«Todavía va a salir alguna cosa en la auditoría que se está haciendo»

La junta que encabeza también ha cometido errores, sobre todo en su política comunicativa o en las formas de su gestión, lo que le ha supuesto críticas. Al abogado de Zangotza no le duelen prendas por reconocer alguno de estos fallos, pero se muestra muy ilusionado para seguir trabajando de cara al futuro más próximo.

¿Qué balance realiza en su primer año de mandato?

Tiene que ser positivo o, de lo contrario, no debería seguir siendo presidente. Hemos clarificado bastantes aspectos y nos hemos mantenido en Segunda, que era el objetivo.

Con todo lo que ha acontencido desde que accedió al sillón presidencial, ¿alguna vez se ha arrepentido de haber dado el paso?

No voy a negar que hay momentos malos en los que te preguntas «¿Para qué estás aquí?», pero no me he arrepentido de la decisión que tomé. No tengo ninguna mochila detrás, podía haber dimitido en cualquier momento sin ningún tipo de problema, pero ahora mismo tengo muchos ánimos para seguir adelante.

Si pudiese dar marcha atrás, ¿qué cambiaría de lo que ha hecho?

No tuvimos opción porque nos vimos obligados a coger el club como estaba y apechugar con ello, pero me hubiera gustado haber sido quien diseñase el proyecto deportivo de la pasada campaña. Eso hubiese sido lo mejor, pero no estoy descontento del todo por ello.

¿Cabe esperar alguna sorpresa de última hora en el caso Osasuna?

Aunque en la auditoría que se está haciendo, y que comprende desde 2005, puede echarse en falta alguna documentación que por ley no es obligatorio guardarla y que los auditores son bastante cautos hasta que no han terminado de realizar su informe, sí que me han avanzado que alguna novedad más puede salir. Todos los cajones de Osasuna se van a terminar de mirar en el plazo de un mes.

En su época como Defensor del Socio le tocó relacionarse con muchos de los actuales imputados, ¿le sorprende todo lo que ha salido a la luz sobre ellos?

La función del Defensor del Socio era y es transmitir algunas quejas y poco más, pero tenía con algunos una muy buena relación personal, con total desconocimiento de todo lo que estaba aconteciendo. La verdad, me ha sorprendido, y mucho.

¿Qué garantías hay de que todo quede en una sanción económica, como ha insinuado el presidente de la LFP, Javier Tebas?

Por un lado, es cierto que no hay un documento escrito en tal sentido, pero confío plenamente en la palabra del presidente de la LFP, porque Osasuna ha colaborado y seguirá colaborando con la justicia, que es algo muy importante. Por otro, estoy bastante tranquilo porque hasta el momento el contenido del sumario no prueba lo que coloquialmente se denomina como compra de partidos. Nosotros denunciamos una salida del club de 2,4 millones y de ellos, presuntamente, se dieron 400.000 euros al Betis por ganar, algo que no es delito y sí falta administrativa.

¿Fue el partido contra el Sabadell el peor y el mejor momento por el que ha pasado?

Durante una hora larga estuve pensando qué tenía que hacer para que el club no desapareciese estando en Segunda B, y ello contrapuesto a la explosión de alegría que viví cuando se metió el gol del empate.

A día de hoy, la situación, al menos en lo deportivo, es diametralmente opuesta. Con el corazón en la mano, ¿esperaba este rendimiento con la actual plantilla?

No lo esperaba, sí que el equipo estuviese de la mitad de la tabla hacia arriba, pero no más. Además, sigo pensando que ojalá subamos, pero el objetivo primero tiene que ser conseguir la permanencia y luego ya miraremos hacia arriba.

Pero el entorno piensa ya más en el ascenso que en mantenerse en la categoría.

La junta directiva debe tener los pies en el suelo y transmitir un mensaje de tranquilidad. Lo primero que hay que hacer, a nuestro juicio, es fortalecer el equipo para después dar el salto.

Todo el mundo señala a un «culpable» de la actual situación: Enrique Martín. ¿Van a plantearle la renovación antes de que finalice la temporada?

Lo hemos hablado en repetidas ocasiones, tanto el míster como yo, que nos llevamos fenomenal, en el sentido de que tenemos un compromiso para este año. No hay ningún problema para que, cuando pase la temporada, volvamos a hablar y probablemente llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos.

El técnico ha pedido reforzar la delantera en este mercado invernal. ¿Se va a satisfacer esa petición o es imposible por las ataduras económicas del club?

En el aspecto económico podemos cumplir con esa solicitud, siempre y cuando no sea un fichaje que desbarajuste el club. Pero hay un problema y es la limitación de las fichas, alguien tendrá que salir. Se trata más de una cuestión de los técnicos que de la junta directiva, nosotros estamos por la labor de colaborar para mantener la ilusión de la plantilla y de la afición.

Asegura que, desde el punto de vista económico, se podría realizar ese esfuerzo, no en vano, las primeras cuentas de esta junta directiva arrojaron beneficios, pero ¿ello les va a evitar la obligación de tener que avalar?

En principio, para la presente temporada no tenemos la obligación de presentar aval. No sabemos qué ocurrirá en las siguientes cuentas, pero esta junta está trabajando para ajustar los gastos a los ingresos.

Para cuadrar esos números, se han adoptado medidas drásticas en cuanto a reducción de costes y recortes en el personal del club, que han generado sus críticas. ¿No había otra manera menos traumática de conseguirlo?

Creo que no. Cuando hemos hablado con otras juntas directivas de clubes de Segunda sobre este tema, hemos sido conscientes de que Osasuna estaba sobredimensionado en cuanto a estructura para militar en esta categoría. Ni tan siquiera hemos hecho un ERE, ha sido un acuerdo con el comité de empresa y les estoy muy agradecido a los trabajadores porque se hayan rebajado el sueldo.

El presidente de la comisión de control económico, Joaquín Canalejo, reconoció a GARA que el club debe pagar a corto plazo ocho millones. ¿Tan acuciante es la situación de tesorería?

Entiendo que no, porque ya se está hablando con quienes el club les debe dinero y vamos solucionando problemas. Sin ir más lejos, la semana pasada llegamos a un acuerdo con La Caixa para abonar a más largo plazo la deuda que se tiene con esta entidad.

¿No sería, entonces, tan necesaria la venta de jugadores o el ascenso a Primera?

No es nuestra intención traspasar jugadores y que el equipo se desmantele, prefiero una política de austeridad y tranquilidad, aunque no se pueden cerrar puertas cuando el club también salga beneficiado. El problema es que en dos años hay que empezar a abonar la deuda, que supondrá el 10% de los presupuestos futuros y habrá que ajustar los gastos. Vamos a pagar, si estamos en Segunda será en siete años; si es en Primera, en dos.

¿Qué le pide a 2016?

Como es un deseo, que subamos a Primera. Ya estuve en la Plaza del Castillo la anterior ocasión, ahora espero repetir.

«La colocación de una valla en Graderío Sur no tenía mi permiso, es cierto que me llevé una sorpresa»

Sabalza no elude tratar temas espinosos en este su primer año de mandato, como los momentos tensos de la última asamblea de compromisarios o la situación que viven los aficionados de Graderío Sur.

En la última asamblea de compromisarios se le achacó al presidente que no había empleado las mejores formas...

Fue en un momento de cierta tensión, en el que pude decir alguna palabra pensando que ya se había terminado una intervención. Creo que fue una doble mala interpretación, seguramente la primera y más importante por mi parte y también por parte de quien había hecho la correspondiente pregunta. Pienso que se solucionó y al socio se le dejó hablar en todo momento con total tranquilidad.

¿Va a adoptar el club alguna medida respecto al hostigamiento policial que se vive en Graderío Sur?

A través de los peñistas me enteré que el actual director de seguridad va a dejar sus funciones. Vamos a esperar al nombra- miento de su sustituto para comprobar si las relaciones son iguales o varían. En todo caso, le solicitaremos informes si los aficionados de esa zona del campo siguen sintiéndose hostigados.

¿Es cierto que no se contó con el permiso del presidente para colocar una valla divisoria que partía en dos esa zona del campo donde se concentra la afición más incondicional?

Es verdad, me llevé una sorpresa y se solucionó de manera rápida quitándola. Probablemente no se habló en un principio con los aficionados para buscar una salida, pero cuando se hizo, se resolvió el problema y ya no ha vuelto a repetirse porque la gente se ha redistribuido de manera correcta. Ahora mismo estamos pendientes de un contencioso a cuenta de una multa de 60.000 euros del día del Betis por exceso de aforo y, para evitar parecidos episodios, se pensó en una fórmula que no variase el aspecto físico de Graderío Sur. Estamos abiertos al diálogo con las peñas, pero hay una condición inexcusable y es la de cumplir la ley.N.M.