Saski Baskonia, a ocho triunfos de ganar su quinta Liga ACB
Este martes a las 19.00 empiezan los play-offs del cuadro baskonista ante el Real Madrid; primero contra octavo en la Fase Regular. Sin embargo, los gasteiztarras han demostrado durante esta campaña que, si están centrados, está en su mano derrotar al Real Madrid o al que sea y llegar a lo más alto.
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Llega junio y Saski Baskonia sigue en competición. Después de todo lo que ha pasado en esta campaña 2024/25, es como celebrar el nuevo día con la esperanza de que todas las grises nubes que han sobrevolado el Buesa Arena van a disiparse y saldrá el sol, radiante y luminoso, para dar calor a un Baskonia que, entre chispazo y chispazo, ha transmitido más bien poco. Pero al menos ha cumplido en la competición doméstica y después de la ausencia de la pasada campaña, esta vez volverá a los play-offs de la Liga ACB. Y como dijo Pablo Laso en una de sus ruedas de prensa, el cuadro gasteiztarra está a ocho victorias de ganar su quinto título liguero.
Dos triunfos al Real Madrid, y a semifinales; tres más sobre el ganador del duelo entre Unicaja y Barça, y a jugar la décima final; otras tres victorias contra el superviviente entre Valencia Basket, La laguna Tenerife, Joventut y Gran canaria, y a la balconada de San Miguel, a celebrar el quinto entorchado doméstico, el primero a las órdenes de Pablo Laso. ¡Con mucho menos se ideó el «Plan Kaunas» hace un par de años!
Puestos a ponernos chulos, habrá que convenir que los play-offs están pensados para que Saski Baskonia dé la sorpresa. El rival más duro en la primera ronda, pero con la mayor probabilidad de hacer saltar la sorpresa, ya que se juega al mejor de tres partidos; escalando por la rama más difícil del cuadro para plantarse en una final en el que el único inconveniente serio sería superar al factor cancha, pero frente a un grupo de rivales muy poco de fiar cuando los títulos se ponen en juego.
¿Les parece exagerado? No veo el porqué. Si hace unos días definíamos esta Fase Regular 2024/25 como sintomática de una competición disfuncional, nada sería más consecuente que el octavo clasificado entrando hasta la cocina en pos del triunfo.

Y puestos a aportar datos tangibles, Saski Baskonia jamás ha liderado la Liga Regular en sus cuatro triunfos ligueros. Acabó cuarto en la campaña del doblete 2001/02; cuarto también aquella convulsa temporada 2007/08 a las órdenes de Neven Spahija; fue segundo en la temporada 2009/2010, pero a ver quién iba a toser a aquel Barça campeón de Copa y Euroliga; la temporada de la «burbuja» de Valencia, en plena primera oleada de la covid-19, la Liga ACB se detuvo después de la jornada 23 con los gasteiztarras colándose en el Top 8 justo a tiempo –fueron 12 los participantes en la «burbuja» valenciana, no obstante–.
Por ende, nada hay que temer ahora que arrancan los play-offs de la Liga ACB 2024/25, ni siquiera porque la eliminatoria de cuartos sea frente al Real Madrid, por más que los entrenados por Chus Mateo lleguen a esta postemporada con 22 victorias consecutivas en la competición doméstica –su última derrota llegó el 22 de diciembre: un 85-84 frente a Valencia Basket–.
Los madridistas no dan tanta seguridad como indican sus resultados domésticos, y admitiendo que sus cuatro derrotas en Fase Regular han llegado todas en la primera vuelta, todas lejos de su cancha y por un margen entre uno y cuatro puntos. Pero eso no les ha reportado título alguno hasta la fecha –Unicaja los superó con claridad en las finales de Copa y Supercopa y Olympiacos dio cuenta de los merengues en cuatro partidos en los cuartos de final de la Euroliga– y todo apunta a que Chus Mateo no seguirá al frente del banquillo madridista a menos que gane la Liga.
Solo una vez en la historia… el octavo eliminó al primero en el Playoff
— Baskonia (@Baskonia) June 2, 2025
No hay lógica. Sólo carácter.
¿Y si esta vez… sí? pic.twitter.com/zR5SZHo4aX
Por muy presumido que suene, lo cierto es que Pablo Laso y los suyos no tienen nada que temer frente al Real Madrid, quien es el que tiene algo que perder en esta ronda eliminatoria. La lógica dice que este martes a las 19.00 en el feudo madridista y el viernes a las 21.15 el Real Madrid va a despachar por 2-0 a los gasteiztarras, pero bien lo recuerda las redes sociales del propio Saski Baskonia: solo una vez ha logrado el octavo clasificado derrotar al primer desde que se impuso este formato de play-offs con cuartos de final, semifinal y final. Fue Unicaja, quien superó por 0-2 al Real Madrid en aquellas eliminatorias de cuartos de 2008, un año que terminó con triunfo liguero de Saski Baskonia, luego de superar a Pamesa Valencia en cuartos, al propio Unicaja en semifinales y por 0-3 al Barça en la finalísima.
Así pues, luego de una temporada tan extraña y con tantos sinsabores para los gasteiztarras, ¿por qué no van a eliminar al Real Madrid?
Siempre cerca
Ya se dijo en su momento que Saski Baskonia ha jugado cuatro veces esta temporada contra el Real Madrid, ganando un partido y perdiendo tres. Ello refrendaría el favoritismo madridista, ciertamente, pero todas las derrotas alavesas han sido por menos de diez puntos, al punto de que uno de los triunfos merengues –el 90-89 en partidos de Euroliga– llegaba después de que los de Pablo Laso dejaran escapar no menos de tres tiros libres para cerrar una victoria que ya se saboreaba y con un posterior triple de Mario Hezonja más que polémico por unos posibles pasos del jugador croata antes de su tiro ganador.
También hay que apuntar que este Saski Baskonia se ha movido siempre por motivaciones e impulsos, al punto de que ha ofrecido mucho mejor nivel ante rivales como el propio Real Madrid o Barça –Fenerbahçe, Panathinaikos, Olympiacos...– que ante rivales de media tabla o por debajo –bien se vio en el triunfo por 101-105 en la cancha del Leyma Coruña, con las defensas brillando por su ausencia–. Jugadores como Howard y Moneke recuerdan a aquel «enfermo imaginario» que «necesita los focos y la luz para brillar y sentirse vivo». Sobre todo en el caso del nigeriano, claramente situado en la rampa de salida, pero sin un destino claro todavía, brillar en lo individual y lo colectivo ante el Real Madrid sería el mayor escaparate que relanzase su cotización de cara a su próximo contrato. Otro tanto con un Howard que depende mucho de sus sensaciones para poder brillar, sin que todavía consiga elevar su «suelo» competitivo a niveles más aceptables que el puro «todo o nada».
Que nadie crea que Howard y Moneke son los únicos jugadores digamos «ciclotímicos» de este Saski Baskonia. Desde Trent Forrest, a quien le va a corresponder jugar minutadas, en detrimento de un Jaramaz casi desterrado por Laso y un Kamar Baldwin que se siente más cómodo jugando de escolta –algo dicho por él mismo–, hasta Donta Hall, Tim Luwawu-Cabarrot y Nikos Rogkavopoulos, los momentos de máxima carburación elevan la temperatura de la sangre del baskonismo, pero al mismo tiempo, los apagones no entienden de términos medios.
Y justo en esas labores de intendencia estarán Tadas Sedekerskis, un Khalifa Diop en clara línea ascendente y que esta campaña ha demostrado poder hacerle frente al gigante Tavares, e incluso un Luka Samanic que, si la salud no se lo impide –los problemas víricos lo dejaron fuera del duelo coruñés y no es la primera vez–, ha de emplear su versatilidad para hacer daño a la línea interior madridista, tan amplia como poco fiable.
Fiabilidad de papel
Ahí está el quid de la cuestión. La fiabilidad madridista marcará en cierta medida el futuro del Baskonia en estos play-offs. Jugadores como Deck, Llull o Campazzo muestran signos de ir en una cuesta abajo física y de juego, Musa y Hezonja tienen talento de sobra como para romper los partidos por sí solos, pero la inconsistencia en defensa del bosnio y las desconexiones mentales del croata los vuelven muy peligrosos para su propio equipo. Es ahí donde Chus Mateo más siente la retirada de Rudy Fernández.

Asimismo, la amplia batería interior madridista, con Ndiaye, Garuba, Bruno Fernando o Ibaka forman un grupo compacto, pero si Tavares no rinde, nadie tiene la capacidad desequilibrante del caboverdiano. Por último, quedan los Rathan-Mayes, Andrés Feliz, Abalde o Hugo González. Buenos jugadores, pero de entre los cuales solo Andrés Feliz parece erigirse en desequilibrante.
¿Es serio mencionar la «falta de fiabilidad» madridista tras 22 victorias consecutivas? En vista de los resultados de este Real Madrid en esta misma campaña, sí. Una vez más, queda claro que una Fase Regular tiene su propósito, pero que una eliminatoria, y más si es al mejor de tres partidos, no tiene nada que ver. Mentalizarse de ello sería el primer paso para Pablo Laso y los suyos.
Por ende, si bien el favoritismo madridista no se discute, la posibilidad real de que Saski Baskonia dé un susto y elimine al Real Madrid no es ninguna utopía. En cierta medida, está en manos de los propios jugadores gasteiztarras. Esa es la única lógica a la que debieran aferrarse para buscar alargar y enderezar su andadura en esta Liga ACB 2024/25.