrantes son mucho más vulnerables frente a la autoridad patriarcal y eso es algo que en un espacio como el que procura un salón de masajes, está más que latente. Antes de escribir el guion me documenté mucho, hablé con muchas mujeres que trabajan en sitios así, y la mayoría me dijeron que en un 80% de los casos la posibilidad de sufrir una agresión o un abuso por parte de los clientes está ahí.

Ahora que habla de violencia contra migrantes, ¿hasta qué punto siente amenazadas esas raíces de las que hablaba antes por la política migratoria de Donald Trump?

Yo personalmente no me siento amenazada pero sí que me genera una preocupación extrema ver cómo se está deportando a personas cuyo único delito es hacer uso de su libertad de expresión de cara a oponerse a ciertas políticas de la administración. Ahora mismo en EEUU hay una estructura de gobierno cuya prioridad es velar por sus propios intereses aun a costa de legislar contra el interés general de la ciudadanía y eso me resulta, cuanto menos, inquietante.