Iulen Lizaso Aldalur

Balance en 40 años

En España sobra banca y resta riqueza. Igual que pide condenar el franquismo, ¿porqué la izquierda no exige ordenar bajo apercibimiento de desahucio y embargo de bienes, que la banca nos pague los 60.000 millones pendientes del préstamo de 77.000? y auditoria del saqueo en 35 años a las arcas de la Seguridad Social?

Invitada por jubilados y pensionistas de la Asamblea de Alderdi Eder, la Catedrática Emérita en Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona Miren Etxezarreta, en un abarrotado salón de plenos del ayuntamiento de Donostia, nos habló sobre pensiones... y más.

La veterana académica no es futurista, pues sus certeras «profecías», por la falta de previsión en el presente y soluciones de futuro de quienes deben resolver el problema y no asistieron a su conferencia... son a tiempo real.

En su último libro subtitulado: El cuento de las pensiones, y cuyo título es: «Érase una vez...», desmenuza con datos y referencias de que detrás de la crisis estratégica de las pensiones están los intereses del sistema financiero.

Apela a la conciencia ciudadana como única fórmula de solución para mantener y mejorar el sistema social, ya que al amagar el Gobierno con pagar lo que da ¡hoy! el inviable balance cotizaciones/prestaciones (además de la Hucha ¿qué fue del dinero sobrante entre 1978 y 2008?), el miedo hace el resto y pone alfombra a: «quienes se benefician de esta llamada crisis de las pensiones, que no es tal, y si una crisis construida socialmente para los entes financieros».

Propone como solución, financiarlas a través de impuestos como el resto de gastos del Estado y como hacen todos los gobiernos europeos. Todos si, pero ¿en qué medida? El Estado español gasta en pensiones el 8%, lo cual nos sitúa en la cola de Europa junto a Portugal, Grecia, Italia... que nos superan en 4 puntos, estando a la cabeza Alemania (25%) y Francia (20%).

La bonanza empresarial y recaudatoria de Gobierno y diputaciones, frente al incremento de la desigualdad, brecha de asequibilidad habitacional por déficit de vivienda de alquiler social, precariedad salarial y de pensiones, a pesar de los esfuerzos ¡coyunturales! del Gobierno Vasco, hace que esa desestructuración del sistema social vasco, quede estructurado también como un «edificio» de clases.

La bonanza recaudatoria del Gobierno Vasco ¿se traduce en parecida linealidad con la bonanza de la calidad de vida de la ciudadanía? Este es el título del debate a infinito con los datos sobre la mesa del Parlamento vasco que les debería obligar a no salir de él hasta que por mayoría digan, ¡no!, pues la pobreza no nos ha caído del cielo sino del hacer del legislativo y sin otras caras que añadir que, la responsabilidad por el dejar de hacer de la oposición política y sindical... también de una izquierda abertzale, desde hace años «aburgezale», como modelo antirrevolucionario para nuestra «desconectada» juventud.

Cuando Oscar Matute declara: «Al fascismo se le combate, y eso no lo veo claro en la izquierda española», le queda muy bien pero le deja muy «mal». Al fascismo político se le neutraliza mediante leyes y la exigencia de aplicarlas hasta su ilegalización si procede. El «fascismo» económico... es más peliagudo.

Subidos a la azotea de la macropolítica del «Erabaki» donde no hay personas ni familias con niños, critica la condescendencia de Podemos con grupos como Vox. Les exige más valentía y de que si de verdad quieren hacer frente a la ultraderecha y a las políticas de derecha en EH Bildu tienen un aliado. ¿Que votaría si Podemos y Vox presentan juntos una nueva proposición de ley a favor de la derogación de la Sentencia 40/2014 del 11 de marzo que declara parcialmente nulo el derecho a cobrar pensión de viudedad a parejas de hecho incluso con niños en común, reconocidas hasta antes de esa fecha? ¿O a favor de eliminar la clausula que niega el derecho a cobrar pensión de jubilación a quien no cotizó dos años en los últimos quince anteriores a cumplir la edad de jubilación, obligándoles a mendigar la RGI?

La destrucción de empleo por las nuevas tecnologías, provoca paro prematuro y son cada vez mas quienes dejan de cotizar a los 50 años, que aun habiendo cotizado 30 años, quedan calificados como pensionistas solo de hecho (como las parejas)... siendo el único país de la UE con esa clausula, siendo que un amigo trabajó dos años en Biarritz y hoy cobra pensión vitalicia de 60 euros al mes del estado francés. Micropolítica del día a día... eternamente silenciada.

A primeros de abril el Gobierno Vasco cargaba sobre las viviendas vacías con fórmulas hasta la expropiación. Ponerlas en circulación a costa de lo que sea para solucionar su problema de falta de oferta de vivienda de alquiler social (el primer PIB y mayor déficit habitacional de la UE... ¿quien nos dará los datos?).

Exigir y exigir, recaudar y recaudar, para seguir como cabeza de ratón nacional de un país quebrado... y cola de león en Europa. La Hacienda española ya lo ha hecho y la vasca ya se equipara a la europea en exigir declarar el IRPF de lo cobrado entre 2015 y 2018 como pensiones de jubilación por trabajo en otros países y sanciona por no haber declarado lo cobrado en 2014. Equiparación europea para las «maduras» que hacen caja, pero las «duras» siguen siendo trágalas para los ciudadanos y ante el «fascismo» económico... la izquierda calla
Acusaciones de tal repercusión social aunque a minorías, es razón de denuncia parlamentaria, como mejor manera que salgan en la prensa canalla. Los unos no lo desmienten; los otros tampoco se reafirman para sostener el tema en prensa. ¿Es cuestión de «pedigrí» académico y-o político la razón de ignorar al que saca estos «hilos» para tirar de ellos y así mantenerlos en «candelero»?

La economía de un país es la parte que mas acción política debiera concentrar.

En España sobra banca y resta riqueza. Igual que pide condenar el franquismo, ¿porqué la izquierda no exige ordenar bajo apercibimiento de desahucio y embargo de bienes, que la banca nos pague los 60.000 millones pendientes del préstamo de 77.000? y auditoria del saqueo en 35 años a las arcas de la Seguridad Social?

Nuestra falta de democracia económica, denota retraso cívico hasta el colapso sistémico, y no porque llegamos tarde al Estado de Bienestar, sino porque la «estabilidad» de la bicefalia política y democrática en estos 35 años han demostrado que el empoderamiento real de la España funcionarial y caduca, no estaba en el parlamento sino en la oligarquía heredada del franquismo.

Sin mayor audacia política a la hora de comprometer, como mínimo a poner la cara al «enemigo» de la sociedad vasca precarizada, corremos el riesgo de que este colapso sistémico nos convierta en estatuas de sal y cada familia se quede como está. Con ello se incrementará la brecha socioeconómica (ellos jamás renuncian) y ese odio de clases que nos impide salir de un «agujero negro» de afectos y efectos adversos..será porque en política se unen por los extremos, como decía el poeta Marcos Ana activista de la vida: «El problema de nuestra época es que hay políticos que no prefieren ser útiles, sino importantes».

Una izquierda estereotipada por la pose y escenificación de buen hacer a favor de la justicia social, por otra parte imposible desde la política de salón y una semántica parlamentaria genérica de «brocha gorda». Máxime cuando uno de los mayores problemas sociales es la desmotivación y desmovilización de nuestra desinformada juventud, al obviar lo que aseguraba Miren Etxezarreta cuando apelaba a la conciencia ciudadana como única fórmula de solución, ante la falta de consenso para el mantenimiento y mejora del sistema social.

Información, concienciación, movilización, son obligados motores a calentar desde ya, para que el inevitable estallido social, nos coja entrenados y con reservas. Siendo llave de arranque de todo movimiento social, la información hoy se atasca en el «agujero negro» mediático que la engulle, fruto de políticas erradas por decisiones y omisiones legislativas, ejecutivas u operativas, siendo el indicador mas alarmante, el que, con crecimiento económico y recaudatorio, la pobreza crece y crece, lo cual nos dice que no son problemas sociales por motivos económicos sino de voluntad política de casta y clase.

La gran «magia» emerge de ese sector de la memoria oscura que hace posible la alquimia intelectual, desde la apatía social e incultura, hasta la desidia por el saber que a las personas hace libres, como mínimo de pensamiento. Memoria de poder y estrategia desde tiempo de la República, en que la iglesia, ante la amenaza por la llegada del arte y la cultura no «torera» al medio rural de aquella España profunda, se enseñoreaba flanqueda por los mismos poderes feudales que hoy (entre bambalinas) van sumiendo al país en la pobreza.

Una sociedad rica como la nuestra debe registrar la pobreza; en particular la infantil y sectores excluidos de la clase media, amparados por la Carta Social Europea, Tratado de Lisboa y artículo 50 de la Constitución. Sistemáticamente incumplidos por la derecha gobernante, resulta incomprensible la laxitud de la izquierda acomodada, por lo poco dada a informarnos en sede parlamentaria de manera desmenuzada, lo que la prensa nos niega, para así demostrarles con datos en la mano, que la cruda realidad de nuestra pobreza creciente (a diferencia de su falta de civismo democrático y voluntad política), si tiene remedio... nunca sin un trabajo de base desde la micropolítica social.

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