Tras la cruel derrota en Madrid, no existe mejor bálsamo que ganarle al Barcelona en Gasteiz

«No es una final, pero el resultado es importante», ha admitido Pablo Laso sobre el partido que Saski Baskonia disputa este viernes a las 20.30 ante el Barça de Joan Peñarroya. La cruel derrota en la cancha del Real Madrid en la pasada jornada vuelve a dejar a los baskonistas en un peligroso terreno de nadie, con un balance de 9-14, en decimoquinta plaza, con la decimocuarta de Asvel  a dos victorias y la Virtus de Dusko Ivanovic decimosexto, dos victorias por detrás de los gasteiztarras. La décima posición, en posesión de Partizan, se mantiene a tres victorias, a falta de diez jornadas para terminar la Fase Regular.

Por tanto, tal vez no sea una final para este Saski Baskonia en proceso de mejora, pero sí un cruce de caminos muy marcado: o mantenerse en la pelea por la décima plaza o empezar a resignarse que este año no habrá postemporada continental. Huelga decir que sigue habiendo margen de error, pero esta posibilidad de meter la pata y corregir empieza a ser realmente escasa y cada vez más dependiente de los fallos ajenos.

Y es que aunque duela, hay que recordar que Saski Baskonia ha perdido la friolera de seis partidos de Euroliga por uno o dos puntos, unos resultados que están mediatizando su andadura continental y convierten el duelo de este viernes, si no es una final, sí en un partido en el que el resultado es importante.

Por fortuna, de cara a este viernes Pablo Laso recupera a Tadas Sedekerskis, superados sus problemas musculares. Cierto es que el capitán baskonista puede ser el descarte que, por obligación, ha de hacer el preparador baskonista, aunque la capacidad para la defensa, el rebote y la versatilidad del alero lituano serían bienvenidas en caso de saltar al parqué.

El propio Barça tampoco es un dechado de regularidad, ya que llega a Gasteiz después de perder en la cancha de Asvel Villeurbanne y con las ausencias de Vesely, Anderson y Laprovittola –por no hablar del bueno de Raul Neto, ya cortado por el Barça tras la enésima lesión del ex de Gipuzkoa Basket– los de Joan Peñarroya llegan mermados, sobre todo en la defensa de la pintura.

«El Barcelona es una gran plantilla, en Mónaco jugaron uno de sus mejores partidos con Darío (Brizuela) muy importante al final», ha avisado Pablo Laso, quien ha calificado a Kevin Punter como «uno de los mejores jugadores de Europa», además de destacar la dirección de Juan Núñez y Tomas Satoransky, así como la fuerza de Joel Parra y la rotación en el juego interior, a pesar de la ausencia de Vesely.

Ritmo y pérdidas

Ambos equipos ya se han enfrentado dos veces esta temporada, las dos en Barcelona, con una victoria para cada equipo.

«En el primer partido supimos reducir muchos sus situaciones de ventaja pero en el partido de Euroliga nuestras pérdidas de balón nos lastraron demasiado», ha indicado el técnico baskonista, quien ha subrayado esa necesidad de no regalar posesiones. «En el segundo partido el Barça nos corría, pero es que como perdíamos balones, nos atacaban como aviones», ha recalcado el preparador de San Viator, antes de reconocer el progreso de Trent Forrest, quien en su alocución del martes reconocía sentirse cada vez más cómodo con el basket FIBA.

«Su adaptación tenía que ser progresiva y trabajamos para que entienda lo que le pedimos para su mejora y la del equipo», ha desvelado el entrenador gasteiztarra, quien ha detallado que Forrest «en los inicios de cuarto, juega cómodo con alguien que le ayude en el manejo de balón», subrayando su cada vez mejor encaje con Kamar Baldwin y en menor medida, con Markus Howard.

Finalmente, sobre la Final Four, Pablo Laso ha dicho que entiende la controversia acerca de la Final Four se celebre en Abu Dabhi. «No he estado y ojalá vaya con el Baskonia», ha ironizado.