Edurne Aguirre
Responsable de LAB Osakidetza

Alternativas en defensa de la Salud Pública Vasca

El sindicato LAB va a celebrar el 26 de noviembre en Arrupe Etxea de Bilbo unas jornadas bajo el título “Esperientziak batuz, Euskal Osasun Sistema Publikoaren alde – Alternativas en defensa de la Sanidad Pública Vasca”.

Estas Jornadas quieren ser un lugar de encuentro y de intercambio de opiniones entre distintas organizaciones que hemos sufrido y plantado cara al proceso de mercantilización y destrucción de la sanidad pública que se ha incrementado en los últimos años.

Precisamente, vamos a encontrarnos personas de diferentes lugares y con diferentes visiones. Comenzaremos haciendo un repaso de Osakidetza y de Osasunbidea. A continuación, tendremos la oportunidad de conocer de primera mano las experiencias, respuestas y movimientos en defensa de la salud pública de Madrid y de Catalunya, de mano de las y los compañeros de CAS-Madrid y CATAC-CTS, Intersindical Alternativa de Catalunya. Finalmente, miraremos a la salud pública desde distintos ángulos: la vulneración de nuestros derechos lingüísticos, el recorte de asistencia a las mujeres, la grave situación de las y los presos enfermos y la perspectiva del colectivo de pensionistas y personas mayores.

En última instancia, el objetivo de las jornadas va más allá del simple intercambio de información. Queremoslanzar, tanto a quienes nos reunamos allí como a otros colectivos y personas, una invitación a explorar el siguiente camino: ¿hay posibilidades de coordinar todas estas luchas, resistencias y alternativas? Si la respuesta es afirmativa, LAB apostará por hacer el intento, entre todas y todos.

El historial de recortes y privatización en el sistema de salud público de la CAPV, esto es, en Osakidetza, viene de lejos. No podemos olvidar que fue Azkuna uno de sus impulsores y que se ha mantenido en el tiempo, de la mano de los gestores del PNV y del PSE. Con la disculpa de la recesión económica, estos recortes se han multiplicado de forma salvaje dando como resultado una situación cada vez es peor, tanto en lo que respecta a las condiciones de trabajo, como a la calidad del servicio y a las prestaciones: repago sanitario, cada vez menos personal sanitario y no sanitario, las privatizaciones, los recortes en los servicios de ginecología, no facilitar medicación que puede curar a personas enfermas de Hepatitis C… Todas estas medidas no son medidas aisladas, sino que responden a objetivos marcados en agendas ocultas y públicas tanto a nivel mundial como europeo. Los poderes capitalistas hace mucho tiempo que lo tienen claro: frente a la pérdida tendencial de la tasa de beneficio a nivel mundial, la salud representa un enorme mercado generador de altísimos beneficios, además de un instrumento privilegiado de control de la clase trabajadora y sectores populares. La jugada es redonda: dinero y financiación pública, fondos públicos para cubrir pérdidas, pero tanto los beneficios directos como los indirectos van a parar a bolsillos privados.

Las personas trabajadoras de Osakidetza están defendiendo sus condiciones laborales, pero para prestar estos servicios en condiciones de calidad. Al fin y al cabo, las reivindicaciones son la creación de más puestos de trabajo, condiciones de trabajo dignas, aumentar la contratación y acabar con la privatización. Estos objetivos y la defensa de la sanidad pública son las dos caras de la misma moneda.

Por otro lado, hay muchos agentes sociales que desde el punto de vista de su problema particular se organizan y luchan ante la falta de servicios de Osakidetza: las personas pensionistas contra el repago, en Tolosaldea la plataforma TOPA contra las privatizaciones, asociaciones de madres y padres contra el recorte en los servicios de pediatría, los movimientos feministas contra los recortes en los servicios ginecológicos, euskalgintza reclamando servicios en euskera y un largo etc.

En opinión de LAB, cada una de esas luchas sería más fuerte si fuéramos capaces de unir esfuerzos en torno a una reflexión común. Ésa sería la pretensión de la Jornada: compartir el diagnóstico sobre Osakidetza que hacemos todos y todas por separado, reflexionar sobre cuál puede ser la alternativa y debatir sobre la conveniencia de unir fuerzas para impulsar esa alternativa.

El desafío es enorme y los obstáculos a batir, gigantescos: la todopoderosa industria farmacéutica, los intereses corporativos, las privatizaciones, la amenaza de la sanidad privada, la corrupción, las denominadas “puertas giratorias”… Nos jugamos algo fundamental, ya que el desarrollo de nuestros derechos como personas y como pueblo pasa por la condición previa de la salud, de la garantía de una buena salud pública, algo que va mucho más allá de la ausencia de enfermedad o su curación.

Estas Jornadas, a pesar de ser organizadas por LAB, tienen el objetivo de cimentar algo común entre todas y todos. Si las reivindicaciones son plurales, plural debe ser la alternativa. Trabajador, trabajadora, persona usuaria u organizaciones, está en nuestra mano la defensa de la sanidad pública. ¡Adelante!

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