El Athletic ha sobrevivido en el Martínez Valero tras un partido frenético, de los que no dan respiro, en el que el Elche ha sido quizás el que ha merecido algo más que un punto. El conjunto de Ernesto Valverde ha firmado una actuación gris, superado en intensidad y claridad por un rival eléctrico, pero ha encontrado refugio en la fiabilidad de Unai Simón, héroe bajo palos con intervenciones decisivas.

El choque ha comenzado con un gesto simbólico –quince segundos de parón como protesta por el Villarreal–Barcelona en Miami– y enseguida se encendió. El Athletic ha arrancado con una presión alta, mordiéndole la salida al Elche, pero su dominio se ha evaporado en cuestión de minutos. Los de Sarabia, con ritmo, posesión (68%) y una circulación vertiginosa, han convertido el duelo en un intercambio constante de golpes.

Rafa Mir ha sido una pesadilla para Vivian y Laporte. En el 23’, Simón ha evitado el tanto con una mano prodigiosa a un disparo cruzado del delantero. La zaga rojiblanca ha sufrido más de la cuenta, y Vivian incluso se ha librado de la expulsión tras interceptar con la mano un balón cuando era el último defensor, en una acción anulada por falta previa. Arriba, al Athletic le ha faltado remate: Sancet ha fallado una ocasión clara tras un error rival y Guruzeta no ha logrado enganchar un buen remate.

La segunda mitad ha mantenido la misma intensidad. Valverde ha movido el banquillo pronto: los hermanos Williams han entrado para dar aire y velocidad a un ataque sin chispa. El ritmo ha seguido siendo alto, casi sin pausas, con el balón yendo de un área a otra, pero las ocasiones más peligrosas han seguido siendo locales. En el minuto 69, Simón ha firmado una doble parada monumental a André Silva y Germán Valero que ha mantenido el 0-0 y ha desesperado al Martínez Valero.

El tramo final ha sido un ejercicio de resistencia del Athletic. Laporte ha caído lesionado, Paredes ha entrado en liza, y el equipo se ha atrinchera en su campo. El Elche no ha dejado de intentarlo: Mendoza ha rozado el gol en el 86’ con un disparo envenenado. Pero cuando todo apuntaba al triunfo ilicitano, el Athletic ha encontrado su único destello ofensivo: primer tiro a puerta en el minuto 92, un zurdazo de Berenguer tras una buena acción de Nico Williams.

El pitido final ha certificado un empate sin goles, pero con sabor intenso. Elche se ha marchado frustrado, invicto aún en su estadio, y el Athletic ha respirado aliviado tras un pulso vertiginoso que pudo acabar de cualquier manera.