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Censos de víctimas del franquismo: de la investigación al conocimiento popular

Expertos de diferentes áreas han charlado sobre la elaboración y la importancia de completar un censo de víctimas de la Guerra del 36 y la represión franquista en una jornada organizada por Gogora y el Instituto Navarro de la Memoria.

Lourdes Herrasti y Jon Penche en la jornada ‘Censos de víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista’. (Monika DEL VALLE/FOKU)

Bajo el título ‘Censos de víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista’, el Instituto de la Memoria Gogora y el Instituto Navarro de la Memoria han organizado este miércoles una jornada conjunta para dar a conocer las distintas bases de datos que se dedican al estudio de las víctimas de la Guerra del 36 y la represión franquista y explicar cómo hacen llegar la información al ciudadano de a pie. La conferencia ha contado también con ponentes de Catalunya, Galiza y de diferentes territorios del Estado español.

En la presentación, José Antonio Rodríguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación de Lakua, se ha felicitado por el trabajo conjunto de las instituciones de la CAV y Nafarroa, «reflejo de un compromiso real de querer trabajar de forma conjunta porque compartimos los principios y valores que inspiran sus políticas de memoria». Además, ha mostrado su intención de impulsar otras iniciativas conjuntas.

En este sentido, ha considerado que los censos de víctimas contribuyen «a la verdad y a su dignificación, identificándolas, personalizándolas, humanizando sus biografías y documentando las circunstancias de sus muertes». «Memoria no es sólo pasado, es también futuro y es la clave para la convivencia», ha añadido. En la misma línea se ha expresado Martín Zabalza, director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Nafarroa.

De particulares a asociaciones e informáticos

La primera ponente en hablar ha sido Queralt Solé, doctora en historia contemporánea y representante de la Universitat de Barcelona en el Comité Científico del Memorial Democràtic. Ha hecho un recorrido histórico sobre los censos de las víctimas de la guerra y el franquismo. Tal y como ha explicado, el primer censo lo hizo, pese a no publicarlo, el propio régimen franquista, y fue un trabajo dedicado a buscar a los fallecidos de su bando durante la guerra. Ha sido publicado hace unos años.

A partir del 1975, comenzaron a hacerse más censos, especialmente a nivel local. Tal y como ha explicado Solé, los primeros datos los comenzaron a recopilar particulares y asociaciones. Ya en la década de los 80, los historiadores comenzaron a indagar sobre el tema, labor a la que posteriormente se sumaron otras personalidades y profesionales de otras disciplinas (arqueólogos, periodistas...). Ha destacado el trabajo que han hecho en los últimos años los informáticos, «esencial para poder ordenar y poner a disposición de la gente la información recabada».

El contenido de la información recabada por los diferentes organismos durante décadas abarca desde víctimas sin documentación pero localizadas, desaparecidas sin documentación ni localización y las documentadas pero desconocidas por familiares.

Solé ha destacado las nuevas herramientas que ha traído el nuevo siglo, especialmente en la informatización de la documentación y los datos. «También internet y las redes sociales tienen hoy en día un gran importancia para la búsqueda y localización de la información», ha indicado antes de advertir que todo lo que hay por la web no tiene porque ser cierto y que tiene que ser debidamente investigado. Ha destacado la página web ihr.world, una base de datos que recoge abundantes datos e investigaciones referentes al citado periodo histórico.

Arduo trabajo

Le han seguido las intervenciones de Lourdes Herrasti y Jon Penche sobre el proyecto desarrollado en la CAV, impulsado por Gogora, sobre «Vulneraciones de Derechos Humanos en Euskadi (1936-1978)». Herrasti, doctora, licenciada en Historia y miembro de la sección de Antropología Aranzadi, ha explicado el trabajo que hay detrás de convertir la información recabada, las fichas y los listados en una decente base de datos. Una labor que incluye el vaciado de los registros civiles, los eclesiásticos y los de los cementerios.

Penche, doctor en Historia Contemporánea por la UPV/EHU y coordinador del equipo de investigación de Gogora sobre este tema, ha resumido la base de datos publicada a principios de este año y que incluye 20.970 víctimas de la Guerra del 36 en la CAV. El trabajo incluye información de víctimas de los dos bandos en la contienda y datos sobre víctimas que fallecieron en la CAV y sobre personas que murieron a consecuencia de la guerra fuera de ese territorio. Está disponible para su consulta en la página web de Gogora.

Los datos muestran que aún hoy se desconoce el lugar de inhumación de 7.795 personas fallecidas, y en torno a 1.500 personas han solicitado información sobre un familiar muerto o desaparecido en la guerra. Entre los datos en las fichas de los fallecidos, se incluyen calificaciones desde la perspectiva del derecho penal internacional en materia de derechos humanos.

Herramientas necesarias

Fernando Mendiola, director del Fondo Documental de la Memoria Histórica en Navarra (UPNA) y vicedecano de Historia y Patrimonio, ha expuesto el proyecto ‘Fondo Documental de Memoria Histórica de Navarra’, que ha registrado un total de 3.507 víctimas mortales y 25.972 hechos represivos del franquismo entre 1936 y 1948. Mendiola ha recordado que la represión «no es solo la muerte, también incluye el encarcelamiento o la represión cultural, económica o laboral».

Ha puesto en valor las diversas vías de colaboración para completar las bases de datos, como el impulso del mundo asociativo, el impulso institucional o la colaboración interuniversitaria. Asimismo, ha lamentado las dificultades que sigue habiendo, especialmente en el acceso a la documentación histórica. Barreras que ponen, entre otros, la Ley sobre secretos policiales.

«Necesitamos herramientas que nos sirvan para conocer mejor el pasado, el derecho a la verdad de toda la sociedad y de las generaciones venideras. Es fundamental para fomentar una cultura de respeto a los derechos humanos y de profundización de libertades democráticas; por el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación de las víctimas y sus familiares; y, en estos tiempos oscuros y amenazantes, para tener garantías de no repetición», ha concluido Mendiola.

Tras estas ponencias relativas a los proyectos de Euskal Herria, se han expuesto los proyectos existentes en Catalunya, Galiza y territorios del Estado español.