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Una jornada de exigencia máxima

El cuadro rojillo, que se mide a un rival directo, deberá ofrecer sus mejores prestaciones si quiere ganar en La Rosaleda y regresar así al liderato. El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, recupera a piezas importantes, como Rober Ibáñez y Juan Villar.


En la categoría de plata no hay partido fácil, pero algunos encuentros están marcados en rojo por su especial dificultad y relevancia. El de La Rosaleda que afrontará Osasuna es uno de ellos. Que la escuadra navarra salga airosa de este envite no solo aumentaría la convicción del vestuario rojillo, sino que también reforzaría la condición de serio candidato al ascenso que tiene ahora mismo el conjunto osasunista.

Pase lo que pase, no va a perder su puesto de ascenso directo pero, como avisó su técnico, Jagoba Arrasate, saltar al césped con esa mentalidad sería el primer paso para caer en el duelo frente a los malacitanos. Desde la goleada encajada en el estadio de Gran Canaria, Osasuna acumula siete jornadas seguidas imbatido y su idea es prolongar esta racha en tan complicado escenario.

Para conseguirlo, será necesario que su nivel de juego, algo más tosco en los últimos enfrentamientos pese a haberlos saldado con resultados favorables, suba algunos enteros. La recuperación de futbolistas importantes en el conjunto de Arrasate en una semana larga tiene que ayudar a ello, pues se espera la presencia en el once de Rober Ibáñez y Juan Villar, además de un mayor protagonismo de Fran Mérida y Rubén García.

La principal duda residirá hasta última hora en saber quién defenderá la portería navarra, pues la mujer de Rubén Martínez está a punto de dar a luz, de ahí que Arrasate incluyese en la convocatoria un tercer portero –Juan Pérez– por si el cancerbero gallego tuviese que regresar de urgencia a Iruñea.

La estadística más reciente no es para nada desfavorable a los intereses rojillos, pues solo han perdido en uno de los siete últimos desplazamientos realizados a tierras malagueñas. La última victoria osasunista se remonta a comienzos de octubre de 2013, gracias a un gol marcado por Oriol Riera.

El Málaga también ha acumulado a lo largo de estos pasados días problemas de lesiones con algunos de sus jugadores más relevantes e incluso ha esperado hasta el último momento para recuperarlos de cara a tan trascendental encuentro, que en Málaga se considera una final. Es el caso de Adrián e Iván Alejo, quienes ya entrenaron ayer con el resto de sus compañeros.

Todo ello hace que la exigencia sea máxima para un Osasuna que necesitará ganar si quiere recuperar el liderato.

 

10.250 espectadores en El Sadar.

Algo más de diez mil aficionados se dieron cita en El Sadar para presenciar el derbi femenino entre Osasuna y Eibar, que finalmente se llevaron las anfitrionas por 2-1, con goles de Herrera, Zugasti y el visitante de Gantxegi. Las rojillas se afianzan así en el segundo puesto, ampliando su ventaja sobre las armeras, que permanecen ubicadas en la tercera posición.Jagoba MANTEROLA | FOKU