Iñaki  Iriondo
Cronista político

Los aplausos del PSOE tapan la «indignación» de Andueza

Al poco de que el secretario general de PSE, Eneko Andueza, dijera por la mañana sentir «indignación y vergüenza» por el ascenso del torturador Arturo Espejo a la cúpula de la Guardia Civil, los senadores del PSE aplaudían por la tarde al ministro Fernando Grande-Marlaska cuando lo justificaba.

Eneko Andueza, en un reciente acto de homenaje al fallecido Rodolfo Ares.
Eneko Andueza, en un reciente acto de homenaje al fallecido Rodolfo Ares. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Pocas horas antes del pleno del Senado en que Marlaska se escudó en la ausencia de resolución judicial, le preguntaron en Radio Euskadi al secretario general del PSE, Eneko Andueza, por el ascenso de Arturo Espejo al máximo nivel de la cúpula de la Guardia Civil. Andueza respondió que «siento mucha indignación y que siento mucha vergüenza». Y añadió que «cuando digo que reclamo verdad, justicia y reparación para todas las víctimas, lo reclamo para todas las víctimas».

El secretario general del PSE aseguró que «espero y deseo que en algún momento les pueda expresar esa indignación que siento por este ascenso a la familia de Mikel Zabalza porque así lo siento sinceramente. Y porque creo que esconderme o hacer una declaración pública puede hacer que quede muy bien, pero prefiero decírselo a la cara porque es lo que verdaderamente siento».

Es cierto que la declaración puede hacerle quedar bien, pero lo que no explicó Eneko Andueza es qué le ha impedido reunirse con la familia de Mikel Zabalza desde que el 3 de abril este diario destapó este caso.

Si puede entenderse que el líder del PSE tenga cierto reparo a cómo pueda ser recibido por la familia de Mikel Zabalza y, por respeto, prefiera ir con tiento, no resulta tan comprensible su demora en trasladar al ministro Grande-Marlaska su «indignación y vergüenza» por el ascenso a teniente general de Arturo Espejo. Dice Andueza que, en los tiempos del móvil, las videollamadas, los emails o incluso los casi obsoletos burofax, está esperando a «tener la oportunidad de estar con el ministro y de decírselo». Según los archivos, la última vez que se fotografiaron juntos fue en enero de 2019. A saber cuándo volverán a verse.

En los tiempos del móvil y el email, Andueza procrastina su «indignación y vergüenza» y esperará a coincidir con Marlaska, como ocurrió en enero de 2019, para transmitírsela en persona

Asunción de responsabilidades

Pero la cuestión no está en que el secretario general del PSE-EE-PSOE sienta «indignación y vergüenza» como si esto le fuera ajeno. Quien ha ascendido a Arturo Espejo a teniente general ha sido un Gobierno del PSOE, como fue un Gobierno del PSOE el que defendió a quienes torturaron hasta la muerte a Mikel Zabalza, a Lasa y Zabala, tendieron una emboscada a militantes de los Comandos Autónomos en Pasaia. Fueron del PSOE y del PSE quienes participaron en la creación de los GAL y quienes los apoyaron en la puerta de la cárcel de Guadalajara, sí, pero también desde la tribuna de oradores del Parlamento de Gasteiz. Sin olvidar los miles de casos de torturas bajo su mandato en Madrid y en Ajuria Enea.

Todo esto no son solo «conculcaciones de derechos humanos»; son conculcaciones de derechos humanos cometidas o amparadas por el PSOE, responsabilidad directa por la que nunca el partido ha pedido perdón.

Y tampoco se arrepienten de ello. Lo demostraron ayer los senadores del PSOE con sus aplausos a las excusas y justificaciones del ministro Fernando Grande-Marlaska. Unos aplausos que desactivan la «indignación y vergüenza» de Eneko Andueza y su discurso por toda la verdad, justicia y reparación.