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Único favorito y multitud de incógnitas en una Liga F renovada

La Liga F arranca con nuevos ocupantes en más de la mitad de los banquillos. El Barcelona vuelve a partir como el rival a batir.

Foto de familia en la gala de presentación de la temporada de la Liga F. (Liga F)

En hora por fin, tras los sobresaltos de las dos campañas anteriores, la Liga F echa a rodar. El Barcelona será, una vez más, no ya el principal sino el único favorito al título, con el Real Madrid reforzado pero todavía a distancia y un mar de incógnitas por detrás en una categoría profundamente renovada, con relevo en diez de los 16 banquillos.

Hay cosas que, lamentablemente, no cambian. La Liga sigue sin sponsor principal en este tercer año de vida, la renovación del convenio colectivo aún no visto la luz y el calendario de la competición no se conoció hasta hace apenas tres semanas, después del enésimo desencuentro de la Liga con la Federación Española, lo que requirió la intervención del CSD.

En el plano deportivo, Espanyol y Deportivo regresan a la elite para ocupar las vacantes de Villarreal y Sporting de Huelva. En teoría, pelearán por la permanencia pero es difícil adelantar nada salvo que el Barcelona ganará, si no hay sorpresa mayúscula, su décima Liga. Y probablemente algún título más. Su objetivo, de hecho, es repetir el póker de coronas del curso pasado. Lo intentará con nuevos refuerzos de campanillas como Ewa Pajor aunque también con ausencias notables. Lucy Bronze ha vuelto a Inglaterra, Mariona también se ha marchado a la WSL y Jonathan Giráldez ha puesto rumbo a Estados Unidos.

El poderío económico de otras competiciones –principalmente las Ligas estadounidense e inglesa y, aunque en menor medida, también la mexicana– se ha cobrado más piezas y ha reducido las incorporaciones exteriores.

Entre los que están en condiciones de competir a esos niveles, o casi, el Real Madrid es el que mejor parece haber invertido, tirando principalmente de mercado local. Incorpora, entre otras, a dos campeonas del mundo –Eva Navarro y Alba Redondo–, a extranjeras con calidad y experiencia como Leupolz, Angeldal y Lakrar y espera el inminente regreso de Caroline Weir tras su rotura de cruzado. Buena parte de los refuerzos merengues proceden del Levante, obligado a meter la tijera por la delicada situación económica del club, y un Atlético de Madrid obligado a renovarse, habrá que ver si con acierto, y que empieza la temporada con el batabazo de su prematura eliminación europea.

Granota y colchonero son dos de los banquillos que han cambiado de ocupante, con la llegada de Roger Lamesa y Víctor Martín tras su buen trabajo en Granada y Madrid, en detrimento de José Luis Sánchez Vera, ahora en la Real, y Arturo Ruiz, que se hace con la vacante del Granada. En el Barcelona, Pere Romeo sustituye al que fue su jefe durante tres años Jonathan Giráldez, el Madrid recurre al veterano analista Juanjo Vila y Sevilla y Valencia miran dentro de casa: David Losada sustituye a Cristian Toro y José Luis Bravo a Jesús Oliva. Los recién ascendidos apuestan por las mujeres, con Irene Ferreras en A Coruña, donde guió al equipo al ascenso, y Sara Monforte, tras descender con el Villarreal, en el Espanyol, donde a Juan Ignacio Ibarra, que había sustituido en primavera a Adrián González tras la marcha de éste a Estados Unidos, no le ha bastado como aval haber llevado a las pericas de vuelta a la elite.

En Tenerife, el exayudante de Natalia Arroyo en Zubieta Eder Maestre ocupa la vacante de José Herrera. Es uno de los tres entrenadores vascos en la categoría, junto a Joseba Agirre, que sigue en el Betis tras haber salvado al equipo verdiblanco, y a Yerai Martín, que cumplirá su tercera temporada en el Eibar.

Los cambios han sido también numerosos en las plantillas, con un cambio de cromos generalizado. Y más profundo aún en el Levante Las Planas, que ha cambiado de dueños y de sede para convertirse en el Levante Badalona y recibir una inyección económica con la que confía en conseguir la permanencia con más soltura que la temporada pasada.

Esa es la idea, que no tiene por qué coincidir con la realidad. Y es que la línea entre la ilusión de acercarse a los puestos nobles y la preocupación de chamuscarse en la zona baja parece muy difusa para la mayoría de los equipos. Entre los más ilusionados parte el Athletic, el único de los que la campaña pasada se ilusionaron con discutirle el tercer puesto al Atlético que parte con un proyecto continuista y, además, reforzado. Hay bastantes más dudas con Levante y Madrid. El equipo granota ha perdido a la mayoría de sus mejores jugadoras aunque se le ha notado el saber hacer en la reconfiguración de un equipo que deberá moderar sus objetivos pero no sufrir; y el madrileño ha pagado su buena temporada con una sangría de futbolistas similar a la del Levante aunque la capacidad de reinvención que ha demostrado en otras ocasiones permite darle un voto de confianza. Es menor en el caso del Tenerife, que tampoco ahora parece haber encontrado sustituta para Martín Prieto, cuya ausencia tanto ha acusado, y sobre todo en el del Valencia, que pierde fuelle de año en año.

46 futbolistas vascas disputarán esta Liga F. La mayor parte en Athletic y Real, apenas tres en el Eibar, y otras diez repartidas en media docena de equipos más. La mitad de ellas, cedidas por el Athletic –Uriate, Arana e Iribarren en el Granada, Amaia Martínez en el Espanyol y Artero en el Deportivo– y otras cuatro, en los equipos que coparon el podio la temporada pasada: Irene Paredes en el Barcelona, en el Real Madrid Oihane Hernández y Maite Oroz –que de verse con pie y medio fuera, ha acabado renovando y haciéndose, además, con la capitanía– y en el Atlético de Madrid, Moraza. Además, Iara Lacosta ha dado el salto a Primera fichando por el Espanyol.