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Ayuso contrata y cesa a Arturo Espejo, mando de la Guardia Civil implicado en el ‘caso Zabalza’

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha contratado como responsable del área de ciberseguridad a Arturo Espejo, teniente general de la Guardia Civil directamente implicado en la operación que acabó con la muerte de Mikel Zabalza, pero poco después ha dejado sin efecto el nombramiento.

Mikelen Txokoa, un punto para el recuerdo en el barrio donostiarra de Altza. (Jon URBE | FOKU)

Apenas unos meses después de conocerse que había sido ascendido a la cúpula de la Guardia Civil por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en un movimiento que causó indignación y estupor en Euskal Herria y un profundo dolor en la familia de Mikel Zabalza, que lo calificó como «un jarro de agua fría y ofensa que borra todo hilo de esperanza» de alcanzar verdad, justicia y reparación, Arturo Espejo ha sido fichado por Isabel Díaz Ayuso como consejero delegado de la nueva agencia de ciberseguridad de la Comunidad de Madrid, aunque la decisión ha sido revocada en apenas unas horas.

Un portavoz del Ejecutivo madrileño había explicado su fichaje en ‘El País’: «Hasta ahora era responsable de temas de Ciberseguridad en la Guardia Civil. Y estos años ha ascendido a número tres en el organigrama de la Guardia Civil».

Sin embargo, el nombramiento de Arturo Espejo, que había pasado a situación de retiro el 11 de febrero–, ha quedado sin efecto al no haber sido publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.

En un primer momento, ha sido recogido en el documento que aúna los acuerdos adoptados por el Ejecutivo regional, pero posteriormente dicho texto se ha retirado del portal regional y se ha publicado uno nuevo sin el nombramiento.

Detención, interrogatorio y coartada oficial

Señalado como uno de los guardias civiles implicados en la operación que acabó con la vida del vecino de Orbaizeta en 1985, pues fue uno de los tres uniformados que le detuvo y él mismo dirigió su interrogatorio, también habría sido quien preparó «la coartada del Estado» junto al abogado Jorge Argote, esto es, la versión oficial que apuntaba que Zabalza huyó en Endarlatsa cuando lo llevaron a ver un zulo, esposado, y que días después apareció muerto en el río Bidasoa.

Nadie se creyó aquella versión, y hoy es oficialmente reconocido que Mikel Zabalza falleció a causa de las torturas que le infligieron. Un informe del Gobierno de Lakua establece en concreto que «la hipótesis de la huida repentina de Mikel Zabalza se convierte en muy improbable, por no decir simplemente increíble». Y frente a ello, «existen fuertes presunciones de que fue detenido y sometido a tortura, penas y tratos crueles, inhumanos o degradantes que le pudieron llevar a la muerte».

Espejo llegó a declarar como inculpado ante un juez en Donostia, pero la causa se archivó en 1988, y en los años y décadas posteriores el entonces teniente en Intxaurrondo ha ido escalando en el escalafón del instituto militar español, sin que la sombra de aquella terrible muerte, que sacudió este país por las circunstancias en las que se produjo, con un escalofriante rastro de tortura, haya sido nunca un impedimento. Al contrario.

Arturo Espejo, durante una comparecencia en el Congreso español. (Eduardo PARRA | EUROPA PRESS)

 

La ministra de Defensa, Margarita Robles, lo ascendió a teniente general, que es el mayor rango de los existentes en la Guardia civil –tan solo hay cinco tenientes generales–, y casi de inmediato, el 2 de marzo de 2022, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, lo nombró jefe del Mando de Apoyo, que es uno de los cuatro integrantes de la cúpula de la Guardia Civil, con dependencia directa de la directora general del cuerpo y encargado de la «dirección, coordinación y gestión de los recursos financieros y del desarrollo de la política de recursos materiales».

Según determinadas fuentes, citadas cuando se conoció en abril del año pasado su posición privilegiada en el organigrama de ese cuerpo, Espejo era un mando de la entera confianza del ministro Marlaska y atribuyeron su nombramiento a una decisión personal suya. Una decisión indefendible en este país, que motivó que incluso el secretario general del PSE, Eneko Andueza, transmitiera a la familia de Zabalza su «indignación y vergüenza».

Siguiendo la estela del ministro, la presidenta de Madrid había dado el paso de fichar al teniente general de la Guardia Civil una jubilación de oro, aunque finalmente la decisión se ha echado atrás.