El Barça, otro compromiso trampa en plena crisis
Ni siquiera jugar un gran partido garantiza la victoria ante un rival que lidera la Liga con holgura.
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Éramos pocos y parió la abuela, dice el dicho popular. Está el Athletic sumido en una profunda crisis de juego y resultados, y le visita el Barcelona. Valverde, al rescate o a dar la puntilla.
Después de tres tristes fiascos consecutivos en Europa League, Liga y Copa, el equipo rojiblanco afrontará mañana en casa un compromiso de órdago con la visita del líder destacado de la competición de la regularidad. Será la primera comparecencia del Txingurri en Bilbo tras su marcha al equipo catalán.
Llega un Barcelona que parece estar superando la depresión por la accidentada marcha de Neymar y que no enamora con su juego, pero al que los resultados, a trancas y barrancas, acompañan. Sin dar sensación de muy fiable, sigue ganando y es que Messi es mucho Messi. Además, el astro argentino llega descansado tras no haber jugado la Copa, al igual que Suárez, Umtiti, Busquets e Iniesta.
Por el Athletic también descansaron Laporte, San José, Williams y Aduriz, aunque en el conjunto rojiblanco no es tanto el cansancio físico lo que preocupa como la desesperada necesidad de encontrar un patrón de juego con el que afrontar cada compromiso, una circunstancia que resulta chocante cuando la plantilla la integran prácticamente los mismos jugadores de la pasada temporada.
Con la llegada de Ziganda al banquillo no se ha visualizado ninguna variante táctica. Las novedades han llegado de las incorporaciones de los jóvenes Núñez –que cubre la ausencia de Yeray en el centro de la defensa– y de Córdoba –que ha ganado protagonismo tras la lesión de Muniain–, así como la recuperación de Vesga, pilar del técnico navarro en el centro del campo, en detrimento de San José, Iturraspe y el propio Beñat, que han perdido minutos. Han cambiado los cromos, pero se mantiene la falta de iniciativa de la pasada campaña.