En 1998 fundé la primera Asociación Multicultural en el País Vasco y en 2000 fundé la primera Asociación de Mujeres inmigrantes. Por aquel entonces, no eramos protagonistas de nuestras reivindicaciones y no contábamos con los apoyos institucionales con los que ahora contamos, sin que aun sean, ni suficientes ni todo lo adecuadas que necesitamos. Durante estos años, he tenido también la oportunidad de trabajar con profesores e investigadores universitarios en temas de multiculturalidad y, concretamente, junto a Pedro Albite y su genialidad y gran iniciativa, pudimos crear las primeras asociaciones que no solo reivindicaban los derechos de los inmigrantes extracomunitarios, sino los de inmigrantes y autóctonos, y de alguna manera seguimos en esos andares reivindicativos.

Mi inquietud y mi denuncia ahora mismo es debido a que, desde hace muchos meses en Irun estamos siendo detenidos e investigados nuevamente por policías vestidos de civil en paradas de autobús, metro o Euskotren y sobre todo en las calles  Estación, Zubiaurre, Fuenterrabía y Paseo Colón. A mí me han solicitado la documentación en tres ocasiones, siempre de forma déspota y prepotente, como es su costumbre cuando se dirigen a nosotros y nosotras, y de igual manera lo han pedido a mis hijos y a muchos conocidos de todas las nacionalidades, todos los días me han venido con quejas de que incluso se les detiene en sus casas y en sus lugares de trabajo.

Primero les detienen y les hacen una carta de deportación, al mismo tiempo que están cobrando una multa de 500 euros para dejarles ir a sus casas. Ayer mismo una chica de Mongolia comentaba cómo a su marido,  hermana, sobrino y a otros dos paisanos les han detenido y multa- do, y a dos de ellos les han vuelto a cobrar nuevamente la multa de 500 euros. Hace unos días una colombiana y otra nicaragüense, también me comentaron que han pagado la multa y que sufren problemas de ansiedad y pánico desde que han sido detenidas, y constantemente hondure- ñas, ecuatorianas y de otras nacionalidades me cuentan de este tipo de multas y detenciones tanto en sus casas como en sus lugares de trabajo, provocando desequilibrios de todo tipo en sus familias, no sólo pérdidas económicas sino trastornos psicológicos, incluido el pánico.

Pido a todas las asociaciones de inmigrantes, de apoyo al inmigrante, que trabajan a favor de los derechos humanos, a los ayuntamientos, sobre todo al de Irun, a la Diputación, al Gobierno Vasco y a todos los políticos y políticas, que tomen cartas en el asunto y que pongan fin a estas detenciones y multas arbitrarias, así como el trato denigrante que se nos sigue dando a todos los ciudadanos considerados de tercera categoría por ser inmigrantes extracomunitarios «pobres», ya que  no creo que se molesten en pedir también la documentación a futbolistas o a multimillonarios que están comprando casas y comercios haciendo ricos a nuestros banqueros.

Les recuerdo también que la gran crisis que ahora estamos viviendo tanto en el Estado Español como en Euskal Herria ha provocado que muchos de nuestros jóvenes estén emigrando a Europa y a muchos de nuestros países de origen y que les puedo asegurar que están siendo bien recibidos, bien tratados, con la hospitalidad que nos caracteriza y que seguiremos en esa línea, incluso procurando trabajos dignos de acuerdo a sus perfiles profesionales.

Mis mejores deseos para comenzar, tener y mantener un 2014 con mucha dosis de Inteligencia Emocional y justicia en todos los sentidos para inmigrantes y autóctonos.