E. Gastesi
exsindicalista

A la independencia por la izquierda

Decía un significado personaje de la cultura catalana que lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas y esta última temporada lo estamos comprobando especialmente. Si el citado levantase la cabeza quedaría impresionado con lo acertado de su sentencia.

Históricamente la mayoría de las izquierdas de estos países que componen la España ex imperial han mantenido que el nacionalismo es de derechas, que es algo que sólo interesaba a la burguesía, que no respondía a los intereses de la clase trabajadora y las clases populares.

Pero he ahí que unos pocos al principio y luego cada vez más nos percatamos que para ser de izquierdas no hace falta tener nacionalidad española obligatoriamente, que se puede ser de izquierda, internacionalista y solidario siendo alemán, brasileña, escocés e incluso vasca o catalán. 
Nos embroncábamos defendiendo unos la independencia y otras el derecho de autodeterminación, como si fuesen dos conceptos opuestos. Siempre alguien con más sensatez nos decía que primero el derecho y que luego ya veríamos si la independencia o la confederación ibérica de los pueblos, Portugal incluido después de los claveles.

El proceso iniciado por el pueblo catalán está dejando muchas cosas al descubierto.

En primer lugar, que hay fuerzas políticas a las que siempre se les ha hecho la boca agua al hablar de “nosotros los demócratas” que no quieren que se vote el asunto. Entonces ya me dirán como se da salida al problema en una democracia sin consultar la opinión de las personas afectadas.

Aluden a que no lo permite la constitución y se quedan tan tranquilos, o que habría que consultar a toda la población española. ¿Como en Quebec, a todo Canadá? ¿Igual que en Escocia, a toda Gran Bretaña?

En segundo lugar algunos nacionalistas de toda la vida que cuando ha llegado la ocasión miran para otro lado. “No es el momento”. “Tiene que darse un pacto con el estado”. “Se necesitan amplias mayorías”. El caso de Unió es paradigmático ¿Pero qué me dicen de la espantada del PNV? ¿Se acercan los chistes de Vaya Semanita a la figura de Ortúzar o es él quien se parece cada vez más a su grotesco imitador en la Diada?

 
En tercer lugar, las fuerzas emergentes. Y aquí sólo me referiré a las de izquierdas. ¡Qué decepción!

Ver al líder de Podemos solicitar el voto de los inmigrantes “que no se avergüenzan” de su procedencia andaluza o extremeña (!) Están por el derecho a decidir pero... hay que cambiar la constitución. Son soberanistas y de izquierda, pero defienden la unidad de la España monárquica. Siguen sin entender el por qué y para qué se quieren romper amarras y luego establecer de igual a igual el tipo de relaciones con otros estados.

Cuando algunos estudios de universidades y empresas de encuestas nos decían que en Catalunya entre el 70 y el 80% de las personas que estaban a favor de la independencia se declaraban de izquierdas no nos engañaban, el independentismo es hoy en día mayoritariamente progresista y de izquierdas, es la vía más rápida de los pueblos a la república, es la apuesta más clara por países social y culturalmente más libres, más avanzados, más justos y más solidarios.

Que desde distintos partidos, sindicatos, foros y medios de comunicación se nos venda que el independentismo es de derechas nos provoca cada vez a más gente la risa floja. Miren y vean declaraciones prounionismo: Merkel, Hollande, Cameron, Obama, obispos españoles, empresarios catalanes y/o del Ibex-35, ayer mismo la sacrosanta banca al completo ¿El independentismo de derechas? No fotis! Ez izorra!

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