INFO

El viaje incierto

[Crítica: 'First Man']

Koldo Landaluze

La lógica expectación de encontrarse ante el nuevo proyecto de Damien Chazelle y Ryan Gosling tras la oscarizada ‘La La Land’ otorgaba a ‘First Man’ el principal punto de interés ya que en su conjunto y de manera evidente, no es más que un biopic dedicado a la figura del astronauta Neil Armstrong. Con esto quiero decir que más allá del interés meramente histórico que supuso el primer alunizaje, poco interés puede despertar entre la mayoría de los espectadores una historia que ya ha sido contada en diferentes ocasiones, se centra en una gesta que tuvo más de propaganda gubernamental que de odisea científica y que en su temática jamás supera a lo que Philip Kaufman filmó en 'Elegidos para la gloria' (1983).

Podría decirse que este filme es un buen ejemplo de producto de consumo propio ya que sigue al dictado algunas de las directrices principales impuestas por la maquinaria de Hollywood: patria, familia y espectáculo. Chazelle pasa a hurtadillas por los renglones torcidos de esta historia, jamás se adentra en los despachos de la Casa Blanca, tan solo se queda en el hogar de los Armstrong para, también de manera bastante simple, colocar al matrimonio encarnado por Gosling y Claire Foy en diversas situaciones tensas provocadas por la aventura que deberá emprender el astronauta.

No obstante, y aquí si es donde el producto cumple con creces, la película funciona de manera impecable, es en su directriz de cine espectáculo, sobre todo cuando nos introducimos en las primitivas cápsulas espaciales que, prendidos los motores, semejaban cafeteras a punto de saltar por los aires. Convertidos en centrifugados humanos, a los astronautas tan solo les valía su propia pericia ante una tecnología de resultados inciertos y, en ocasiones, dramáticos. Cámara y sonido se alían en secuencias que propulsan al espectador de sus butacas para hacerle sentir la angustia del que cruza los límites de lo desconocido en un viaje en el que el regreso nunca estaba garantizado.