Sin capa negra, pero fiel a la cita anual con el 18 de abril
Ni siquiera el confinamiento derivado de la crisis sanitaria ha podido impedir que Enrique Villarreal "El Drogas" mantuviese su fidelidad al 18 de abril, fecha en la que Barricada se dio a conocer hace ahora 38 años en el Rastro de la Txantrea. El músico iruindarra ha colgado en su página de facebook un video de media hora con varias de sus canciones.
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Domingo de mediados de abril de una primavera calurosa. Como es habitual, el Rastro de la Txantrea está a reventar de gente revoloteando entre los puestos. Los hay que se afanan en llenar la nevera semanal con el menor gasto posible, mientras otros persiguen esa ganga inesperada o algún raro utensilio que llevan tiempo buscando.
El popular mercadillo no solo es trasiego comercial, sino un inmejorable escaparate para una variopinta oferta reivindicativa y cultural, otro de sus puntos fuertes. Ese 18 de abril de 1982, el río humano que se mueve entre verduras, libros o variada cacharrería no es consciente de que va a ser testigo de un acontecimiento musical histórico.
Un grupo de vecinos veinteañeros melenudos van a estrenarse en el barrio que les ha visto crecer. Ataviado con una capa negra prestada por su prima, el frontman del cuarteto, de nombre Enrique pero al que todo el mundo conoce por "El Drogas", destaca en el escenario, entre otras cosas porque exhibe una calavera a la que ha tenido que ponerle cinta aislante para que no se le descoyunte la mandíbula y que grita «Dios te salve, María, y el fruto de tu vientre, Jesús».
Se trata de llamar la atención del respetable en un momento en el que la efervescencia musical hace que los grupos afloren como champiñones. La teatralidad en sus actuaciones se prolonga en sucesivos conciertos, con el bajista conservando su atuendo vampírico y saliendo de un ataúd, o destrozando varias televisiones de desguace con una maza del taller de soldadura donde trabaja, en un metálico esfuerzo por censurar la capacidad adormecedora de algunos medios de comunicación.
Sin embargo, es su sonido, fresco y contundente –tanto como el nombre–, el que acabará por convertirles en uno de los conjuntos referenciales del rock en Euskal Herria y el Estado español, componiendo canciones que acabarán por convertirse en himnos con el paso del tiempo. El éxito, sin embargo, no es tan venenoso como para socavar el lazo con sus orígenes y la vinculación con el barrio sigue perenne para demostrar que de bien nacidos es ser agradecidos.
Por eso, cada 18 de abril El Drogas se echa su guitarra acústica al hombro y se dirige hacia la Plaza de la Txantrea, donde actúa de manera improvisada y acompañado de su instrumento, para recordar dónde y cómo surgió la historia musical de un grupo que inició su singladura musical en un pequeño mercadillo de un barrio obrero para acabar llenando estadios y polideportivos.
En esta edición, tampoco el coronavirus y la situación de confinamiento derivada de la crisis sanitaria han podido impedir que se celebre dicho aniversario. Con su inseparable guitarra en ristre, aquel muchacho txantreano que soñaba con dedicarse a la música ha colgado en su página de facebook un video con media hora de algunas de sus composiciones para mayor disfrute de sus seguidores.