Mari Carmen logra un techo gracias a la solidaridad
Supo hace dos días que hoy iba a ser desahuciada y gracias a la solidaridad de decenas de personas, Mari Carmen ha conseguido que el Consistorio bilbaino le ofrezca una alternativa habitacional. Después de tres horas de tensión, infinidad de llamadas telefónicas y un conato de intervención policial, esta mujer de 69 años tiene un techo.
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Entre aplausos y dando las gracias a las decenas de personas reunidas en torno al portal número 35 de la bilbaina calle Urazurrutia, ha abandonado Mari Carmen el bajo donde ha residido los últimos siete años, acompañada de dos trabajadoras sociales. Ha sido el broche a dos jornadas de mucha tensión después de que el pasado martes, a las 18.00, supiera por la abogada de oficio que llevaba su caso, que hoy a las 10.30 iba a ser desalojada.
Ayer miércoles contactó con el teléfono de Alde Zaharreko Etxebizitza Taldea para explicarles su situación. Esta «vecina de toda la vida del barrio» compartía alquiler con otra persona en esa vivienda hasta que se quedó sola y no pudo afrontar el pago. Los propietarios iniciaron el proceso judicial, fijándose una primera fecha para el desahucio en febrero, que no se produjo.
A partir de ahí, según una portavoz del colectivo, Mari Carmen no tuvo noticia del juzgado, hasta que el martes a la tarde la letrada le comunicó que sería hoy a las 10.30. Inicialmente, se iba a ejecutar en junio pero se retrasó. Tras la llamada a Alde Zaharreko Etxebizitza Taldea, se convocó una concentración para una hora antes. Se demandaba una alternativa habitacional para esta mujer de 69 años sin recursos.
Decenas de solidarios se han ido reuniendo en las proximidades del portal y en torno a las 9.50 ha aparecido una furgoneta de la Ertzaintza, que se ha limitado a informar de que la concentración no estaba comunicada y que, en unos minutos, procederían a identificarles. Una persona se ha hecho responsable de la movilización.
Despliege policial
Quince minutos más tarde, la llegada de patrullas de la Policía Municipal, los abogados de los propietarios con estos y un cerrajero anunciaba que el desahucio era inminente. Todos esperando al secretario del juzgado mientras comenzaban a corearse consignas como «ez ez ez kaleratzerik ez» y «Mari Carmen aurrera».
El representante de los dueños de la vivienda advertía de que no iba a otorgar una prórroga, ya que llevaban 9 meses esperando el desahucio de la inquilina. Los letrados solidarios solicitaban tiempo para lograr contactar con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Bilbo y conseguir una solución satisfactoria para ambas partes.
«Se va a dejar a una persona en la calle», destacaba el letrado Iñaki Carro mientras el abogado que representa a los propietarios del bajo respondía: «Qué culpa tiene mi cliente, no es un banco». Unos pedían tiempo y los otros que se ejecutase el desahucio.
El despliegue de la Policía Municipal y Ertzaintza ha llevado al corte del tráfico rodado de la calle Urazurrutia. Las llamadas a distintos responsables del Consistorio comenzaban, llegándose a plantear diferentes opciones. La consigna «cerrajero rima con madero» ha hecho saltar al trabajador, que ha contestado: «Yo soy como vosotros, no te pases un pelo».
A las 10.55, una carga policial ha tratado de despejar las proximidades del portal, en cuyo interior se encontraban dos decenas de solidarios. Una hora más tarde, tras contactar con Acción Social, se ha ofrecido una primera oferta, a la que se ha respondido que tenía que ser por escrito.
Hay solución
El ambiente en la calle era tenso, con cruces de comentarios entre los letrados de ambas partes y cada vez más espectadores. A las 12.10, han llegado dos trabajadoras sociales dispuestas a hablar con la afectada. Una delegación de las partes ha accedido al portal pero, de repente, un ertzaina ha tratado de colarse, lo que ha provocado la reacción de los solidarios y la carga de los policías autonómicos pertrechados con material antidisturbios. Lo que auguraba una pronta resolución se ha emborronado por los porrazos que han roto los cristales del portal.
Gritos contra la actuación de la Ertzaintza mientras los representantes de Alde Zaharreko Etxebizitza Taldea y mandos de la Policía Municipal han tratado de alcanzar una solución. Hasta la calle Urazurrutia se ha acercado el edil de EH Bildu Asier González, preocupado por el cariz que estaban tomando los hechos. Para entonces, la afectada había aceptado la oferta del Ayuntamiento pero el problema eran cinco ertzainas que bloqueaban la entrada al edificio.
Finalmente, los efectivos a las órdenes de Josu Erkoreka se han retirado entre abucheos y consignas de «alde hemendik» al tiempo que los solidarios que permanecían en el portal para arropar a la afectada lo han abandonado. El cordón de agentes municipales ha despejado la calzada, donde esperaba un taxi para transportar a Mari Carmen y a los trabajadores sociales. Todos satisfechos, los propietarios han accedido con un cerrajero al inmueble mientras policías y manifestantes se han marchado.