
Un gol tempranero, el número 61 del astro francés este 2025, puso cuesta arriba el encuentro a los leones. Entre Guruzeta y Berenguer tuvieron hasta tres ocasiones para poner las tablas, pero pecaron de falta de puntería y dejaron con vida al Real Madrid.
Grave error, ya que Camavinga dobló la ventaja antes del descanso. Un latigazo de Mbappé ha terminado con todas las esperanzas y cerrado el partido en el minuto 60.
Era el duelo número 189 entre Athletic y Real Madrid. Partido marcado en rojo en el calendario en Bilbo. De hecho, los leones ganaron la temporada pasada al Real Madrid, en un partido disputado precisamente un miércoles de diciembre con goles de Berenguer y Guruzeta y un penalti parado de Julen a Mbappé.
Esta vez, el Athletic llegaba con confianza tras vencer al Levante y poner fin a la mala racha a domicilio. Era el primero de los tres partidos que jugará el conjunto vasco en siete días ante Real Madrid, Atlético y PSG. Con peores sensaciones, llegaba un cuestionado Xabi Alonso, tras perder el liderato debido a los tres últimos empates cosechados en Liga.
Nuevamente, encuentro de alto voltaje en San Mamés, y sinónimo de ambiente de gala en San Mamés con muy buena entrada (51.313 espectadores) a pesar de ser un frío miércoles de diciembre. Un mosaico rojiblanco teñía las gradas de La Catedral y el himno, cantando la segunda parte a capela, sacaba una sonrisa a Nico Williams.
Precisamente, el pequeño de los Williams recibía el galardón al mejor gol del mes de noviembre en los prolegómenos. Minutos antes, junto al resto de titulares posaba en la foto inicial con un mensaje reivindicativo a favor del euskara. En el mensaje se leía ‘Euskarak behar gaitu’.
Valverde y Xabi Alonso sacaban toda la artillería para este partido adelantado, debido a la Supercopa que se jugará en enero. En los leones volvían Laporte y Galarreta, ausentes en Levante, repetía Lekue y entraba Adama en defensa. La principal novedad era Jauregizar de mediapunta, en lugar del sancionado Sancet.
Jarro de agua fría
Como era previsible, empezaba el Real Madrid mandando con el esférico. En el minuto 7 y sin tiempo que perder debido a la falta de puntos de los madrileños últimamente, Mbappé con la portería entre ceja y ceja, dejaba atrás a Lekue, recortaba a Laporte en el vértice del área y con un disparo seco y ajustado, ponía el primero. Un gol como una catedral.
El astro francés suma con este 61 goles en lo que va de 2025. Casi nada para la Bota de Oro en Europa, que, precisamente, debutaba como jugador profesional hace 10 años en Mónaco.
A los quince minutos de encuentro, llegaba la primera advertencia de los leones, aunque sin intimidar del todo a Courtois. Venía de un centro desde la banda derecha de Nico Williams, rematado desde el punto de penalti por Guruzeta, quien se adelantaba a Militao en la acción, pero no lograba dirigir entre los tres palos su lanzamiento.

En el minuto 25 llegaba la primera clara para los locales. Tras una recuperación de Rego en campo rival, encadenaban los leones varios pases verticales para que terminase el balón en las botas de Guruzeta. El disparo del donostiarra obligaba al portero belga a sacar una buena mano por alto y desviar el balón a córner.
Más clara era todavía la ocasión de Berenguer a la media hora de encuentro. Tras un pase filtrado por Guruzeta, se llevaba el rebote el extremo navarro y en carrera, mano a mano con el portero, Courtois se hacía grande y volvía a salvar al Real Madrid. Empezaba a vibrar La Catedral a consecuencia de las tres ocasiones seguidas.
Demasiadas acciones perdonadas
Cuando mejor estaban los leones, doblaban ventaja los blancos antes del descanso. Un gran pase filtrado por Bellingham a la banda derecha, llegaba a Arnold, que de primeras la colgaba para Mbappé. De francés a francés, este se la dejaba en bandeja a Camavinga, como si de voleibol se tratara, y el centrocampista marcaba a placer.
Valverde realizaba dos cambios tras el descanso, Areso entraba por Lekue y Unai Gómez sustituía a Galarreta. Arnold caía lesionado a los pocos minutos de la segunda mitad y en su lugar entraba Asencio. Este se llevaba una sonora pitada por parte de San Mamés.
En el minuto 60, llegaba el tercer gol que provocaba el bajón anímico tanto entre los jugadores como en San Mamés, que se quedaba enmudecido. Kylian Mbappé, alejado del área y pegado al costado izquierdo, sacaba un potente disparo pegado al primer palo, que pillaba desprevenido a Simón.
Con el partido decidido y el balón lejos de las áreas, el Madrid dormía el balón con posesiones largas. Por su parte, el equipo vasco apenas generaba peligro y Valverde realizaba cambios pensando en los dos próximos duelos: Atlético y PSG.
Nico Williams no tuvo su mejor partido, con Arnold encima y Valverde muy atento en todo momento. El joven Selton le sustituía al término del partido y sin llegar casi a puerta en la segunda mitad, y con San Mamés medio vacío, terminaba un encuentro en el que los blancos pasaron por encima.

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