BIttor Arbizu
Licenciado en Filología Vasca

Acudamos al Nafarroa Oinez 2012

La Ikastola San Fermín nos pide que acudamos este domingo a Zizur para celebrar el Nafarroa Oinez, la fiesta grande de las ikastolas de Nafarroa. Zizur txikia está situado en la cuenca de la vieja Iruña, a escasos 2 kilómetros al sur de ella y en pleno camino de Santiago, lo que pudo determinar que contase con hospital de peregrinos, iglesias románicas, etc, en una zona donde la vegetación ofrece un atractivo encanto paisajístico, que va de las verdes matices de la vegetación a los dorados cereales.

Como nos indican los organizadores, apoyar el euskera y la enseñanza en esta lengua es el objetivo fundamental del Nafarroa Oinez. Este euskera está viviendo un renacimiento que ni en los momentos más optimistas podíamos imaginar. Recientemente hicimos una excursión a la zona de San Francisco de Xabier: Aibar/Oibar con sus encantadoras calles e hermosa iglesia, Zangoza-Sangüesa con atractivos más que destacables, como la hermosa iglesia de Santa María la Real, el palacio de los reyes de Nafarroa. Pero además de la hospitalidad de sus gentes, ves que los adolescentes de la localidad te responden en euskera, y en la oficina de turismo la joven nos dio las explicaciones en perfecto euskera.

San Francisco de Xabier desde Oriente en 1544 indicaba “la mía la bizcaína (euskara)”, y es que para este emblemático santo fue su lengua materna y en la que pronunció sus últimas palabras. Su universalidad ha hecho que el nombre de su lugar de origen -Xabier (así firmaba y ésta es la forma etimológicamente correcta)- que procede del topónimo Etxeberri, se haya repartido por todo el mundo, bien como Jabier, Javier, Jabi, Txaber... Etxeberri fue evolucionando a Txeberri (Txabarri en zona occidental), Xeberri, Xaberri (nombre localidad navarra), y por posterior diptongación de la ‘e’ a Jabierre (nombre de varias localidades aragonesas), y tras la pérdida de la vocal final resultó el mencionado Xabier.

Volviendo a  Zizur, recojo alguna cita del libro ‘Navarra, historia del euskera’ de Jimeno Jurío: «Ratifica la vigencia del vascuence como lengua de los cuencos en 1858 el sangüesino Francisco M. Lacabe, médico de la cendea de Zizur». «Zona mixta: Las poblaciones de la comarca donde predominaban los hablantes vascos, pero en la que ‘los más saben y todos entienden el castellano’ por haberlo introducido en las escuelas los maestros… Galar, Zizur… (1767)».

Son más que significativos los esfuerzos que está haciendo la gente por recuperar, al menos para sus hijos, el euskera que, aunque perdido en la zona en las fechas señaladas, sigue siendo patrimonio de todos los navarros y de todos los euskaldunes en general. ‘Euskara, Danona’ ‘Euskera, de todos’ indicaba un folleto del Gobierno de Nafarroa de 1.990 (J. Intxausti –E. Foronda), y ese es el mensaje que tenemos claro. En el citado leemos: «El historiador y primer cronista del Reino, el Padre Moret (1615-1687), expresó enérgicamente el derecho y el deber de conservar el vascuence en los pueblos de Navarra».

Se trata de la lengua de nuestros antepasados, con vocablos que pueden enlazar con la prehistoria y que nombran nuestros pueblos, ríos y montañas. Hace dos milenios rebasaba los límites de la actual Euskal Herria, llegando por el Este hasta el valle de Aran (aran, ‘valle’, es vasco).

Fue la lengua mayoritaria del viejo Reino de Nafarroa, cuyo rey Sancho VI el Sabio se refería a ella en 1167 como ‘lingua navarrorum’, es decir la lengua de los navarros. Urzainki aporta un dato de 1177 sobre la frontera con Castilla, donde era “la lengua de la delegación del reino de Nafarroa”. El euskara era el vehículo de comunicación oral único de la población, incluso entre los altos cargos del Reino, hasta principios del siglo XV. Dato bastante lógico si vemos los mapas lingüísticos.

 En 1545 el navarro Etxepare escribía el primer libro impreso en euskara. Los también navarros Axular (1643) y Leizarraga (1571), traductor del ‘Nuevo Testamento’ al euskara por encargo de la reina de Nafarroa, contribuyeron a fijarla como lengua escrita.

 De su uso se sabe que en Iruña en 1604 «muchos vecinos y habitantes no sabían ni entendían otra lengua que el dicho bascuence… lenguaje primero y natural de la dicha ciudad. Igual ocurría en Lizarra, donde en 1607 un tercio de la población sólo sabía expresarse en euskara. En 1778 “la tierra vascongada ocupa, de tres partes del Obispado, las dos y más».

Otros hechos incidieron en su retroceso, entre ellos que en 1768 se prohibiera en la enseñanza. Recuerdo unas declaraciones de Iñaki Perurena: «Amak beti esaten zuen –eta ez bakarrik nire amak- ‘ondo ikasi erdaraz, ez dakizula gerta niri gertatu zaidana’. Norbait ate joka etortzen zenean, lotsa ematen zion atera joateak erdaraz ez zekielako (hermes). Perurenari berriki egin dizkioten omenaldiekin bat egiten dut, euskarari egin dion ekarpenagatik. Gogoan dut bere etsipena euriteek Irunberriko Oinez hondatu zutenean.»  Recientemente un sacerdote de la Sakana me decía algo similar: «Lehen zegoen debekatuta, zigorrak ematen zizkioten mutikoei… Gure amak ez zekien erderaz, Iruñera joaten zenean jendeak barre egiten zion».

En la Nafarroa Media quedan palabras en euskara, en Oko, por ejemplo: muga, koskola, aida, txara, zaborra, ondalan, poliki-poliki, abarr(a)… En esta zona Media muchos jóvenes lo han aprendido y lo mismo ocurre en la Ribera, donde tenemos a los premiados escritores en euskara Jokin Muñoz (Castejon) y Eduardo Gil Bera (Tudela). La recuperación del euskara no tiene por qué tener mugas, al ser la joya del patrimonio cultural de todo el viejo Reino, asombro de la comunidad científica internacional.

 Debemos protegerla también en las zonas euskaldunes, para no lamentar su pérdida como pasó en Erronkari/Roncal -Gayarre escribió a su tía cartas en este euskera- cuya última hablante falleció el pasado siglo.

Hace poco visité San Miguel de Aralar. Resulta un lugar impresionante, mítico y mágico, desde el cual se observa la Sakana e incluso Iruña, con templo prerrománico que arranca del s. IX, impregnado de historia –comentan que de ahí surgió el primitivo Reino- y leyendas. En una de las placas leemos:  «En los días 24 y 25 de agosto de 1899 tuvo lugar una peregrinación bendecida por el  R. Obispo  diocesano a la que concurrieron sobre 18000 personas y 200 sacerdotes... celebrándose… la misa y sermón en vascuence, resumiéndolo en castellano en la próxima ermita de la SSma. Trinidad…». En otra se lee: ‘Mikel Gurea, Zaindu Euskal Herria’. La impresión que sientes es “Hau Euskal Herriko bihotza da”. Curiosamente fuera  me tropecé con unos jóvenes de la histórica Amaiur.

Animando a acudir a Zizur, acabaré indicando que el reto debe ser recuperar el euskara, superando situaciones como la que me indicaba un señor de Eugi «gazte denboran, eskolan ez ziguten uzten euskaraz hitz egiten», y utilizarlo.  Beraz, auzolanean, Etxeparek esango zuen antzera, atera dezagun euskara plazara! Kolore & Hitzez.









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