No seguir con «el gran error de privatizar» la gestión de las ambulancias es lo que le ha pedido LAB al Gobierno de Lakua un año después de que se iniciara una nueva andadura en este servicio.

En este sentido, el sindicado le ha recordado que La Pau, empresa que dejó de prestar el servicio tras un acuerdo con Lakua, demostró al Ejecutivo que «dejar en manos de empresas privadas la gestión de elementos imprescindibles para el servicio vasco de salud no funciona».

LAB ha insistido en que ha pasado un año desde que volvieron a ser «testigos del gran error que es la privatización de la salud y concretamente de las ambulancias. Un error que se perpetúa ya por demasiados años. Pero para muchos, lo que pasó con La Pau no fue algo nuevo, algunos ya habíamos vivido las estampidas de otras empresas, como fue, por ejemplo, la de Larrialdiak, dejando tirado al servicio en plena Nochevieja», ha denunciado.

El sindicato ha asegurado que parece «incomprensible» cómo el Gobierno de Lakua toma la decisión de continuar «con un sistema que evidentemente no está funcionando, ni para la plantilla, ni para la sociedad en general».

Solo las medicalizadas

La central ha recordado que recientemente el consejero de Salud, Alberto Martínez, hablaba del crecimiento de la actividad del servicio y ha añadido que resulta «curioso» ver cómo asegura que «la publificación ya en marcha de las ambulancias en Gipuzkoa, integradas en el sistema público, es ya una realidad» y que las ambulancias de Emergencias que asisten en Tolosa, Elgoibar y Donostia «se integrarán en el sistema público en la integridad de todo su servicio».

Al respecto, ha puntualizado que al consejero «se le olvida decir» que esos servicios de ambulancias que van a publificar «son exclusivamente de las ambulancias medicalizadas, Siempre ha habido clases, pero lo que no tiene ningún desperdicio es la conclusión de compromiso con la modernización y humanización del servicio. Compartimos con él la valoración de que privatizarlo es deshumanizarlo».

«Nuestra conclusión es clara: todos y cada uno de los servicios de ambulancias de la CAV que prestan servicio para el departamento de Salud, logo de Osakidetza en las ambulancias incluido, deben ser integrados en Osakidetza, no solo los medicalizados», ha añadido.

LAB ha afirmado que todos los trabajadores merecen «el mismo trato digno» sea cual sea su puesto de trabajo. «Es incomprensible cómo el Gobierno Vasco decide repetir una historia con final fatal una y otra vez, pero ahora tienen una nueva oportunidad, tienen la opción de darle otro final. Los contratos de urgencia realizados para el servicio de ambulancias en Araba y Bizkaia tras la marcha de La Pau finalizan, los contratos de SOS Deiak y tráfico también finalizan. ¿Decidirá el Gobierno Vasco seguir como hasta ahora o por fin seguirá con el resto el mismo ejemplo que con las ambulancias medicalizadas para humanizarlas?», se ha preguntado.

ESK pide que se asuma el servicio

LAB no ha sido el único que ha hecho público un comunicado este lunes sobre este servicio. Así, ESK ha denunciado «la gravísima situación» generada tras constatarse que ninguna empresa se ha presentado al procedimiento de contratación para el suministro por arrendamiento de ambulancias asistenciales de soporte vital avanzado (Tipo C), con electromedicina, así como de vehículos de intervención rápida, «indispensables para garantizar la flota operativa de Emergentziak-Osakidetza».

En su nota, la central ha señalado que esta ausencia de ofertas no es «un hecho aislado», sino que es el resultado directo de años de «externalización, precarización y mala planificación», donde Osakidetza ha confiado la atención urgente a la ciudadanía «a un modelo privatizado que hoy demuestra, de nuevo, estar completamente agotado».

Tras indicar que se presenta un «pliego inviable que nadie quiere asumir», ESK ha exigido «medidas inmediatas» para que Osakidetza asuma directamente el servicio, incorporando la flota y su gestión al servicio de salud, en vez de seguir externalizándolo, y que garantice vehículos seguros, modernos y equipados, «sin más retrasos ni improvisaciones». «Es hora de un modelo público y estable», ha añadido.

Por último, ha asegurado que seguirá defendiendo «un servicio público, de gestión directa, con medios propios, plantilla suficiente y condiciones dignas, porque la salud y la vida de las personas no pueden depender del negocio privado».